miércoles, 21 de diciembre de 2022

Con la creatividad de mi amiga Tesa, que ha realizado una delicia con dos fotos publicadas hace poco, LES DESEO UNOS DÍAS SERENOS, TIERNOS Y CON LA GENTE QUE QUIEREN, FELIZ NAVIDAD.

Que el año próximo traiga paz, justicia y bien para quienes más lo precisan. Ojalá así sea.


(un regalo encantador, gracias, muy querida Tesa)






viernes, 16 de diciembre de 2022

Huecos


Huecos por donde alguna vez se colaron mariposas, una araña tendió su tela y dos vecinas echaron una charla.


Quizás escapó un chico para ir a la verbena y en el alféizar durmió un gato, entre macetas con geranios. 



El hueco por el que una estudiante miraba el cielo, embelesada con las Pléyades, Sirio y Casiopea. 


Seguramente en alguno se orearon mantas y colchas, de aquellas que iban vendiendo los portugueses de casa en casa. Por donde una madre se alongaba llamando al almuerzo, mientras las cortinas de batista se movían livianas con la brisa.




Y las moscas, ah, las moscas, esperando entrar por cualquiera de ellos, como ahora, que vienen a importunarme mientras escribo cerca de una ventana, tan parecida y a la vez, tan distinta.




Texto y fotos, Virginia

jueves, 15 de diciembre de 2022



Una nube como una daga, un cuchillo, un trozo de sílex al rojo.

La punta de una lanza en el vacío, la espada del ángel exterminador.

Nosotros, desde abajo, sabemos que es puro algodón.

 




Texto y foto, Virginia

domingo, 11 de diciembre de 2022

Fabulación


Pensaba en la novela de Jean Giono, tantos árboles, tantos. 

Aunque solo disponía de un pequeño balcón y un patio interior, cubrió ambos con enormes macetones sembrándolos de innumerables plantas. 

Pasado el tiempo, laureles y olmos cubrían las paredes, lianas cruzaban el salón, vistosas enredaderas se enroscaban en las puertas y era el suelo una amalgama de líquenes, florecillas y musgos relucientes.


Se había inspirado en un libro y ahora era Tarzán en la película de su infancia. 

 




Texto y foto, Virginia

viernes, 9 de diciembre de 2022

Gato VIII

Mi gato al fin alcanzó la luna. Desechó sofás, alfombras, libros, cuadros, juguetes. Cautivado por su luz, hizo todo lo posible por acercarse, y ahí está, a punto de darle un lametón enamorado.




Texto y foto, Virginia