viernes, 23 de junio de 2017

Despaisajes

Despaisaje XXXII

De un día a otro desapareció la plata; les costará a los mineros encontrar su disfraz sobre las piedras.






Despaisaje XXXIII

De su cita con la luna, solo quedó la luz de las farolas.




Despaisaje XXXIV

Seca la ciénaga, salieron a la luz frágiles osamentas; allí escondía el flautista a los ratoncillos.





Texto y fotos, Virgi

domingo, 18 de junio de 2017

VOCES XXIV




Lo veíamos con frecuencia apalancado en el quicio de la puerta, alabancioso y echón con el que pasaba, pues con tal de conquistarse a los clientes, no se andaba con chiquitas. Era un viga el hombre, con los ojos vidrientos y a veces hasta velillo, sobre todo cuando andaba metido en conversaciones que no fueran las de su venta o las cosas del barrio.
Vendía sifones (de aquellos que había que devolver la botella), lonas, jabones Lagarto, cigarros sueltos, aceitunas al peso, y un vinote medio aguachirre, con unos pocos de chochos pa’ condutar. Si le daba la venada, igual nos regalaba unos manises ya viejos, fríos y duros que daba miedo. Un punto zorrocloco, detrás del mostrador bien restregado de lejía y dispuesto a pagarnos una poquedad por cualquier pequeño acarreto que le hiciéramos, ganas nos daban de darle un variscacillo apenas, de la rabia que le teníamos. Un día cogió tremendo airón y abrió la venta con las bembas hinchadas a más no poder, bien nos reímos, se le viraron las tornas en esos días que le duró la hinchazón, el jocico parecía de un cochino empinado. Lo veíamos abobancado, como si el negocio fuera ahora un enjergo duro de llevar. Pero no le duró mucho, le rezaron por si era maldiojo, le dieron unas agüitas de llantén con pasote y se le pasó el mal trago.




Texto y foto, Virgi


sábado, 17 de junio de 2017

Despaisajes

Despaisaje XXIX

Sueña la piedra en ser niña de comba y pelota, sin tener en cuenta sus recursos.
Tal cual yo misma.




Despaisaje XXX

Quedóse prendada la sombra de paralelas y perpendiculares.
Colgada de ellas ha de seguir, mientras la luz alumbre la geometría cotidiana.




Despaisaje XXXI

No quiere mojarse, se abrirá camino con un pico y una pala, como cualquier zapador antiguo.



Texto y fotos, Virgi

domingo, 11 de junio de 2017

Despaisajes

Despaisaje XXVI

Trepa el risco sin arneses, cuerdas ni pies de gato. Es el viento, que sube mientras canta.



Despaisaje XXVII

Antes de que suba la marea, tiene tiempo el arenal de hacerse un lifting y quedar como nuevo.



Despaisaje XXVIII

Horadó el roque en un plis plas, solo por hacerle un laberinto al Minotauro.



Texto y fotos, Virgi

sábado, 10 de junio de 2017

Espejismo


Desde las calles y plazas, polvorientas al sol, divisábamos la montaña. Se veía  lujuriosa de vegetación, un biotopo ideal para pasear, quizá como en el terciario. Allá nos fuimos un día, entre los rayos del alba, soñando con un riachuelo rumoroso que festoneara de cristal el bosque de las quimeras. 
Según se ascendía, el verdor iba desapareciendo y descubríamos la tierra cubierta de secos matorrales. Algunos hierbajos voladores nos azotaban las piernas, bichos esqueléticos subían entre las áridas cortezas y unos pocos cactus, lánguidos y delgadísimos, se alzaban entre los pedruscos.
Al coronar la cima contemplamos, absortos, como el pueblo era ahora un lugar cubierto de árboles, con  hojas relucientes  encandilando las pupilas infantiles, incapaces de comprender aún la diferencia entre los sueños y la realidad. 

Deseosos de trepar a los árboles de nuestros deseos, bajamos en un vuelo. Allí seguía el pueblo en el mediodía ardiente, y arriba, en la montaña, de nuevo el fulgor de las hojas tornaba a reclamarnos con su aleteo embaucador.


Texto y foto, Virgi

martes, 6 de junio de 2017

Despaisajes


Despaisaje XXIII

Leves como son ellas, las nubes se filtrarán entre los cristales; han sido invitadas a un brindis con copas de rocío.



Despaisaje XXIV

Pasito a paso, la montaña se desplaza, va camino de las olas, el verano y los peces. 



Despaisaje XXV

Tan silenciosa, la luz se adueñó del banco, ¿quién se atreverá a sentarse?



Texto y fotos, Virgi

lunes, 5 de junio de 2017

TESA

Mi querida Tesa, en su blog “El almacén de los días perdidos”, hace una recreación deliciosa (en su línea) de algunos de mis Despaisajes.



Hace casi diez años que gestiono este blog. Lo mejor de él es la cantidad de personas maravillosas que he conocido, muchas de ellas en vivo, como Tesa, pura energía, creatividad, lucidez y simpatía. Gracias, artista, por esta ola de afecto que va y viene.