Mi gato volatinero, el de los ojos de ébano y oro. Mi gato sedoso. El que entra en la alacena y registra el armario. El bicho selvático de andares lánguidos y maullidos de fiera. Mi gato maestro, jamás alumno, olfatea mi vida sin saber si le gusta o le molesta.
Mi gato, tan gato, prodigioso como todos los gatos.
Texto y foto, Virginia