Se doraba la ciudad de ámbar.
El cielo concedía la luz del ocaso a los tejados y a las piedras.
El cielo concedía la luz del ocaso a los tejados y a las piedras.
En algún lado
la vida colgaba en la tarde
mientras caían los pétalos.
la vida colgaba en la tarde
mientras caían los pétalos.
Él seguía, abstraído y feliz, manteniendo el equilibrio.
Fotos Virgi.
Edimburgo
Festival Fringe