Con sus bocas de hojalata bien abiertas, esperan palabras
amorosas, frases de añoranza, letras esperanzadas, signos de buenaventura.
Mas no, reciben solo notificaciones bancarias, anuncios irrelevantes, avisos de
cobros y deudas, cartas de hacienda, oscuros mensajes en su cuerpo tan
dispuesto a comunicarse.
Texto y foto, Virginia
Buzones en Zagreb
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