viernes, 14 de febrero de 2020

El arco iris vive en la India




En los ropajes de las mujeres indias vibran los colores del mundo. Rojos, naranjas, amarillos, verdes, granates, azules. Ya lleven leña, limpien aguas negras, vendan cachivaches o verduras en las esquinas, conduzcan ovejas entre los matorrales, carguen ladrillos y amasen cemento, tintes luminosos las cubren de dignidad y elegancia.












Las mujeres de la India, envueltas en vestidos flameantes, entran en casas celestes, lilas, ambarinas. Compran chales, saris, pasminas, telas, y las cuelgan como banderolas desde azoteas donde hay cabras, ancianos,  niños volando cometas.


















Las mujeres de la India trabajan de sol a sol, y compiten con él gracias a los colores que les dona el arco iris. Un regalo en un lugar de pobreza y opresión. Un obsequio que se toman en serio, orgullosas de su belleza, sus sonrisas estoicas y sus capacidades para convivir con la ignominia de la marginación y las crueles diferencias sociales.







Texto y fotos, Virginia