jueves, 24 de marzo de 2022

Sortilegio

El brillo de las piedras, la luz entre los intersticios, las altas hierbas silueteadas sobre el horizonte, el verdor camuflado bajo un mediodía ardiente.

Hechizada por la escena, largo rato estuvo allí, sin moverse por no romper el encantamiento.


Texto y foto, Virginia

lunes, 14 de marzo de 2022

Fascinación

 


Entre el abandono, el equilibrio de una obra cubista. Inesperada composición al paso del sendero, en un lugar recóndito bordeado de montañas y barrancos.

Del bosque cercano surge un rumor de mirlos, currucas y herrerillos, mientras pienso en Cezanne, Sonia Delaunay, Jorge Oramas.

Una lección de arte y geometría al filo de la mañana, cuando la luz recién nace.


Texto y foto, Virginia

domingo, 13 de marzo de 2022


 ¿Para qué todo el cielo? Con unos pocos retazos me conformo.





Texto y foto, Virginia

viernes, 4 de marzo de 2022

Gato VI


Mi bicho es un detective nato. Como obligación atávica, debe olisquear cualquier cosa nueva que entre en la casa, ya sea una planta, un cesto, la bolsa de la compra o el par de zapatos recién comprados.

 



Después de un análisis exhaustivo de olores, texturas y colorido, da el visto bueno, y muy dignamente, ocupa el hueco que más le atrae.



La función policial ha terminado, desde su cueva continuará observando, no sea que haya perdido algún detalle interesante.




 

martes, 1 de marzo de 2022

El Cercado, La Gomera


Este valle de construcciones alargadas, tejados con líquenes y reducidos sembradíos, posee uno de los tesoros etnográficos más importantes de la isla: el quehacer de las alfareras elaborando las vasijas que se han usado en La Gomera desde antes de la conquista. Un oficio realizado solo por mujeres, mantenido de generación en generación hasta nuestros días. 

Con técnicas precolombinas, las loceras de El Cercado elaboran variados tipos de piezas todas con el mismo procedimiento e idénticos materiales. El barro o el almagre necesario se suele extraer de diferentes lugares, estando unos más cerca que otros (Temocodá, Igualero, Alajeró) para luego procesarlo según técnicas muy experimentadas: secado, majado, cernido, mezclado. Más tarde se amasa y se le da forma manualmente, sin torno y usando un callao para pulirlo. Métodos todos muy parecidos a los que se han usado en el resto de las islas.


Cuando a comienzos de los 80 visitamos La Gomera, tuvimos la oportunidad de conocer a la famosa Guadalupe Niebla, de familia tradicionalmente alfarera. Durante un rato de conversación, nos embelesó la manera de hablar, su entonación y afabilidad. Fabricaba en ese momento alguna pieza que no recuerdo bien, pero sí que conservamos una pequeña talla hecha por su mano, de las varias que tenía en unas rústicas estanterías.

Los gánigos, tostadores, braseros, tarros de ordeñar, lebrillos, tallas para conservar fresca el agua, tenían el sello particular de una artesana experimentada. Según nos contó y he leído posteriormente, las piezas elaboradas por ella y otras mujeres de El Cercado las usaban como moneda de cambio para adquirir alimentos, recorriendo la isla con las alforjas atestadas de piezas, colocadas con mimo no fuera a quebrarse alguna. 

 

Ahora, por suerte, la cerámica se vende a buenos precios, valorada según se merece, como el carabuco, un recipiente con dos asas que se usaba para recoger la leche del ordeño, uno de los más clásicos de El Cercado.


 

A un par de kilómetros se encuentra Chipude, antaño centro del municipio, y topónimo que da también nombre a la mítica Fortaleza, una montaña imponente de cima plana con connotaciones sagradas debido a valiosos hallazgos arqueológicos: aras rituales, cabañas pastoriles y otras muestras interesantes de la vida y las costumbres de los gomeros precoloniales.

 

Nombrada Argodey por los indígenas, es el producto de una erupción volcánica erosionada posteriormente a lo largo de miles de años, adquiriendo una forma redonda muy sugestiva, todo un referente geológico, histórico y paisajístico. Fue don Juan Bethencourt Alfonso uno de los primeros en estudiar la prehistoria insular en este domo singular, poseedor de numerosos restos en el tiempo en que la conoció y estudió a fondo.

 



No sé si encontraría piezas de barro, pero a buen seguro serían muy similares a las que actualmente fabrican las artesanas de El Cercado, mezclando el agua y el barro que llevan en los genes, materiales primordiales de los que al fin estamos hechos. Vestigios de una tradición digna del mayor y mejor de los méritos, un legado apasionante del que enorgullecernos. 

Igualmente, mucho podríamos aprender si nos llegamos hasta el Centro de Interpretación Las Loceras, muy completo e instructivo, en el centro mismo del pueblo, sosegado rincón como tantos en esta isla.




 Texto y fotos, Virginia

(excepto última foto, sacada de la web Centro Interpretación Las Loceras)