Ese bicho elegante que espera en las esquinas y te mira con
dos monedas de ébano y oro.
Ese bicho silencioso, de rabo interrogativo y alas en las
patas.
Ese que se limpia y se pule y se abrillanta.
El que muerde los cartones y las cortinas, los palos y las
pelotas, el chal y las tiras del bolso.
El que abre las fauces como un león y el que es mimoso como
un niño.
El que juega sin fatiga y el que duerme como un lirón.
Ese bicho solitario y compañero, de algodón y uñas fieras.
Bicho juguetón y acrobático, bicho, ah, bicho!
Eres mi gato.
Texto, Virginia
Fotos, Virginia y Eduardo Glez.