lunes, 22 de octubre de 2018

VILNIUS Y LA REPÚBLICA DE UZUPIS




La capital de Lituania hay que recorrerla por su evidente belleza y por todo lo que nos ofrece en un espacio reducido y cómodo de caminar. Proclamada Patrimonio de la Humanidad en 1994, Vilnius es agradable, pulcra, acogedora, con numerosos puntos de interés.
















Los patios de la Universidad –una de las más antiguas de Europa, 1579-, las innumerables iglesias católicas y ortodoxas, los edificios barrocos, la calle de la Literatura (decorada con placas y pequeñas obras arte dedicadas al mundo de la escritura, tanto del país como del resto del mundo: el poeta lituano Adam Mickiewicz, Simone de Beauvoir, J.L. Borges, la activista y rebelde Ciotka, García Márquez), el barrio judío y su recuerdo a los guetos del nazismo, la imponente plaza de la Catedral con el campanario exento o el inmenso palacio ducal y el fuerte Gediminas en lo alto de la colina.



Sin embargo, uno de los lugares más curiosos es el barrio de Uzupis, al otro lado del río Vilna. De un lugar abandonado, con casas medio derruidas, cobijo de vagabundos y gente de pocos recursos, pasó a ser un sitio de obligada visita en cuestión de poco tiempo. Todo por obra y gracia de un grupo de artistas e intelectuales que hace unos veinte años decidieron darle una vuelta al barrio, soplando sobre él el perfume del arte y la creatividad.












Al borde del río se atrevieron a crear una república independiente con moneda, leyes, gabinete gubernativo y una bandera que cambia de color según las estaciones del año. Demostrando un sentido del humor y una finísima ironía, los artículos de su Constitución no tienen desperdicio. Del 1 al 41 desgranan realismo, poesía, inteligencia, comprensión. Me quedé prendada de Vilnius y más de esta retahíla constitutiva, colgada en diferentes idiomas en la calle Paupio. Sentí admiración por la gente que tuvo la ocurrencia de crear la República de Uzupis, resumiendo sus ideales en cuarenta y una frases que cuentan la vida uniendo corazón y cerebro, con la aceptación de nuestras contradicciones.











Y aunque esto sea bastante difícil de lograr, la Constitución de Uzupis será tan comprensiva si se consigue como si no, como bien se ve en la humanidad que destila cada uno de sus párrafos.




1. Todos tienen derecho a vivir cerca del río Vilnelė y el río Vilnelė tiene derecho a fluir cerca de todos.
2. Todos tienen derecho al agua caliente, a la calefacción en invierno y a un tejado.
3. Todos tienen derecho a morir, pero no es su obligación.
4. Todos tienen derecho a equivocarse.
5. Todos tienen derecho a ser únicos.
6. Todos tienen derecho a amar.
7. Todos tienen derecho a no ser amados, pero no necesariamente.
8. Todos tienen derecho a ser insignificantes y desconocidos.
9. Todos tienen derecho a ser perezosos y a no hacer nada.
10. Todos tienen derecho a amar y a proteger a un gato.
11. Todos tienen derecho a cuidar de un perro hasta que uno de los dos se muera.
12. Un perro tiene derecho a ser un perro.
13. Un gato no está obligado a amar a su dueño, pero le debe ayudar en los momentos difíciles.
14. Todos tienen derecho a no saber de vez en cuando que tienen obligaciones.
15. Todos tienen derecho a dudar, pero no es su obligación.
16. Todos tienen derecho a ser felices.
17. Todos tienen derecho a ser infelices.
18. Todos tienen derecho a guardar silencio.
19. Todos tienen derecho a tener fe.
20. Nadie tiene derecho a usar la violencia.
21. Todos tienen derecho a darse cuenta de su irrelevancia y de su grandeza.
22. Nadie tiene derecho a usurpar la eternidad.
23. Todos tienen derecho a comprender.
24. Todos tienen derecho a no comprender nada.
25. Todos tienen derecho a tener varias nacionalidades.
26. Todos tienen derecho a celebrar o a no celebrar su cumpleaños.
27. Todos tienen la obligación de recordar su nombre.
28. Todos pueden compartir lo que poseen.
29. Nadie puede compartir lo que no posee.
30. Todos tienen derecho a tener hermanos, hermanas y padres.
31. Todos pueden ser libres.
32. Todos son responsables de su libertad.
33. Todos tienen derecho a llorar.
34. Todos tienen derecho a ser incomprendidos.
35. Nadie tiene derecho a echarle la culpa al otro.
36. Todos tienen derecho a ser subjetivos.
37. Todos tienen derecho a no tener ningún derecho.
38. Todos tienen derecho a no tener miedo.
39. No venzas
40. No te defiendas
41. No te rindas

Texto y fotos, Virginia