No tenía nada que perder. Se subió al muro y aguardó.
Al fondo, el Big Ben marcaba las horas. Para él, un tiempo sin sentido.
La liquidación en el bolsillo, ni familia ni amigos de relevancia. En el maletín, ligeras pertenencias, entre ellas, su inseparable Bartleby, un par de camisas, unas cajas de cigarrillos y un pijama. ¡Ah, el pijama! Recuerdo de tiempos mejores, cuando dormía en una buena cama y desayunaba huevos con bacon. ¿Y ahora, qué?
Tendido sobre el muro, no sabemos si por debajo pasa el río o un ferrocarril, nuestro hombre mira el cielo, fuma y ve pasar las nubes. El paraguas lo tiene a medio abrir, quizás la última previsión antes de echarse a la calle. Un reducto de esperanza todavía.
Yo, que lo miro desde el parque, confundo el humo del cigarrillo con el de la chimenea, la maleta con una papelera y su cuerpo con la cornisa. Fuma lánguidamente, como si tuviera la vida y el azar por delante, como si acabara de descubrir el truco imposible de la existencia. Sereno y feliz, la flor del ojal aún vibra con la brisa.
Poco a poco veo que se diluye. Uno más en la vorágine de la ciudad, sin nombre, sin sangre, sin huellas dactilares.
Cuando llego a su altura, sólo queda el paraguas.
Hombre acostado sobre un muro, 1957
L. S. Lowry
Galería de Arte de Salford
La liquidación en el bolsillo, ni familia ni amigos de relevancia. En el maletín, ligeras pertenencias, entre ellas, su inseparable Bartleby, un par de camisas, unas cajas de cigarrillos y un pijama. ¡Ah, el pijama! Recuerdo de tiempos mejores, cuando dormía en una buena cama y desayunaba huevos con bacon. ¿Y ahora, qué?
Tendido sobre el muro, no sabemos si por debajo pasa el río o un ferrocarril, nuestro hombre mira el cielo, fuma y ve pasar las nubes. El paraguas lo tiene a medio abrir, quizás la última previsión antes de echarse a la calle. Un reducto de esperanza todavía.
Yo, que lo miro desde el parque, confundo el humo del cigarrillo con el de la chimenea, la maleta con una papelera y su cuerpo con la cornisa. Fuma lánguidamente, como si tuviera la vida y el azar por delante, como si acabara de descubrir el truco imposible de la existencia. Sereno y feliz, la flor del ojal aún vibra con la brisa.
Poco a poco veo que se diluye. Uno más en la vorágine de la ciudad, sin nombre, sin sangre, sin huellas dactilares.
Cuando llego a su altura, sólo queda el paraguas.
Hombre acostado sobre un muro, 1957
L. S. Lowry
Galería de Arte de Salford
67 comentarios:
Supongo que hay días así, en los que la serenidad se confunde con el muro de la existencia, con el humo de un cigarrillo, con la sombra de un paraguas.
Días en los que la esperanza se recuesta a nuestro lado y nos diluimos en la incertidumbre de los días.
Besos, Virgi.
Se diluyen los momentos como gotitas azotadas por el vapor de la vida, caliente, disperso, hasta que llega el invierno...y congeladas las sensaciones van cayendo bajo el paraguas de tus palabras, reviviendo.
Besiños,Canalla.
Bueno, igual se esfumó con el humo de su propio cigarrillo. Estaba sereno y no tenía nada que perder, así que igual se fue a descubfrir otros mundos. La jubilación fuera forzada o ya la que tocaba, da a veces para nuevos descubrimientos, o al menos pienso que así debería ser.
Me ha gustado mucho. Sobre una imagen nos descubre toda una vida, ¡eres genial!!
Besicos muchos guapa.
La capacidad de hilvanar historias que surgen a través de una sensibilidad a pleno rendimiento y un talento congénito.
Una sonrisa
Ahora sí que llegué pronto. Quise acompañar al hombre un rato antes de que se diluyera, pero nada, te me adelantaste.
Me atrapan tus historias sobre obras de arte. Un abrazo.
Viajo a un lugar donde no existe el tiempo...
Es impresionante para mí cómo tejes la historia con la contemplación de la imagen. Lo admiro , porque yo soy terrible para esto: primero escribo la historia y luego busco una imagen que le vaya.
