sábado, 6 de febrero de 2010

Conversación

En el centro de la plaza, sentado en el escalón de la fuente, había un niño. Menudo, pecoso, con pantalones de peto, sonreía mirando a lo alto. Llevaba así largo rato, mientras lo observaba desde la terraza de un café cercano. Pensé que esperaba a un amigo, su hermana, la madre.
Con lentitud se sucedía la tarde, que reposaba como yo misma, después de haber recorrido una ciudad soleada, con portales renacentistas y palacios barrocos. Algunos perros, dos ancianas, una pareja que se ama, el repartidor de cerveza acarreando barriles plateados. Sobre los adoquines, latía la vida. Y el chiquillo, embobado en algo que yo no alcanzaba a ver.
Me distraje un tiempo con un periódico olvidado. Después de hojearlo, mi vista encontró de nuevo al niño. Intrigada por aquel sosiego impropio de su tamaño, me dirigí a él. Con naturalidad insospechada, contestó a mi pregunta:
- ¿No lo ves? Hablo con la casa.
Alcé la vista. Comprobé una vez más que en la infancia nos podemos comunicar con una facilidad extrema, sólo hay que tener los ojos abiertos, como los tenía la casa que hablaba con el niño.



Dedicado a Pedro Glup,
quizá niño cuántico.
Ahora alquimista de palabras.




Foto: Virgi
Görlic, enero 2010

68 comentarios:

Ginebra dijo...

Hola Virgi, me gustó mucho como compusiste texto a través de esta llamativa imagen. Tienes razón, los niños ven más cosas con sus ojitos que nosotros, perciben y expresan. Es su mayor encanto, creo yo. Son creativos, además. Besos

Zayi Hernández dijo...

Yo tenía un amigo imaginario al que le contaba las cosas que los demás no querían oír...Hoy sé que no existe pero a veces, cuando estoy sola, me gusta hablar en voz alta y contar las cosas...no sé... de pronto y regresa...
Un besito

Rubén Lapuente Berriatúa dijo...

El niño despierta la lengua de las cosas.Quien los ha tenido, quien ha participado de sus juegos sabe que recupera su infancia.
Mi niñez, la mía, es mi propio hijo:lo que no recuerdo de mi me lo recuerda él.
Un beso

doctorvitamorte dijo...

Es maravilloso que un niño pueda hablar con una casa y una casa con un niño.
¿Te imaginas que esto lo hiciera un adulto?
De no ser poeta, sería un loco.

Pedro M. Martínez dijo...

Muchas gracias, Virgi, todo un detalle.
Te lo agradezco.
No recuerdo si fui niño cuántico, hace tanto…
Si fui alquimista, muchos años.
Luego lo cambié por la informática.
Ahora –y entonces- las palabras me ayudan.
Reitero las gracias.
Un beso

mariajesusparadela dijo...

Hermosa casa para poder hablar.

Inuit dijo...

inuit, que todavía mira con ojos de niña, siente que todo tiene la vida que nos late. Los cuentos, por serlo, poseen todas las niñeces.
Inuits

marichuy dijo...

Virgi querida

Qué imagen más increíble, casi perturbadora. Y dices bien, debe ser la infancia -enlazada con la inocencia-, la que permite que a esa edad podamos comunicarnos con una facilidad y amplitud, que buena falta nos haría en la adultez.

Un beso

mjromero dijo...

La infancia es la época de los encantamientos y de la imaginación sin barreras.

ybris dijo...

Cómo añora uno los ojos de los niños.
Para ciertas cosas sólo, claro.
Bello escrito para el amigo Pedro.

Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Después, cuando crecemos, nos volvemos idiotas.

Besos.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Los niños tienen la llave. Ellos guardan el secreto de la fantasía.

Esa casa es una preciosidad. ¿De dónde es, Virgi?

Me agrada tanto tu sensibilidad, abierta a todo.
Un besazo.

Trini Reina dijo...

Quién volviera, en ocasiones, a ser niño y a entablar conversaciones imposibles con cualquier casa o cosa.

Me maravilla tu manera de componer a través de lo que ves en una imagen.

Besos

tanci dijo...

