¡Chiquito jilorio a las seis de la mañana! Claro, estuvo toda la noche jociquiando de acá pa'llá, te crees que es juguete? Hasta la venta de Ambrosio llegó:
_ Ponme un fisco ron, una jarea
bien sabrosa y unos chochos pa' condutar…bueno,
y ya que estamos, échame un cachito pan bien colmado con chorizo de Teror.
No contento, se mandó un lagunero y unos rosquetes de Vilaflor. Engrillado iba al cabo un rato ¡cruz, perro maldito! Largó la mascada al pie de un tarajal y más alladito, se tumbó rente a la atarjea.