martes, 30 de junio de 2009

Leer, leer, leer (4)

“En una cuneta con la cabeza vuelta hacia la tierra, las piernas dobladas, los brazos extendidos, él se está muriendo. Está ya muerto. Entre los esqueletos de Buchenwald, el suyo. Hace calor en toda Europa. En la carretera, a su lado, pasan los ejércitos aliados. Esto es, esto es lo que ha sucedido. Tengo una certeza. Camino más deprisa. Su boca está entreabierta. Es el atardecer. Ha pensado en mí antes de morir. El dolor es tan grande, se asfixia, no tiene aire: El dolor necesita espacio. Hay demasiada gente en las calles, quisiera avanzar por una gran llanura, sola. Justo antes de morir debió decir mi nombre. A todo lo largo de todas las carreteras de Alemania, hay hombres y mujeres tendidos en posturas semejantes a la suya. Miles, decenas de miles, y él. Él, a la vez contenido en otros miles, y destacándose para mí sola de los otros miles, completamente distinto, solo. Todo lo que se puede saber cuando no se sabe nada, yo lo sé.”

El Dolor, Marguerite Duras, 1985
“El Dolor es una de las cosas más importantes de mi vida” (palabras de la autora en la introducción
).

5 comentarios:

Fernando García Pañeda dijo...

La vida es muy hermosa, pero duele. El dolor es parte de la vida, no se puede vivir sin cosechar fracasos ni la parte de dolor que nos corresponde. Eso que se obvia hoy en nuestra sociedad.
Es legítimo esquivarlo, pero no negarlo.
Besos.

virgi dijo...

Muy cierto, Fernando. Parece que a los niños y jóvenes de hoy hay que educarlos en el no-sufrimiento. Tremeno error. Una dosis, o muchas, nos son necesarias, para entender algo la vida.
Un beso

Haideé Iglesias dijo...

Cierto Virginia, el sufrimiento negado a los niños les imposibilita conocer el de los otros, excepción hecha de los niños crital, y también los índigo.
En todo este tiempo, tan sólo he encontrado dos libros hablando sobre los niños superdotados con sensatez, los demás, todos al cajón de los trastornos del aprendizaje y a darles pastillas para tenerlos quietecitos...

Cuanto más se esquiva el dolor, más aparecerá en nuestra vida, es lo que nos hace crecer y comprender a encontrar nuestra esencia y de ella a saber porque estamos aquí, así al menos lo entiendo yo.

Siempre me ha gustado Marguerit Duras, aunque ya no lea ya nada de novela a día de hoy.

Otro cálido abrazo :)

jorge dijo...

¿cuando sufrimos?

Cuando nos toca a nosotros.

Lo dice bien la Duras, sufre por Él, a pesar de que hay miles en las cunetas de la carretera.

virgi dijo...

Haideé, Jorge: gracias por acercarse hasta esta entrada. Besos a los dos