lunes, 31 de diciembre de 2012


 Sueltos



 Hallazgo



En el hueco de la roca centellea la luna. Quiere cogerla para sus noches sin luz. Saca un ojo enorme, cristalino como una bombilla, reluciente y luminoso, con el que camina sin fin en la oscuridad silenciosa.






Déjà vu
 
Se despertó para ir al entierro. Era jueves y no sabía quién había fallecido. Sólo recordaba el altavoz anunciando una muerte. Con prisa, se vistió, salió y pagó un café en el bar de la plaza. En ese momento el cortejo fúnebre iba por la calle.

Alcanzó a ver a su mujer, sus hijos, sus hermanos, algunos sobrinos. Imposible que él fuera el muerto, llevaba enterrado más de diez años.
 









 Fragilidad
 
El espejo se partió en pedazos.
Como un puzzle imposible brillaban los trocitos. Ahora me veo en cada uno, sin saber cuál de ellos me representa.
Sólo las nubes cruzan, indiferentes.






Fotos Virgi 






Aprovecho la ternura de un Idilio navideño 
para desearles un 2013 mejor que el que acaba.
 

martes, 25 de diciembre de 2012

La armonía del vertedero






Quiero compartir un regalo.

Un regalo hecho de latas, botones, tubos, cacharros, maderas viejas.

Un regalo musical, cuando la música no es boato, auditorios, instrumentos delicados, músicos consagrados.

Un regalo para creer en las posibilidades que aún nos quedan, ofrecidas por quienes menos pueden, pero más tienen, un MÁS sobrado de autenticidad, de alma, de voluntad.
Y belleza.


miércoles, 19 de diciembre de 2012


Mis deseos para estos días y el año que se acerca: 
un trozo grande de serenidad, 
otro de bienestar, uno enorme de paz, 
menos recortes, ningún desahucio.
Besos y abrazos para todos los que vienen por aquí.

 
¡Ah, y políticos y banqueros, a trabajos forzados!

lunes, 10 de diciembre de 2012

Rumor


 








Bajo la almohada 
oye un tenue murmullo.
Desliza la mano 
y encuentra la sombra de sus sueños,
ciudades, 
olas,
conversaciones en la noche,
aquella pesadilla de pequeña,
un llanto de ausencia.

 



 
Se da la vuelta y el rumor la adormece,
el rompecabezas de los sueños está completo.


 

Fotos Virgi

viernes, 7 de diciembre de 2012

Premios Libros y Literatura




El concurso tiene por objetivo promover los blogs literarios y encontrar las mejores reseñas literarias de la blogosfera actual y premiar a sus autores.
Si tienes un blog que cumpla los requisitos que piden, entra aquí.
Está organizado por la web Libros y Lectura.
 
Por mi parte, acogiéndome a las entradas que realizo sobre libros, me he decidido a participar, con una reseña que hice hace unos meses sobre “Pánico al amanecer” de Kenneth Cook. Me gustó tanto, que lo leí de un tirón y de otro hice el post. A ver si tengo suerte y consigo algún lote de libros.
Gracias por deseármela.


martes, 4 de diciembre de 2012

Nostalgia







En la esquina le dijo adiós. Volaron las plumas de su sombrero, el viento agitó las ramas de los tilos y un gorrioncillo se posó sobre el banco. Iba tras los charcos y los cantos rodados, iba en pos de la lluvia y el ocaso.
Ya nunca pudo encontrarla.

A veces la brisa le traía, justo en esa esquina, el aroma de su piel.
Allí se quedaba, junto a la farola, sintiendo el rastro perdido.


Fotos Virgi

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Instinto




La emperatriz de los perros se mantiene al margen, su misión es conservar la casta y ladrar de vez en cuando. Bajo la lluvia, observa el brillo del agua sobre el piso y el silencio del jardín entre la niebla. Sabe bien de su poder y del precario equilibrio entre un ladrido y otro. El instinto le dice que no habrá opciones, que los cobardes no verán llover nunca más, que la caza ha terminado.
Contempla a los humanos y piensa que aún les queda mucho por aprender.
 





para Adal


                    Fotos Virgi

jueves, 22 de noviembre de 2012

Renuncia




Encendió el ventilador. Los papeles volaron, el balcón los recibió con sus brazos de balaustre, bien abiertos. Cogió los libros y los fue tirando por la ventana, unos caían en el jardín, otros llegaban aún más lejos, al borde del estanque. Sus libretas de notas las troceó con el potente brazo de la cocina. Abrazó los lápices con un calcetín viejo y los metió en el horno, a fuego lento.
Nada dejó de letra impresa, hacía tiempo que se había deshecho de los recortes de periódico. Le quedaban las cartas, aquellas cartas de un amor de juventud que le marcaron los primeros pasos para ser un escritor de éxito. Con las tijeras de podar las hizo pedazos.

Ahora tenía una tableta y la vida por delante.
 





                                            
para Lucy


                     Fotos Virgi

jueves, 15 de noviembre de 2012

Grecia







La
proporción 
de la belleza
de la historia
de Agamenón
de Troya
de Zeus
de kuros y korais
donde la democracia
y el pensamiento
Fidias
Pericles
Policleto y Arquímedes.



 
Allí, con el dórico, el jónico y el corintio, el teatro, Pérgamo y Olympia. Allí, con los dioses y la Palabra y el Partenón y Homero y Alejandro.

                                                     

 


      
                                                             Allí.
                                                          Siempre.
                                                       Resistiendo.



