sábado, 25 de febrero de 2012

Silencio

el perro





el gato





la casa






la puerta




todos duermen

el espejismo nos trajo un sueño
el sueño nunca se cumplió

despertar
fue un sajazo
una herida
un precipicio
en medio del suelo
que pisábamos



ahora
la sangre
el silencio
están
en nuestros sueños.





fotos Virgi

martes, 21 de febrero de 2012

Leer, leer, leer (XII)



Quiso Pirandello escribir 365 “Cuentos para un año” y murió antes de conseguirlo. En los más de doscientos que dejó, con su lúcida ironía vemos mejor el mundo que nos rodea, bien estemos atados a una silla de oficina, bien a la tierra por cultivar, a las tradiciones religiosas o a los prejuicios sociales. Sicilia, hermoso lugar, hermoso, se explica mejor leyendo a Pirandello. Y también la vida que sobrellevamos, la que no entendemos, la que nos parece un mal sueño del que es imposible salir. Sagaz, crudo, penetrante como una daga, fino en el humor, aunque sea más que negro, el escritor, con personajes populares y a pequeñas dosis, nos da una lección paseando por el absurdo en que nos movemos.

Dos pequeñas novelas de Irène Nèmirovsky, “El baile” y “Nieve en otoño”, muestras del talento para relatar en poco espacio con mucha sustancia. En el primero, una adolescente frente a la ambición de la madre, resuelve su imposible primer baile de una forma eficaz y de consecuencias imprevisibles… ¿o quizá no? Con la segunda, la criada eterna, fiel a sus señores, extraña en París la nieve de Rusia, mientras Europa se conmociona con la Revolución del 17. Dos perlas delicadas con trasfondo injusto y cruel.

Vassili Grossman me envuelve durante meses, tal cual la batalla que relata de Stalingrado en “Por una causa justa” Guerra, horror, belleza, amor, conviven en el gigantesco relato que el escritor detalla desde la primera fila hasta la retaguardia, desde las oficinas de los jefes hasta las fábricas de armamento. Cruzando el Volga, me traslado frente a aquel mapa de mi infancia, cerca del Cáucaso, cuando ya la ciudad de Stalingrado hacía tiempo que no olía por los cadáveres que, de uno y otro bando, yacían bajo los escombros, en una de las batallas más sangrientas de la historia.

“La niña que iba en hipopótamo a la escuela” de Yoko Ogawa, me reconforta con su optimismo y delicadeza oriental. Un cuento delicioso y mágico, que nos hace deambular por una infancia llena de momentos fascinantes.




Acabo con Denis Lehane, cautivador en “Cualquier otro día”. Realismo aplicado a unos cuantos personajes imprescindibles: negro que huye, policía con ideales y bateador de éxito en Boston, camino de la década de los 20. Con ellos, una urdimbre de contrabandistas, soldados que regresan de Europa, emigrantes italianos e irlandeses, en un fresco que avanza hacia la gran depresión del 29, paseando entre huelgas, racismo y movimientos sindicales.

La lucha para conseguir un mínimo de derechos en un país que presumía de libertad y democracia. Y ahora, después de un siglo largo de batalla continua y tenaz, de unos cuantos plumazos, la clase trabajadora, de nuevo, a los pies de los caballos, que piafan, felices, conscientes de que no les van a faltar verdes prados donde pastar.




Gracias, Profe Thornton, va por ti.

jueves, 16 de febrero de 2012

Tierra



Me llevo la tierra.

La de los árboles
la de la montaña inaccesible
la que bordea el barranco
de la que vengo
a la que voy
la de los topos y las ardillas
aquélla,
con la sombra de las nubes
y ésta,
rayada por la Luna.

Me llevo la tierra.

Con semillas
con hojas
con caracolillos
con granos de trigo
con olor a primavera
a mosto y a lava.

Me llevo la tierra.

Ella va conmigo.



Fotos Virgi

sábado, 11 de febrero de 2012

Veneración





todo el mundo sabe
que la guerra ha terminado
todo el mundo sabe
que los buenos perdieron
todo el mundo sabe
que la pelea estaba amañada
los pobres seguirán pobres
los ricos se harán más ricos

así va




Tiene Leonard Cohen el poder de adelgazar mi alma y hacerla etérea y leve, como una lágrima de helio. Tiene la magia de hacerme pasear por sus letras, contorsionando mi corazón hasta el suspiro. Tienen sus canciones la poesía eterna del espíritu que se pregunta adónde irá, el porqué de sus dudas, el acaso del más allá.
Secuencia y escenario, espejo y sombras, sus palabras cubren el horizonte que contemplo a lo largo de mi vida. La cadencia de su voz, caverna grave y doliente donde mecer la tristeza, es un bálsamo y un refugio.
Venero a este hombre, poeta infinito.



Para Edm, él sabe la razón.

martes, 7 de febrero de 2012

Matemáticas IV



Una línea corta las nubes. Paralelas y oblicuas se divierten sobre el telón blanco, tornasolado de azul. Geometría rubia y negra, abre sus alas a la brisa de la costa y sonríe, burlona y conocedora de mi afán matemático.
Conos truncados, cilindros, sectores circulares, circunferencias, cuadrados y rectángulos se conspiran para embelesarme. La abeja, sigue riéndose, analfabeta yo de usos y costumbres en un lugar siempre nuevo.




Subo una cuesta dejando el bullicio de la calle y, cuando bajo la otra, el mediodía silencioso se pasea por la ciudad. Hasta el insecto, círculo de sol y ébano, ha dejado de volar, y se mece, pluma al viento, entre quebradas, perpendiculares, ángulos y fracciones.

Me pierdo en el caracol de la tarde y busco el número áureo entre los peldaños del camino.





Fotos Virgi
La Palma, dic. 11


Enlace

miércoles, 1 de febrero de 2012

Miradas V



quise ser higo sobre el risco




interrogante en el camino




llamador en la puerta olvidada




verde en la charca




ni siquiera pude ser aire entre las nubes


Fotos Virgi
La Palma, dic. 11