Despaisaje
XXXII
De un día a otro desapareció la plata; les costará a los mineros encontrar su disfraz sobre las piedras.
Despaisaje
XXXIII
De su cita con la luna, solo quedó la luz de las farolas.
Despaisaje
XXXIV
Seca la
ciénaga, salieron a la luz frágiles osamentas; allí escondía el flautista a los
ratoncillos.
Texto y fotos, Virgi