martes, 31 de enero de 2017

Turbación


Perdido entre una maraña de papeles, recortes de periódico y notas viejas, alcanzó a ver la foto de aquel amor de tantos veranos, cuando era joven y ella una estudiante de poca voluntad y mucho ardor. Lucía esbelta en la foto, bruñida de caminar al sol y nadar en cualquier agua. Tampoco esta vez supo distinguir si era la misma o su hermana gemela, la que lograba confundirlo en la cama con otras marcas, otros lunares, otras risas.

Tanto tiempo pasado y seguía igual de ingenuo.



Texto y foto, Virgi

sábado, 28 de enero de 2017

Leer, leer, leer XXVIII


“Soy tu hombre"



No podía haber escogido mejor título Sylvie Simmons para escribir sobre Leonard Cohen. Lo leí unos meses antes de su muerte y ahorraba la lectura como un náufrago sobre una balsa que sólo dispone de un paquete de galletas.
La autora, dedicada desde hace tiempo a la crítica musical, hace un recorrido por la vida del poeta y músico y va descubriendo parcelas, no ya nuevas, sino sorprendentes. Yo, que lo he venerado desde que con menos de veinte años escuché las primeras canciones, me asomo a su vida como si fuera la de alguien de mi familia más cercana que hubiera emigrado tiempo ha, con esa mezcla de amor reverencial a los héroes, que aún siendo míticos, creemos que tienen algo de nuestra sangre. Porque esos son los paladines con los que soñamos, los que nos muestran que nos puede unir el líquido vital, sí, pero más allá de eso, están las ideas, los deseos, la manera de llevarlos a cabo, la libertad, el coraje, la lucidez, y en este caso, el espíritu de la palabra vagando sin artificios, entre los trastes de una guitarra y una voz grave y profunda.
Un trabajo inmenso el de esta escritora, relatando la vida y recorrido musical del siempre poeta. Desde su infancia como niño mimado por su madre, bien vestido hasta en los peores momentos, elegante y sensual, mujeriego

“Mi reputación como hombre mujeriego, era una broma que me hizo reír amargamente en las diez mil noches que pasé solo.”

Con la maquinilla de afeitar dispuesta para usarla en los peores momentos, según consejo maternal y que siguió puntualmente en varias ocasiones trascendentales

“Me encontré en el escenario sin nada que hacer o decir, pedí disculpas y me fui al camerino. Mientras, el público, respetuoso, esperaba en silencio. Recordé entonces el consejo de mi madre y me dispuse a afeitarme. Aquello me dio fuerzas y salí nuevamente.”

Cuenta el libro todo tipo de pormenores desde pequeño en el seno de una familia judía acomodada en Montreal (1937) hasta que publica el disco Old Ideas (enero 2012), con el sobrecogedor single Show me the place, tan espiritual como una oración, y tan sencillo como un mantra.

“La poesía es sólo la evidencia de la vida. Si tu vida arde bien, la poesía sólo será la ceniza.”

Las mujeres, los amigos, los paseos solitarios de noche siendo un adolescente, las estancias en Hydra sin luz, solamente con el sol griego iluminando la vida, el amor y la poesía, las actuaciones, las giras, sus estancias prolongadas en templos zen, el momento en que descubre que su manager lo ha desplumado totalmente, el maravilloso discurso del premio en Oviedo…

“Si uno quiere expresar la grande e inevitable derrota que nos espera a todos, tiene que hacerlo dentro de los límites estrictos de la dignidad y de la belleza.”

Un libro indispensable para quienes  lo llevamos en el corazón:                He’s our man.

Gracias, Sylvie Simmons.



  Texto, Virgi

jueves, 26 de enero de 2017

Felonía


Por la vereda viene llorando una niña. 
Con el trajecillo sucio, acaba de aprender que el bosque es más peligroso de lo que Caperucita le había contado.




Texto y foto, Virgi

martes, 17 de enero de 2017


FUSIÓN
En la ladera de la montaña, existe una cueva que pocos conocen; sólo Toñín sabe de sus bifurcaciones, de su humedad, de las telarañas con la que tropezaba acompañando al padre y a un par de amigos, sombríos, taciturnos, oscuros como aquel espacio tenebroso. Ahora, después de los años, sólo quiere que sus huesos descansen allí, donde los otros, en una amalgama blanca que no entienda de ideas, odios ni venganzas.








FULGOR

Según se acerca, comprueba que no es oro. Ha caminado en su busca, como los viejos mineros del Yukón, y ahora, aquel brillo seductor se le escurre entre los dedos, frío y ajeno.





TOUR

Con delicadeza, revisa las cajas donde guarda los cromos de aquellos deportistas famosos en su infancia. 
En una de ellas, envuelto en un algodón amarillento, el mayor tesoro que conserva: uno de los dientes del ciclista al que se le partió el cráneo, muerto frente a su casa.





Textos y fotos, Virgi

lunes, 9 de enero de 2017

Voces XIX



Desde la pericosa del nisperero lo columbra todo; allí se encuentra segura, aunque algo desarbolada y cancaniando, eso sí, porque ya no es la monifata que trepaba ágil por los árboles. Al menos ahí tiene su rinconcito, aunque luego el afrentoso del primo (¡chiquito macharengo!) le alegue que si no llenó el bernegal, que si por su culpa no pudo echarse un buche fresco, que si está flaca como un calacimbre...en fin, un velillo, el condenado.
Mientras, ella, con su balayo, espera trincar un buen ramillete de nísperos bien acotejaditos y lambuciarlos hasta darse una jartada.
Desinquieta como es, va y se estampa un gajo en todo el cachete por mirar una coruja asocada en las pencas, ¡qué tortolina! Casi le da un fatuto, pero echadilla pa' lante como siempre ha sido, se olvida del totufo, se limpia las bembas, y la primera marañuela que encuentra, se la echa al cogote, allí donde el suéter está medio desvarado.
Camina sobre el granzón, corre por al barrilla y, agoniada porque se hacen las horas, se echa en el catre, aboyada de tanta comilona, sin jilorio alguno ni cosa que se le parezca.







Para Tanci, que me inspira estas cosas nuestras.

Texto y fotos, Virgi