martes, 21 de marzo de 2017

VOCES XXI




Con el abanador de mi abuela, unas cholas bien fresquitas y la camisola de los tiempos calinosos, me fui al caidero, barranco abajo… ¡en mala hora, cristiano, una filera de atorrantes se me había adelantado! Yo que esperaba estar solita en el chavoco bien requintado de agua, y van los majalulos aquellos a fastidiarme la idea. Uno, con un balango, intentaba coger una lisa de debajo de algún tenique; una parejita más allá, bien arrejuntadita,  besuquiándose con tal maña que hasta vergüenza me daba. Otro par d’ellos, empurrados en el agua haciendo parigüetas. Y varios bagañetes , tirados al solajero, como si el mundo se fuera a acabar y ellos ya lo tuvieran todo hecho.
Y yo allí, haciendo el toti, ganas de coger unos toscones y ajeitarles un mamellazo, pa’ que aprendan a comportarse. Bien amulada, les alegué un rato, pero los singuanguos ni apenas me hicieron caso; arrentita, volví a mi echadero, no me quedó magua, la verdad, de pensar lo calduchenta que estaría el agua.



 Texto y fotos, Virgi
       

jueves, 16 de marzo de 2017

Montaraz


Con la brújula en la mano y un croquis en la otra, el excursionista no encuentra el camino, se ha perdido en la ciudad y no sabe orientarse, lo suyo son los prados, las veredas antiguas, los senderos de montaña a montaña. Cargado de mochila, salacot, botas, cantimplora, bastones, va de calle en calle buscando la salida. 



No identifica los semáforos, los pasos de cebra ni los raíles del tranvía; los códigos urbanos no figuran en sus mapas.

Se coloca en una esquina y aguarda el movimiento del sol, es posible que el astro le ayude mientras a su alrededor la gente lo mira, incrédula: los carnavales ya pasaron y ahí está un trasnochado haciendo el ridículo.



Texto y fotos, Virgi

martes, 7 de marzo de 2017

Variaciones en torno a la barra 5


XVIII. Quietud

Se acerca a la barra donde hay un gato ronroneando, enroscado sobre un cojín. Era este el momento soñado, emborracharse junto a cualquier ser vivo que no hable.



XIX. Film
Se acerca a la barra y ve a un vaquero. Imposible, no está en una del Oeste. Para no desentonar, pide un whisky, mientras por el otro lado aparece un indio. No ha acabado aún la bebida y entra el sherif.
En medio de tanto barullo, se despierta, justo están apagando las luces de la sala.



XX. Indecisión
Se acerca a la barra sin tener claro lo que quiere, entre tantas botellas no sabe cuál elegir. Es su primer trago después de la desintoxicación y debe ser exigente, no todos los días se comienza a ser alcohólico.



Texto y fotos, Virgi

sábado, 4 de marzo de 2017

Indicios





Allí estaba su vida, colgada como un cuadro: 
unas tablas cambadas, 
varias grapas ferrujientas, 
y por los huecos, 
el vacío entrando y saliendo. 



Foto y texto, Virgi