                                                 

Fotos Virgi
(excepto Laoconte, de la red)
                     

viernes, 9 de noviembre de 2012

Matemáticas V



Un punto.
El vértice del cuchillo.




La afilada hoja de una lanza.



Un triángulo.
El corazón en llamas.
 



Un círculo.
La mancha sangrienta sobre el piso.

Un cubo.
El lugar donde el crimen se pinta de rojo.



La espiral.
Un camino sin salida.
 


Fotos Virgi
(triángulo rojo: instalación de A. Kapoor, Edimburgo)



                                                Si les apetece un encuentro al calor del fuego, aquí.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Amantes




El elefante concretó su objetivo, llegar al río antes de caer la tarde.

Se teñía de ámbar y grana el cielo africano.
 La noche esperaba, un guiño de fuego entre las nubes.

Paso a paso, el elefante, lento y ceremonioso, leía las piedras del camino. 
Sus colmillos, brillantes, inmensos, pulían el atardecer.

Allá, tendida sobre el manto negro del agua, lo esperaba  la luna.






Fotos Virgi

lunes, 29 de octubre de 2012

Leer, leer, leer (XV)


Un chico en la vorágine de la adolescencia, años cincuenta en París, una familia a punto de sí o no, desengañados comunistas que arrivan en secreto, el amor, nuevo e indescifrable, futbolines, ajedrez, la conciencia que empieza a tocar a la puerta del corazón.
Jean Michel Guenassia, tiende las redes y nos mece, cotidiana y tiernamente, en el mar de lo social, la rebeldía, el descubrimiento de la vida, inesperada en las esquinas que nunca aprenderemos a doblar. Nos mece y nos deja, vencidos, en la orilla de los optimistas, un refugio vano al que siempre hemos de volver.






Y en el  mar infinito aparecen Las Sirtes, creación exquisita de Julien Gracq. 
Un reducto imaginario para una posibilidad cierta: la del individuo frente al aparato omnipresente y poderoso del estado. Un estado capaz de involucrarnos en los peores desastres siempre que sea para su gloria.
En un ambiente fantasmagórico, donde pocas cosas son las que creemos, una sala de mapas que imagino templaria, un fortín al borde de la desesperanza anclado en el páramo nebuloso, irreal y poético del confín territorial, ahí, ahí están Las Sirtes. En el paraje absoluto de la literatura, en la soledad vibrante de quien escribe una fábula, con el conocimiento del que sabe que en la ensoñación, también se ancla la realidad.
Julián Gracq controla el tiempo como si fuera su dueño y Las Sirtes como el paisaje de una tierra premonitoria, pero eternamente humana.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Evocación




La anciana del bolso verde trastea buscando algo. Saca pañuelos, un espejito, caramelos de menta, un llavero sin llaves, un trozo arrugado de periódico, dos viejos lápices, unas pinzas, un carmín, un cuaderno de resorte, manchado y casi sin hojas. Sentada a la puerta de un convento, garabatea algo, no le importa que el papel esté ya escrito.
Cuando acaba, se mira al espejo y ve a la chica del periódico, a la que le dieron un premio por escribir un poema que ya no recuerda.




Fotos Virgi

jueves, 18 de octubre de 2012

Pupila y palabra XXIX






Nostalgia


Las nubes se rizaban, tibias en un cielo de otoño.
Juniet, sentada con su madre, veía pasar la mañana.
Iban a la feria del pueblo. Pero antes, la iglesia, con sus salmos y su aburrimiento. La mirada del pastor, inquisitiva tras la aparente dulzura. Juniet tiraba de la falda de su madre: ¿Cuánto falta, cuánto falta?
Le gustaban los domingos, salían todos en la tartana, lenta, minuciosa con las piedras, de ruedas enormes y asientos incómodos, serenamente tirada por la yegua, un miembro más de la familia.
Al soco del carruaje, se colocaba el perro y allá quedaba la granja, entre el riachuelo y las pacas de paja, las gallinas y el almacén.
Era un recorrido largo y la única ocasión en que pasaban una hora tan juntos, silenciosos y reservados, camino de la iglesia y de los vecinos.

A Juniet no le gustaban los actos religiosos, solemnes, llenos de cruces, promesas, amenazas y arrepentimientos. Con impaciente paciencia, esperaba el final para pasear entre vendedores de fruta, miel, verduras, herramientas. Había un herrero dándole al yunque, una señora que hacía cortinas de encaje y el anciano que daba vueltas a las nubes de algodón
Era de las pocas veces en que su padre le consentía algún capricho: un pajarillo en su jaula, una hucha de metal o un molinete al viento.
Pasado el mediodía, volvían de regreso. El camino, entre sueños, se le hacía enorme a Juniet.

Mucho más tarde recordaría ese tiempo. Al contemplar el cuadro, un perfume melancólico le traía el carruaje y el perro, las nubes, su familia, el silencio del sendero.


Aquellos momentos ya nunca volvieron.
Ni antes ni ahora. Algo tienen los domingos de nuestra infancia, un sabor dulce y triste, que sobresale entre las semanas y nos cobija en la nostalgia.


El paseo de Juniet , 1897 (?)
Henri Rousseau




viernes, 12 de octubre de 2012

Extravío



Según te alejabas,
el óxido se apropió de los peldaños.
 



Las palabras sucumbieron en el río.




El ocaso voló con los recuerdos. 


Fotos Virgi


(y  las estrellas, fieles siempre,
no se van, no,
las comparto con mis visitantes en 
Esta noche te cuento)