Hay días productivos, de esos en que el azul del cielo es nuestro aliado, los ángulos son tímidos y a la vez contundentes, las sombras cruzan sin mucha convicción y las líneas nos sorprenden siendo paralelas, circulares o quebradas.
Hay días productivos, sí. De esos que nos regalan imágenes que siempre han estado, pero nosotros no habíamos visto.
Texto y fotos, Virginia