viernes, 31 de enero de 2014

Pupila y palabra XXXV


 Arte al paso


Sigo el sendero y de pronto, en una curva, encuentro una pared intacta, quizá de un siglo. La acaricio y le oigo decir que se ha mantenido allí por Sean Scully. Más adelante, en un muro olvidado, garabatos, letras, firmas que me traen a Tacita Dean.






Otro día, en una pequeña casa al borde del camino, se incrustan algunos pájaros de Paul Klee y al pie, un trozo de jardín de la Familia Boyle.








En todos mis recorridos encuentro obras de arte que se han fugado de los museos y las exposiciones, trozos elaborados sin pretensiones, regalos de la naturaleza o de una lejana mano humana.
Joseph Beuys hubiera sonreído ante las suelas de goma amontonadas en el suelo, cerca de un corral de cabras y fue tal vez Richard Long el que colocó los callados al borde del mar.

Veredas recónditas que guardan colores, formas, motivos donde recrearnos, pequeños y sutiles universos al paso de nuestros pasos.










Fotos y texto, Virgi

jueves, 23 de enero de 2014

Decisión



En lo alto, 
la garra esperaba a los incautos, 
que éramos la mayoría.





                                   Llevábamos años escondidos.
  





                           En chozas y cuevas que pocos conocían.
 




                                  Sólo veíamos el cielo a trozos.

 



Hasta el día en que, 
como una piña, 
salimos a su encuentro.


 
No fue fácil, 
pero ahora podemos escoger nuestro camino.
  

 































(mi aplauso a la gente del Gamonal)

Fotos y texto, Virgi

viernes, 17 de enero de 2014

Mi Tenerife (IV)
























Me cuelgo del cable, 
atravieso el océano 
y caigo en Piedra y Nido
blog de Patricia Nasello.
Emoción, placer, orgullo de verme allí.
Mi agradecimiento enorme. 












































Mágico lugar sagrado, tagoror de nuestros ancestros, alejado de todo y cerca de lo elemental, donde el eco aún nos devuelve algo de lo que quisiéramos oír.



Fotos Virgi, excepto la última, tagoror guanche, de Adal G.G.

jueves, 9 de enero de 2014

Mediatriz



Los vió una tarde, tiernos y felices, junto a la verja del puente. Manipulaban un candado que colgaron de algún hierro con forma de corazón. La melena de ella se enroscaba en las manos de él y sus miradas confluían justo en un punto extraño, quizá a lo largo de la mediatriz de su amor juvenil y refrescante.




Oscurecía nuevamente sobre el puente, dos, tres, quizás cuatro inviernos  después; alcanzó a ver una joven que pugnaba frenéticamente por destrabar el mismo candado de aquella tarde lejana. Chirriaba el hierro, la melena ya no se enroscaba en otros dedos y la olvidada mediatriz se había perdido en la matemática imposible del amor.


 Fotos y texto, Virgi

sábado, 4 de enero de 2014

Empeño




                                   La cancela se mantuvo firme, 
                                        no reconocía sus manos.






                                    Fue por detrás: lo cotidiano al sol 
                                         y las gaviotas vigilando.
  




   La cabra, serena como pocas veces, le mantuvo la mirada.


 

Y las nubes, revoltosas, huían sobre los riscos.






                    Volvió a su puesto, seguiría esperando.


Fotos y texto, Virgi