"...como si tuviera la vida y el azar por delante, como si acabara de descubrir el truco imposible de la existencia..."
Te saliste aquí, querida Virgi. Lo dices todo para mí.
Un besazo, fenómena.
Cada día hay más personas que se diluyen de la misma forma.
Pierden hasta la red de seguridad y se convierten en miseria que se diluye.
Mientras tanto los demás pensamos que jamás nos ocurrirá, como seguro que ellos también pensaban hace años.
Excelente Virgi.
Besos.
Ternura y filosofía a partes iguales.
Y ese toque de magia, tan de ti.
Besos, calentitos.
Serenidad, qué buen ejercicio para todas las articulaciones.
Hay que acostumbrarse a vivir así, claro que cuando tienes todo el dinero que necesites ¡es fácil! Un gran abrazo. Qué días aquellos cuando pasaba las horas tirado en la playa "a golpes de sol y de agua"
yo, que lo veo desde tu ventana, creo que tiene el alma en tregua.
hermosa pintura,genial interpretación!
mil besos*
Bellísima lectura de este cuadro. Una serenidad como la que retratas (y retrata el cuadro) la vamos necesitando cada vez más. Y el equilibrio... Un abrazo muy fuerte, querida amiga.
cierto! Poco a poco la ciudad se va tragando a esas almas que agonizan en sus calles....
UN abrazo.
Tú sabes que a veces pienso que acabaré recostada sobre un muro .
Espero que sea sobre el muro del Charco del baño, en la playa de las Galletas.
Besos, reina.
Mirar a las nubes y olvidar todos los problemas, incluso el paraguas y la maleta: ese hombre me da envidia. Un abrazo.
A veces es fácil dejarse ir.
Otras es preferible luchar.
(¿Es verdad que desde esa foto en la que me miras a los ojos me ves? Si es así, ya me lo creo todo.)
En algunos muros, descansa la esperanza. En otros simplemente pequeñas sutilidades que nos hacen emocionar.
Un abrazo
¡Qué triste realidad describes, pero qué bellamente lo haces!
¡Ya quisiéramos todos tener esa serenidad frente a los contratiempos!
Mucho de zen tiene tu personaje. Lo envidio.
Y a ti por describir tan bien el cuadro.
Besote
Cuando no hay nada que perder, nos podemos permitir ciertos lujos como este personaje que se diluye sabedor del verdadero significado de la vida.
Magnífica entrada querida Virgi, para hacernos reflexionar mucho.
Se fue adentrando el el paisaje hasta formar parte de él. Diluido entre las piedras del muro y el aire y, acaso, por el paraguas, la lluvia...
Maravillosa visión de un cuadro, al que has donado vida con tus palabras. Genial
Besos
¡Hola!
A pesar de todo, la vida es una realidad infranqueable, por la competitividad echa forma... Forma equivocada de vida, y ala mano de la ambición.
Al final el menos malo, sufre del sistema, apagando su sed.
Saludos de J.M. Ojeda.
Me gustaron sus letras.
¿1957? Parecía profetizar los signos de nuestro tiempo: El fin de algo, el fin de muchas cosas, lo que denominamos hasta el hastío CRISIS económica actual, que arrastrará tras de sí muchas cosas inservibles y traerá desconocidas soluciones para tiempos nuevos.
Beso, Virgi.
· Los efectos del Tatcherismo y sus Margaritas son tremendos. La gente se va diluyendo en los muros y sobre éstos crecen los hongos de la impotencia.
· Ya, ni los paraguas sirven para el invierno... polar.
· besos desde San Borondón
CR & LMA
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·
Si fuera en serenidad a veces me apeteceria diluirme en ella, pero, primero hay que encontrarla...
Este mundo nos priva de ella sin darnos cuenta, de pronto viene a mi memoria "MOMO" un cuento que todos debieramos leer y meditar...
Biquiños querida Virgi :)
¿Dónde se comprará un poco de serenidad? A veces quisiera mucha. A veces nada.
El lienzo es genial. En su aparente sencillez dice tanto. Y claro, tu interpretación siempre los enriquece.
Un beso, querida Virgi
Se diluye como si fuera el humo de tu cigarro... claro, el paraguas solo es metal..
