Un secarral donde embadurnarte de ocres. Ahí es donde me encuentro con la tierra y respiro su aroma milenario. Es ahí, justo ahí, donde decido quedarme, a la sombra escueta de las palmeras, en el veril de las gavias o al soco de las rocas.
Es ahí, justo ahí, donde la tierra me acoge porque soy parte de ella.
Texto y foto, Virginia
(Valle de Río Palmas, Fuerteventura)