lunes, 11 de noviembre de 2019

Fantasía



Hubo que retornar al tiempo de los alquimistas para encontrar la solución. Con el diente de un tuareg, saliva de vietnamita, piel de momia egipcia, cabellos rusos, trocitos de uñas de un indio amazónico y líquido mezcla de los cinco océanos, salió la pócima soñada, la que permitía hablar cualquier idioma. 

Solo había un problema, que la gente en verdad quisiera entenderse.


 Texto y foto, Virginia