Fui leyendo poco a poco tu cuento, pasito a pasito me fui llenando de ese niño que sentía, vivia y crecía. Como así de tu descripción del momento. A medida que bajaba la página y llegaba al final...casi me aparecieron unos lindos ojos salpicados de ternura y un poco más abajo¡la casa-hablante-escuchante!. La casa amiga. Hazlo Virgi, despacito y baja por tu entrada y lo primero que aparece, después de tu bonito relato, son unos ojos llenos de ternura.Ahí también está la tuya. Gracias por esa emotividad.Un abrazo tierno.

Lola Torres Bañuls dijo...

Hola Virgi. El texto es precioso, los niños juegan, se inventan, hablan desde su lucidez. Nosotros hemos perdido ese encanto. Tu texto lo refleja muy bien, y la foto de la casa es espectacular. Muy rara esa casa.

Aprovecho para darte las gracias, siempre me visitas y me lees. Intento corresponderte un poco.

Un abrazo muy grande.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cuando crecemos perdemos sabiduría. Qué buena foto.

Camille Stein dijo...

la infancia guarda todos los secretos, todas las llaves... en ella conservamos los ojos completamente abiertos, siempre receptivos a lo oculto...

la imagen es maravillosa

un beso, Virgi

Tempus fugit dijo...

Tenía toda la razón. Lástima que con los años nos cuesta más utilizar ese idioma.



besos

Alonso CM dijo...

Es una entrada preciosa en la que unes muchas cosas: la infancia, su mundo irrela, la vida, lo cotidiano, la observación.
Felicidades.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Que bonito relato, real o inventado. La verdad es que esas ventanas parecen decir algo simpático y como tú dices, los niños ven más allá, recuerdo como me inspiraban de niña, los desconchones de la cal caida en las paredes.
Besicos muchos guapa.

Shandy dijo...

Qué mirada más picassiana la de la casa, la imagen tiene mucho magnetismo. Todavía hay ojos grandes que se resisten a no ver que hasta las casas hablan.
Gracias por los ojos.

Máximo Cano dijo...

Desde luego que las casas hablan.

Me ha gustado tu forma de contarlo. Has sido un descubrimiento.

Volveré a leerte.

Saludos.

edgar dijo...

Una pena que de las capacidades que tuvimos nos queden tan pocas. Esa casa tiene una magia que es ideal para la sensibilidad de un niño.
No sé si es real el texto, pero lo parece. Te guiño un ojo

silvia zappia dijo...

los ojos abiertos, como la casa...

trataré de visitar a ese niño,


hermoso,Virgi!
un beso*

alicia dijo...

Esa casa es oriental! Ese color amarillo, esos ojillos rasgados... Me encantó tu niño cuántico (sonrío). Y hablando de niños cuánticos no te pierdas el relato "Teddy" de J.D. Salinguer...

yole dijo...

Muy buen relato y estupenda imagen...
Saludos nuevos.

Fernando García Pañeda dijo...

Lo que es la infancia. Yo, hoy, me escondería de esa casa: me produce más desasosiego que curiosidad. Tantos ojos mirándome, juzgándome, jugando a encontrar mi lado oscuro, el subconsciente que yo mismo desconozco... Sin embargo, sabe ponerse a la altura de un niño.
Impecable, maestra.
Un abrazo.
(me he tomado la libertad de twitear tu entrada)

alfonso dijo...


Yo sigo hablando con las cosas. No tiene mucho mérito. Eso sí, a veces, me asusto un poco cuando ellas se ponen a hablar conmigo.
Las fotos... no. No me asustan. Que hablen, Cuánto más, mejor.

Besicos desde... La Orotava

CristalRasgado & LaMiradaAusente
________________________________

virgi dijo...

Hola Ginebra, los niños tienen un campo de inmenso de sensibilidad. Y mira luego nosotros!
Un abrazo, gracias, linda

Querida Zayi, también yo tuve en una época algún personaje así. Te comprendo, tesoro y me encantan tus comentarios, siempre con tanto corazón. Un fuerte abrazo

¡Que bonito, Rubén!Me lo has hecho ver de otra manera, muy hermosa. Besos y besos

Niños, locos, poetas...Ven las cosas de otra manera. Doctor, gracias por venir y dejarme estas palabras.

virgi dijo...

