martes, 11 de noviembre de 2025

Marvao

 

Como un águila en sus dominios, así se posa Marvao sobre el farallón. No vuela, ni caza, ni atisba una presa. No, ni falta que le hace. Allá arriba la villa nos ve recorrer los adarves y el castillo, las callecitas adoquinadas (blancas y negras, claro, es portuguesa), las plazas recoletas.

Una señora barre el portal y recoge nueces del pequeño jardín, un anciano con bastón cruza bajo el arco. Obreros inmigrantes trabajan en una esquina mientras algunos forasteros se embelesan con el pueblo.





 

Poco más, pero tanto.

Con restos romanos muy cerca, y, posteriormente, refugio de Ibn Marwan (fundador de la ciudad de Badajoz) a finales del s. IX, el lugar nos admira por su apacible pulcritud.

Tiempo después pasó al reino portugués, luego al español, para acabar definitivamente (en 1299) siendo parte de la nación lusa, gracias al rey Dinis I, insigne gobernante y sustentador manifiesto de la identidad portuguesa.





 


Recorremos el lugar, comemos bacalao, acariciamos un gato (nunca faltan los gatos) y dejamos el lugar con la satisfacción que seguramente tenga un águila controlando sus territorios inexpugnables, cerca del cielo puro y azul, tan agradecido de que exista un lugar como Marvao.









Texto y fotos, Virginia

sábado, 1 de noviembre de 2025

Permanencia

 

En el silencio del olvido

aún vibra el rumor de lo cotidiano.




Texto y foto, Virginia

martes, 21 de octubre de 2025

Sugerencia

        

            No te distraigas con las luces del camino. 

 La del final será la mejor.




Texto y foto, Virginia

viernes, 17 de octubre de 2025

Solaz


Si la vecindad supiera que cada tarde juega a las cartas con el compañero ideal. No discute, no bebe, nunca se equivoca dando las cartas. En la casa más tenebrosa del condado, la anciana Rose comparte la mesa con un antiguo inquilino. Silencioso, transparente, de facciones delicadas, jugando al mus el fantasma es un portento.





 

 Texto y foto, Virginia

sábado, 4 de octubre de 2025

Embeleso


El Pino de Casandra en lo alto de una loma. Señor silencioso que domina el paraje y la Presa de las Niñas, mientras a su alrededor vuelan picapinos, canarios, pinzones, mariposas, caballitos del diablo, alguna mariquita que se posa en mi brazo. Oí los cantos, vi sus aleteos, conversé con un cabrero bajo el calor del mediodía. Inmersa en el paisaje y en las leyendas acerca de Casandra, se me fue el tiempo y algo mío se quedó allí.




Texto y foto, Virginia

domingo, 28 de septiembre de 2025

Necrópolis de Arteara


Volver a caminar entre pedruscos, viendo túmulos aquí y allá, unos más completos, otros como amontonamientos, muchos con sólo una pared. Volver a la Necrópolis de Arteara, un territorio abrupto y ferruginoso desgajado de la montaña hace miles de años, con una extensión de unos dos kilómetros cuadrados y que sirvió a los aborígenes de una amplia zona de Gran Canaria para enterrar a sus muertos, en cavidades secas y sencillamente edificadas. Más de 800 cistas, esparcidas desde la base del risco hasta el frondoso barranco de Arteara, sombreado de palmeras y numerosos árboles frutales.









Volver después de una decena de años para repetir el impacto de caminar por un cementerio singular, un espacio sagrado y conmovedor. Volver a contemplar el “Túmulo del Rey”, que ostenta la particularidad de una posición estratégica, de manera que los primeros rayos de sol que salen en el equinoccio de la primavera sobre el Macizo de Amurga iluminan esta tumba, mientras el resto permanece en penumbra unos minutos.










Hay regresos tan enriquecedores que volveremos sin duda.



 

Texto y fotos, Virginia

 

domingo, 14 de septiembre de 2025

Torpeza


Atravesé pasillos, puertas, ventanas, corredores.

No llegué a ningún sitio.





Texto y foto, Virginia