domingo, 22 de febrero de 2009

Cantan los mirlos

Sobre el rumor de la ciudad, cantan los mirlos.
Entre la fronda de los laureles de Indias, 
por encima del ras ras del barrendero, 
del ulular de las sirenas,
los frenazos nocturnos y los derrapes en las esquinas,
cantan los mirlos.

En su pequeño mundo de ramas y follaje,
saltan y brillan, negros y amarillos.
Buscan migas, gusanos, gráciles gotas de agua sobre las hojas.

Y la vida sigue en la plaza,
gente que duerme en los bancos,
gente que pasa y canta,
un hombre paseando un perro.

Los mirlos cantan en la noche.
Clarean con la mañana,
abriéndose a la primavera.

Cantan los mirlos
y su canto de azabache y oro
transforma la noche en un jardín oscuro,
donde me pierdo entre sueños.


martes, 3 de febrero de 2009

La Anunciación, Antonello da Messina

¿Es la mano? ¿O es la mirada?
¿Es el fondo de donde emerge?
¿O son acaso las imperfecciones que el tiempo
ha ido marcando sobre la tabla?
Su presencia te intimida y te conmueve.
Una obra pequeña pero definitiva, 
casi sola en la penumbra de Palermo, 
te transporta a otras vidas, otros ámbitos,
otros pensamientos. 

domingo, 1 de febrero de 2009

Transcurre el invierno entre piedras y pétalos en este rincón umbroso.
La blancura rosácea del almendro alfombra los ladrillos esparcidos sobre el muro.
Mi mirada se detiene entre unos y otros y la levedad del momento me salpica de melancolía.