Muy estimado Pedro. Me alegra sobremanera verlo a Vd. por aquí.
Una gran ilusión para mí haberle dedicado esta entrada.¡Con todo lo que aprendo en su blog!
Un abrazo muy grande

virgi dijo...

Sí, muy original, Mª Jesús. Parecía que nos observaba desde su altura, serena y misteriosa. Besos y guiños

¡Pero qué lindo, Inuit! Me has recordado al niño de la plaza. Sonrío.

Marichuy, menos mal que ahora tenemos lo de los blogs, que también es un buen medio para comunicarnos y conocernos un poquito. Besos, tesoro

La infancia es hermosa. Sobre todo cuando se disfruta de ella, en un ambiente amoroso y sano. Mis besos de niña para ti, Alfaro

virgi dijo...

Ojos sin prejuicios, abiertos, expectantes.
Gracias por venir, Ybris, siempre es reconfortante tu visita. Un abrazo

Idiotas, engreídos, sonámbulos, codiciosos...bueno, mejor no sigo, Toro, no vaya a alimentar la visión que ya tienes
Besitos, cielo de chico

Un placer, Isabel, tus piropos. Esos tejados son del sureste de Alemania, se ven mucho. Pero para mí fue un descubrimiento. Me alegra que te haya gustado, besitos

Algo de niños creo que aún nos queda a todos los que transitamos en estos medios, ¿no crees, Trini?
Guiños y ternura

virgi dijo...

Gracias a ti, Tanci, por tu dedicación y delicadeza. Hice lo que me dijiste, sí. Me daba una sensación parecida a la que cuentas. Kisses kisses

Es que gusta lo que escribes, Lola Torres. Por eso voy a leerte. Un abrazo bien grande

Perdemos esa sabiduría natural que luego intentamos suplir con otra más artificial. Bueno, será que es el camino a seguir. Un saludo, Pedro Ojeda

Imágenes maravillosas las tuyas Camille. Debes tener un archivo impresionante. Y siempre de películas buenísimas. Gracias, montón de besos y orgullosa de tu visita

virgi dijo...

Muy agudo, De cenizas. Ese lenguaje y otros muchos...¡ay! Un abrazo, sonrisas

Sorpresa tu visita, gracias, Miradme.
También por tus consideraciones. Besos de encuentro con guiños

Casa encendida : ¿inventado? ¿real?
...un poco de cada. Besitos, te sigo.

Poéticas tus palabras como tú misma, querida Shandy. Vemos aquello que queremos ver. Los niños ven mucho más. Te abrazo, tesoro

virgi dijo...

Vuelve cuando quieras, Máximo. Por ahora seguiré por aquí, como la casa. Muak!

Querido Edgar,no es real...¿o sí?
Depende que lo que cada uno uno interprete. Mis besos cariñosos

RMC, gracias por tus visitas. Ahora mismo te las devuelvo. Baci

Cuando quieras, querida Rayuela, te digo su dirección. Y te acompaño ¿ok? Besos también para ti

virgi dijo...

Buscaré a Teddy. Yo leí hace tiempo El guardián y también sus cuentos. Pero ahora no recuerdo ese nombre. Es de otro libro? gracias por la sugerencia, un abrazo

Saludos te reenvío, Yole. Una pena no poder devolverte la visita. Besos

Querido Fernando, ese tejado tiene algo inquietante. Será que los niños no lo perciben.
(por cierto...¿cómo twiteas la entrada? porque yo de estas cosas sé lo mínimo...)
Un abrazo
(tampoco hace falta que me des un curso a través de los comentarios, ya me pongo rápido al día por otros medios...don't worry)
Montón de besos, un honor para mi esa "twiteación"

Admirado Ñoco, ya sé que las fotos a ti te hablan...¡no hace falta que lo digas! Y seguramente las cosas también. Me encanta todo eso, te mando mis sonrisas de comprensión

Conciencia Personal dijo...

Hermoso relato, los infantes poseen una soberbia imaginación que a los adultos nos falta o perdemos en el andar.

Un abrazo enternecida, Monique.

Ventana indiscreta dijo...