Besicos
Probablemente esta ciudad ha dado paso a una de entre tantas "slow cities". Por eso este hombre deja pasar el tiempo a su alrededor en pos de una serenidad que ha adquirido después de mucha práctica. Diluirse es querer atrapar esa atmósfera lenta y serena sin mayores pretensiones que estar. Y estar recostado en ese muro le supone a este hombre no perder la esperanza, lejos más bien la ha recobrado en favor de sí mismo. Cuando se levante y después de estar un gran rato consigo mismo y con lo que le rodea, probablemente verá la vida de otra manera. Quizás un poco más "slow". Así adquirirá su serenidad para vivir mejor. Me hubiera encantado haber sido yo la que dibujara esta bonita obra. Tú nos la muestras con el esplendor que te caracteriza en tus interpretaciones. Gracias.Un beso.
Probablemente esta ciudad ha dado paso a una de entre tantas "slow cities". Por eso este hombre deja pasar el tiempo a su alrededor en pos de una serenidad que ha adquirido después de mucha práctica. Diluirse es querer atrapar esa atmósfera lenta y serena sin mayores pretensiones que estar. Y estar recostado en ese muro le supone a este hombre no perder la esperanza, lejos más bien la ha recobrado en favor de sí mismo. Cuando se levante y después de estar un gran rato consigo mismo y con lo que le rodea, probablemente verá la vida de otra manera. Quizás un poco más "slow". Así adquirirá su serenidad para vivir mejor. Me hubiera encantado haber sido yo la que dibujara esta bonita obra. Tú nos la muestras con el esplendor que te caracteriza en tus interpretaciones. Gracias.Un beso.
Quizá sea una de las interpretaciones mejores que he leído sobre un cuadro, sobre una pintura concretamente.
Un hombre pintado en 1957 que no dista mucho, salvo quizá por la indumentaria, de un hombre actual que acaba de perder su trabajo y quien sabe si algo más y más importante aún.
¡Triste!. Besos, Virgi
estará sereno y feliz, pero yo creo que se tira a la vía del tren (con el tren a punto de pasar claro)
a pesar de eso, y/o por eso, a estas alturas está sereno
síiiii...hoy lo veo casi todo gris :(
Besos (en technicolor)
Qué maravillosa manera de fantasear sobre un cuadro, me ha gustado mucho, y es verdad que llama la atención, bien mirado, todo: el paraguas, la flor en el ojal...
Nunca había visto nada de este pintor, muy actual después de medio siglo. Y eres una artista para explicar tu versión. Un lujo, la verdad.
Un beso para ti, otro para él.
Esta mañana he tomado café con Isabel Martínez y has salido a relucir. Así que también has tomado café con nosotros.
Hemos comentado lo bien que manejas las palabras y el talento que tienes para, a partir de una imagen, crear -qué envidia, ¡crear!- un texto.
Éste de hoy es una buena prueba.
Besos.
Querido Thornton, no tengo estos días tiempo para contestar a todos los comentarios, es algo que me gusta mucho hacer y de lo que aprendo un montón, pero no podía dejarlo pasar a Vd., Estimado Profe, sin unas líneas de cariño.
Tengo yo ganas de tomarme algo con Isabel, de hablar, de volver a tomarme algo, de pasear y de seguir hablando. Y así unos buenos ratos.
Espero que llegue el día y si es por ahí, también compartirlo contigo. Si es por aquí, ya sabes, me encanta hacer de guía y feliz de hacerlo con gente estupenda.
Un fuerte abrazo.
Imaginación al poder. Me gusta.
Besos desde mi muro.
Desconocidos que descubres un día por casualidad cuando dispensados se apean de la carrera, y muestran esas capacidades tan necesarias que la masa ignorada hemos relegado.
Bellísimo querida Virgi.
Un beso
a veces me ha pasado, tumbarme en algún lado, al principio avergonzado pero luego, lentamente desapareciendo del mundo, fundiéndome con las nubes lejanas o con la propia piedra..
no sabía que alguien me había dibujado ;)
Cuando no hay otro remedio, mi Virgi, no hay otro remedio. Las cosas pueden o no cambiarse, pero si pueden o no cambiarse y no está en nuestras manos hacerlo, no nos queda otra cosa que estar serenos y dejar que la vida nos vaya llevando.
