miércoles, 24 de agosto de 2022

Volcán de Tajogaite



La Naturaleza, generosa como acostumbra, sorprendente por encima de nuestras expectativas y estoica hasta extremos insospechados, hace reverdecer pinos, morales e higueras sobre los campos negros de la erupción.






Cuando todavía la temperatura es altísima a pocos metros del suelo y en muchos sitios hay peligro de gases, el verdor de los árboles brilla sin mácula, mientras en la cúspide, los tonos azufrados, amarillos y blancos adornan la erupción más reciente de Canarias.

El sendero que conduce hasta el mirador del Volcán de Tajogaite cubre ahora de arena lo que fueron huertas, pastos, viñas, árboles frutales, cuartos de aperos.  Sobrecoge la fuerza telúrica que subyace bajo nuestros pies y nos conmueve el daño pavoroso de las lenguas de lava sobre casas, ganado, huertas, estanques, caminos.



Sin embargo, ahí van brotando los verdores insólitos, esperanza sobre la oscuridad.



 

(Gracias a Néstor, guía oficial del recorrido y a Mercedes Castellano Fariña, de “Candelaria Life & Trekking, por la excelente organización)



Texto y fotos, Virginia