Ya nos tienes acostumbrados a tu hablar con las cosas, a sacar lo que llevan, o a inventárselo: una delicia Virgi. De niños creo que sabes bastante y no me estraña que se dirijan así ante ese edificio. Al menos si no están con una PSP o similar. La lástima es la ruina de homogeneidad que estamos arrastrando en nuestras ciudades en las que el diálogo con la arquitectura es nulo. Te sigo dejando mi ventana para que la veas o te asomes.

Besos.

 Mayte dijo...

Una de tus virtudes es hablarnos de las cosas que no lo hacen...y eso me encanta porque me recuerda la magia que desde niña me mostraron.

Bikiños Vir.

Merce dijo...

Bonito texto por supuesto, pero, me quedo con los ojos de la infancia, ay! que poco nos dura ver con ojos de infancia!

De vez en cuando no está demás practicar :)

Biquiños

P.D. Los ojos de la casa impresionantes, me gustó mucho esa vision.

Fernando García Pañeda dijo...

Yo uso algunas aplicaciones específicas, pero lo más sencillo es entrar a twitter, teclear la entradilla que quieras y a continuación pegar el enlace de la entrada, sin más, et voilà: este es el resultado. Si pinchas en esa dirección tan rara aparece esta entrada.

MBI dijo...

Ya imaginarás que te he robado la foto, te dejo al niño...

gaia07 dijo...

Solo cuando se es muy mayor se vuelve a mirar con la inocencia de la niñez. Salvo que entonces no hace falta nada más que mirar hacia dentro y escoger cualquiera de las vivencias que atesoramos.

Una de las asignaturas a la que deberíamos aplicarnos con más ahínco, es la de procurar que cada momento vivido sea mejor y atesorar los más posibles, para revivirlos con gozo infantil en la plenitud de la sabiduría y la aceptación.

Precioso relato para rendir a Pedro (Glup), brujo que con su hálito rompe grilletes de femeninas almas.
Un abrazo

iliamehoy dijo...

Hermosas palabras, y hermosos ojos que hablan. Sólo los niños tienen el alma lo suficientemente limpia para captarlas.
Una sonrisa

Anónimo dijo...

Niño cuántico(!!!) No voy a poder olvidar ese concepto jamás..
buen texto.

Miguel Baquero dijo...

Preciosa entrada y qué cierto es que en algún momento perdemos esa capacidad de asombro y nos parece que todo no son sino variaciones de lo mismo...

Anónimo dijo...

Un niño siempre encuentra la forma de hacerte sorprendente la realidad. Preciosa historia.

Besos.

sus(ana) dijo...

quien pudiera ser niño siempre y poder comer golosinas sin tener cargo de conciencia

un beso

virgi dijo...

Tierna Monique, ¡tantas cosas que perdemos de lo que en la infancia nos sobraba!
Aún así, guiños y fantasía para ti.

Gracias por tus palabras, Sofía. Me sigo asomando a tu ventana...siempre la encuentro abierta y acogedora! Un abrazo

Una satisfacción, Mayte, si logro que hacer de puente. Aparte de un hermoso piropo que me haces. Besos, linda

Nunca está de más intentar esa práctica, Merce. El asunto es cómo conseguirlo...si encuentras algún truco, dínoslo porfi. Sonrisas y sonrisas

virgi dijo...

Gracias, querido Fernando, por volver y darme esa orientación. Paso a paso, voy aprendiendo. También gracias por twitearla, eres un sol sol.

MBI, si te gustó, genial. Yo sigo con el niño.Ya me dices si le sacas algún partido, muak muak

Entonces me da que somos de una quinta parecida, Gaia. Estamos en ello, en atesorar para alimentarnos en las épocas de escasez. Mi abrazo con sonrisas

Hola Ilia, a algunos adultos aún les quedan algunos trozos de la infancia, como tu sonrisa. Besitos, cielo

virgi dijo...

Jordim, yo lo de niño cuántico lo aprendí hace poquísimo. Y me pareció muy interesante. Un guiño

Querido Miguel, creo que este niño lo van a incluir pronto en una parte de la variante Pegbedee (genial, artista). Besitos y sonrisas, 532 d.d.c.

Los niños tienen un caudal inmenso de recursos con los que suelen sorprendernos y hacernos la vida más hermosa. Un abrazo, Caminante.