Hace tiempo nadaba contra-corriente y me imponía,luchaba, gestaba odiseas...luego acababa cansada y con las manos tan vacía como cuando inicié la cruzada...así que opté por dejar que las cosas se solucionaran en armonía con la naturaleza. No creo en los designios, pero tampoco creo en que tengamos la capacidad de cambiar las cosas cuando hay más personas involucradas en ellas.
Excelente, como siempre.
Un besito.
Me gustan tus versiones de los cuadros. Tienes unos recursos alucinantes, ya te lo había dicho, no? No importa, me repito.
Y si vuelvo, pues más.
A veces lo mejor que uno puede hacer es tenderse sobre un muro.
Flema británica... envidiable. O filosofía oriental...vivir el aquí y ahora.
besos
Hay veces que una abre los ojos y depente se da cuenta del mundo en el que vive, es como si despertara de un sueño.
Para esos días no vendría mal un muro como este tuyo, Virgi.
Besos, poetisa.
Interesante texto (y blog). Me voy a dar una vueltecilla. Un saludo.
La historia no podía ser otra Virgi.pero tú la has encontrado y nos la cuentas de una forma maravillosa,trsite y serena a partes iguales.
Un beso
Amiga, uno tiene cada vez una sospecha mas fuerte de que hay mucha gente que se esta volviendo invisible...
Muchisima gente...
Porque en otro caso, no entiendo ya nada de nada...
Un abrazo
Yo creo que se ha suicidado con la maleta.Con el paraguas es muy incómodo.Te has superado
Besos
Serenidad en mundo sin mundo. Cuando se mira hacia el cielo, y no hay aviones ni pájaros (malditos controladores... jajaja)
Saludos y un abrazo.
La serenidad inapelable que da aceptar la decadencia en soledad. Abrazos.
Impresionante como creas. A partir de un cuadro, nos haces partícipes de to do un mundo de detalles. He estado dando una vuelta por tu blog. Fascinante.
Con tu permiso, te sigo.
Un saludo
Alegría de ver caras nuevas, Manuespada y Milu. Les doy la bienvenida, les abro la puerta y la dejo así, para siempre.
Gracias por el gesto, por las palabras, por el empuje.
Besos besos
desde que iniciaste el 'viaje' hasta que llegaste el hombre se esfumó, pero se quedó en esta entrada, es magnífica.
Un abrazo.
¿De cuál de los lados del muro cayó la esperanza?
Saludos.
Por desgracia, querido Enrique, se esfumó. Tal vez se fue con él.
Besos
Serenidad con la que narras una historia tan triste. Bartleby es una buena lectura pero su historia es desoladora. A tu personaje parece quedarle al menos un reducto de esperanza por ese final abierto. Tantos necesitan hoy de esa esperanza.
Un abrazo, Virgi.
El pasito de la serenidad debiera ser solo un descanso para continuar el camino, la lucha.
Un abrazo
Estos días he visto gente como la que cuentas, pero nada de serenidad. Es difícil mantenerla en los tiempos que corren, no te parece? Debe ser que este hombre es un auténtico gentleman. Abrazos...y paciencia!
Hola Virgi: He entrado en tu bloc, solo para darte las gracias, per tu visita, pero he empezado a curiosear, y si tu me lo permites te seguiré vistando.
Tienes un bloc muy interesante,con un nombre muy acertado. Y la imagen de
hoy no tiene desperdicio. Enhorabuena!
y saludos cordiales desde Barcelona.
Por favor, Montserrat, encantada de que hayas venido. Este rincón está abierto, entra cuando quieras. Para mí es un placer. Gracias y un fuerte abrazo.
Escribes original y reflexivo.
es un placer pasar a leerte.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.
¡Ay! ¡Ay, el humo, tan volátil!
Un beso, Virgi.
Preciosa alegoría, Virgi. El trabajador cansado diluyéndose en el escenario de una ciudad que sólo cambia para alejarse de los débiles. Besos.
Serenidad es lo que me da tu entrada. Sencillamente tumbarse y descansar. Sentirte vivo y parte del Universo. Y nada más.
Es reconfortante.
Tal vez el cielo necesitó de él.
Besos de chimenea
Un gran abrazo Virginia.
Ay-ay-ay.
(Y sigo sin imitarte).
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