Sin haberle dado permiso, anda mi sombra por los caminos, soleada en la negrura, recortada en el volcán. Camina sola y no me espera, recorre barrancos y veredas, frondas y repechos. Va y viene vaporosa, algo arisca y con sus caprichos: que si agua, que si brisa, que si olas, que si nubes.
Ella sabrá, no respondo de sus actos.
Texto y fotos, Virgi