¡Qué lindo, Ana! Todos llevamos ese deseo con nosotros. Aprovechémos algunos, como el de las golosinas. Besos de azúcar

Filoabpuerto dijo...

¡Qué cosa tan bonita, Virgi!

Y tú, con tu "mirada de niña" percatándote de todo lo que hay a tu alrededor

Un abrazote
Merce

virgi dijo...

Hiperión, besitos a tus visitas.
Gracias, saleroso.

Hola Merce/Filo, es que estar tanto con criaturas tiene éso, que aprendes algo de ellos. Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Besín a Pedro,
y a ambos un abrazzo a esos niños que fuimos/ fuisteis, seremos y somos.
Al menos espero que no nos roben los sueños.

Saludos y abrazos

virgi dijo...

Querida Eva, me chifla verte por aquí. La imagen de Mary Poppins hace que te imagine volando sobre tejados que sonríen y hablan sólo para los iniciados.
Un abrazo. Grande y tierno, lo sabes.

mgab. dijo...

ay, los niños aún sin encaminar del todo, cómo aprovechan esos mínimos resquicios que les dejamos para ver, mirar, sentir, inventar.
ojalá fuéramos niños toda la vida, pudiéramos desenterrar esa creatividad de la que nos desvistieron, que nos profanaron.. maldita educación!

TORO SALVAJE dijo...

Nunca he agradecido a nadie tanto unas palabras como las que te agradezco a ti ahora.
Estaba a punto de dejar el blog, al menos durante una temporada, y leer tu comentario me ha animado a no hacerlo.
Gracias.
De corazón.

Besos.

Arantza G. dijo...

Solo hay que saber mirar y quién mejor que un niño con su mirada limpia.
Besos

virgi dijo...

Querido Toro, gracias por volver con esas palabras tan generosas. Ya te contesté con más profundidad que ésto.
Mis besos, cielo

virgi dijo...

Sí, Jin, ¡cuántas capacidades nos van cercenando desde la infancia! ¡y cuánto que nos cuesta recuperar algunas!
Un abrazo

La mirada transparente y capaz de ver mucho más lejos que los adultos.
Besos y sonrisas, Arantza

Sue dijo...

Que bonita casa y texto. Tienes un don especial para construir un más allá en las imágenes.

àngelpvico dijo...

El secreto de la cuestión debe ser crecer manteniendo la capacidad de hablar con las cosas, los animales y las plantas y aprender a escuchar a las personas.
Un abrazo desde la cueva…
Nota: La foto, mágica.

virgi dijo...

Mil gracias, Sue. De veras que me alegra esa consideración. Sigo en ello, a ver si puedo mantenerlo. Un abrazo muy grande.

¡Hola Ángel! Parece que esperaba por ti antes de colgar otra cosa. Un abrazo por venir, rompiendo tu paréntesis y saliendo de la guarida, tibia y acogedora en estos tiempos. Mis besos (guiños)

XuanRata dijo...

Recuerdos para la familia de Harry Potter. Y gracias por desvelarnos otro secreto.

víctor (el gato estepario) dijo...

Lo bueno es que, cuando somos adultos, podemos elegir voluntariamente hacer el camino de retorno y recuperar poco a poco la mirada de niño. Basta con darse cuenta a tiempo y con ser sólo un poquitín valiente.

Es posible. Y entonces la vida se llena de colores.

UN BESITO.

virgi dijo...

¡Vaya, Xuan, veo que lo has pillado!
Al fin y a la postre todo se descubre. Sonrisas y guiños

Te extrañaba Pacokafka.
Estamos en ello, entonces. Un placer habernos encontrado en esa plaza. Besos muchos

Clarice Baricco dijo...

Ay con ese Pedrito. Lo adoro. Aunque él no a mi, jajaja..no es cierto. Simplemente llevo leyéndolo el tiempo que tiene su blog y le admiro.

La foto me impresionó. Pareciera escena cinéfila. Se la voy a mostrar a mis arquitectos.

Lindo texto.

Mi cariño.

virgi dijo...

Hola Clarice.
Es que mi dedicatoria me salió según iba escribiendo el texto.
Me alegra que te guste todo. Un gran beso, te guiño un ojo...bueno, una ventana.