miércoles, 5 de septiembre de 2018

Rutina





Cruza la línea, sube a la acera, echa un vistazo al rectángulo de luz, se apoya  en la escalera y salta al agua.
Nada como un cachalote, como un delfín, como una sirena, como una morsa, como un pejeverde, como un pez volador.
Atraviesa el lago y vuelve.
Sube los peldaños rojos, mira un segundo el reflejo luminoso, baja de la acera, traspasa la raya amarilla y se esfuma.

Así un día y otro y otro.


Texto y foto, Virgi
(Lago Michigan)