Lo destapó aún sabiendo que habría perdido cualquier olor.
Así fue, sólo quedaba un sutil aroma que no pudo identificar. Sería el de los recuerdos olvidados.
Texto y foto, Virginia
Unos de los objetos impresionantes -entre otros cientos a cual más asombroso- que podemos contemplar en el Museo del Oro de Bogotá es esta balsa.
Elaborada por la cultura muisca (centro de Colombia) hace más de mil años, es una delicada pieza que representa el acto en que era nombrado el heredero del cacicazgo, al que se le cubría de polvo de oro, al tiempo que arrojaban esmeraldas al Lago Guatavita, como ofrenda a los dioses.
Texto, Virginia
Foto de Internet
Se alonga hasta el espejo. Quiere comprobar si es el mismo de cuando se fue. La imagen que le devuelve es irreconocible, únicamente encuentra el lunar de la mejilla, el mismo que el de su abuela.
Texto y foto, Virginia