sábado, 29 de junio de 2013

Mutación



Por el callejón de los sueños
pasean los deseos





       rebotan en los muros





                      se cuelgan de las ventanas

 
 


       beben del rocío








       se disuelven en los pozos

  

Fotos Virgi


jueves, 27 de junio de 2013



TRAS LA NOVENA DECLARACIÓN ANTE UN JUEZ Y POR RIESGO DE FUGA Y DESTRUCCIÓN DE PRUEBAS

Bárcenas, a la cárcel





El cielo me parece de un limpio azul, el sol se ha vuelto más equitativo y el horizonte es una siempre lejana  línea que aún me muestra alguna esperanza. Le doy las gracias al Juez Ruz por darme un trozo de felicidad en este día.   

                                         

lunes, 24 de junio de 2013

Voces X






Tendió los chusos en la liña, encharcados los traía de caminar por los andurriales bajo la sorimba
 Las lengüetas le abanaron, diciendo un adiós sin palabras, como esos gagos que les cuesta articular. Entaliscada en un gocho donde nadie la viera dejó la garrafa, ya la trincaría otro día. Con un geito muy suyo,  se lambució las manos, limpiándolas del barro en la atarjea que traía la dula de ese día. 



Avanzaba la mañana y las badanas, babosas por el aguachirre que escurría, le molestaban también, así que las desanudó, botándolas donde el entullo.
Le parecía tener el buche virado y las noriegas que seguían cayendo sólo contribuían a aumentar la magua que ya le duraba unos días. Le dolía el totizo, quizá fuera del partigazo en las lajas resbalizas.
Entró al fin en su chozo, corrió el fechillo, y como un totorota se echó en la piltra, antes de que le diera un yeyo. Con seguranza, al despertar sería el puntal de siempre, un mal día lo tiene cualquiera.





 
Fotos Virgi

martes, 18 de junio de 2013

Feedback

                                     
 Lori Vrba, "Wheatfield"


Va la niña cruzando el campo, y de rubio se le doran las guedejas. La tarde se imagina ámbar, venteada por la brisa del valle.

Entre las mieses canta una alondra, y las amapolas, corola ardiente, manchan de sangre el paso liviano de la niña y sus pájaros. No vuelan, no, aunque podrían. 
Se han quedado, sutiles como el aire, a su vera, cantándole un rumor de alambre y metal.

El trigo corona de oro el ocaso, y la niña,  fugitiva entre las espigas, sueña con nubes donde posar las aves y ella misma, mientras el cielo se entretiene con sus pasos.





Juan Yanes, con su generosidad habitual, cuelga en Máquina de coser palabras mi relato El coleccionista y lo adorna divinamente con una foto de Lori Vrba. Esa foto, a su vez, me ha inspirado estas líneas.
Gracias, Juan, gracias.



 Foto Virgi

viernes, 14 de junio de 2013

Sosiego


Dormida sobre el rojo





 soñó con azules 
             y una casa en la montaña

                                            




                       y había ámbar 
                       y peces
        y una fuente seca.




                               La despertó un fulgor
               oleadas de sol sobre su piel







y las piedras

impasibles

a un lado del camino.




 Fotos Virgi




 

lunes, 10 de junio de 2013

Mi Tenerife (III)

































































 


















Fotos Virgi



Y aquí, una venganza en bandeja de plata.

jueves, 6 de junio de 2013

Humboldt


Tus sueños escalaban la montaña. Desde la cresta se divisaba el mar y la isla toda era un rumor de volcán y naturaleza generosa. Con el catalejo, la libreta de notas, los libros de árboles, bichos y flores, subiste audaz e ilustrado hasta la cima.
En sólo seis días y con el deseo de vivir bajo este cielo, nos dejaste nombres de plantas, coordenadas, isotermas, apuntes sísmicos.

Un joven europeo se asoma al valle y lo encandila el verde, la luz,  las cumbres grises, negras, rojas. Indaga, pregunta, camina, escribe, observa, estudia. 
 
La isla te nombra siempre. Quizás, como agradecimiento por habernos legado algo de tu ilustración exquisita, el eco de tu voz suena aún sobre La Orotava. Mas, si volvieras, desde el mirador que lleva tu nombre, tus ojos de bronce no reconocerían el valle, otrora hermoso, ahora suma de edificios, carreteras, huertas baldías, fachadas imposibles.
Eso sí, en lo alto, el Teide mantiene su sagrada estampa guanche, ¡oh, Humboldt! y guarda la memoria de tu huella, sabe de tus pasos, y, azul, azul, conserva aún el impacto de su fuerza, la desproporción del fuego, la espera de la lava.






 
 















Alexander von Humboldt (1769-1859) visitó Tenerife en junio de 1799. 
Con la Ilustración como seña de identidad, contribuyó a conocernos mejor, isleños inmersos en una naturaleza sorprendente, lejano amasijo de identidades, entre olas y fuego.



La escultura es de Ana L. Martín, colocada en el Mirador de Humboldt, La Orotava.



















 Fotos  Virgi

domingo, 2 de junio de 2013

Oquedad



Colgó las botas.

No caminaré más
aquí he de esperar.




Así lo hizo.

   Abrió el armario vacío.

   Se sentó bajo el árbol.






Árbol sin hojas.

Árbol sin flores.

Corteza y cicatrices.

Savia tortuosa.






Encontré las botas, las hojas, 
las ramas, la sombra en el tronco, la raíz profunda.

Mas de él, nada ví.




Fotos Virgi