miércoles, 26 de septiembre de 2018

Origen



Corría campo a través cada mañana. Un día una mancha blanquecina hizo que se agachara, era un diente. Tiempo después, un pedazo de hueso y algún otro al borde del sendero. 
Intrigado, en el amanecer ya solo olfatea el terreno como un sabueso.
Ahora sabe que corre por encontrarse, va teniendo trocitos de un costillar y también media mandíbula.
Poco a poco se completa.


Texto y foto, Virginia

domingo, 23 de septiembre de 2018

VOCES XXXII







Andas todo el día jimiriquiando, a ver cuando coges fundamento, que se te va el baifo cada dos por tres. Ahí está ese muro lambusiado, no le has puesto asunto ni has traído el afrecho del cochino. Lo que te gusta es andar golisniando todo el santo día de mairén pa’ mairén. Y cuando algo no te agrada, te amulas y si te he visto no me acuerdo. 



Menudo palanquín, lo que pasa es que estás arregostado de no hacer nada, una mano alante y otra atrás, vaya un estalaje en ese cuarto! Una buena cuerada pa’ emparejarte es lo que hace falta, machanguillo. Y a mí no te me revires ni me hagas morisquetas, que te estoy calando, soy mayor que tú y bien ateado pa’ lo que se tercie. Espabílate, no seas bamballo, coge el cubo y vete al gocho a por higos, que se pasan de ahora pa’ después en lo que vas y vienes.




 Texto y fotos, Virginia


jueves, 20 de septiembre de 2018

Antigualla



Escondida entre las typhas, la rana contempla como el príncipe busca su disfraz de sapo. 
El muy tonto no sabe que por suerte, ya no hay princesas.


Texto y foto, Virginia

domingo, 16 de septiembre de 2018

Cardones



Los cardones, candelabros verdes en medio de malpaíses y zonas agrestes, con  brazos elegantes en barrancos y costas, son un endemismo canario muy llamativo. Rudos, de espinas cortas y flores como botoncitos granates, elevan sus tallos queriendo despistar que entre ellos se desarrolla un microhábitat con diversas especies de animalillos y otras pequeñas plantas.



Desaparecido de Lanzarote y elegido como símbolo de Gran Canaria, su látex (bastante tóxico) se empleaba antiguamente para “embarbascar”, un método pesquero  práctico y peligroso que consistía en echarlo en los charcos de la orilla y atontar al pescado.







Texto y fotos, Virginia

sábado, 15 de septiembre de 2018

Despaisajes



Despaisaje LXVII


Lentamente se hunde el mar y nosotros con él.





Texto y foto, Virginia

jueves, 13 de septiembre de 2018

Geometría



Los triángulos también existen, con sus senos y cosenos, hipotenusas y elevaciones al cuadrado. 
El triángulo de las Bermudas, el del cielo veraniego con Vega, Deneb y Altair, el triángulo amoroso de Anäis Nin, los fractales de Sierpinski, la torre Eiffel, las pirámides mayas y las egipcias.

Y aquí, recordando la erupción del Chinyero, entre higueras, almendreros, viñas, escobones y tuneras.


Texto y foto, Virginia

martes, 11 de septiembre de 2018

Despaisajes




Despaisaje LXVI


-¡Oh, no me quites el sol!


Firme quedóse la sombra, enamorada de 

aquella boquita de almagre.





Texto y foto, Virgi


miércoles, 5 de septiembre de 2018

Rutina





Cruza la línea, sube a la acera, echa un vistazo al rectángulo de luz, se apoya  en la escalera y salta al agua.
Nada como un cachalote, como un delfín, como una sirena, como una morsa, como un pejeverde, como un pez volador.
Atraviesa el lago y vuelve.
Sube los peldaños rojos, mira un segundo el reflejo luminoso, baja de la acera, traspasa la raya amarilla y se esfuma.

Así un día y otro y otro.


Texto y foto, Virgi
(Lago Michigan)

CONCHEROS




Sorprendentes los concheros guanches estén donde estén. 
En Teno o en Rasca, en Buenavista o en Arguamul. Unas masas de tierra con conchas formando un pastel ocre y nácar, menudos caparazones de lapas, burgados y bucios entremezclados al sol. Capas y capas que forman pequeños pero extensos montículos casi siempre al soco de bloques de basalto donde sentarse, o cortos muretes rústicos. 















Asombra pensar cuánta gente se reunía para darse esos banquetes exquisitos, un día en un sitio, más tarde algo más alejado, luego otro más allá, rodando el asentamiento en base a lo que la orilla marina les ofrecía, hasta volver al primero y seguir formando las montañitas que ahora vemos.




Los estudiosos don Elías Serra y don Diego Cuscoy, en un viaje de estudios en el verano del 43 –fueron en barco desde Alcalá- visitaron los de Teno, contando un centenar de ellos, y en alguno, también encontraron restos de cerámica y un par de tabonas (fragmentos de obsidiana, equivalente al sílex). Unos más notados que otros, pero siempre cerca de los riscos, los concheros guanches señalan un hábito que habla de grupos organizados, de conocimiento de la naturaleza, de las mejores épocas para la recolección y sobre todo, de una vida elemental con mínimas comodidades.



Por más que los haya visto o los descubra en algún borde de la marea, siempre me hacen detenerme, reflexionar, asombrarme. En algo se parecen a las eras, pues suelen estar en sitios ligeramente más elevados de los que hay alrededor, como si los guanches quisieran solazarse del paisaje mientras comen, a veces crudos, otras veces pasados por el fuego y siempre con el océano cantando su canción infinita, de mar bravío a oleaje sereno.


























Texto y fotos, Virgi