La luz me hizo dudar.
¿Era yo o mi fantasma?
¿Era yo a punto de llamar a las cabras?
¿Era yo buscando un lugar donde guarecerme?
¿Era yo al borde del risco, allí donde moraron los antiguos?
Sí, era yo. Pero no había cabras ni antiguos, solo una cueva como un arco iris. Un lugar lejano que aún mantenía el calor ancestral y una atmósfera que me hizo creer era yo en alguna vida anterior.
Así estuve un tiempo, mientras la luz alumbraba una duda turbadora.
Texto y foto, Virginia