Es muy leve el rumor de las caracolas. Allí, colgadas, a merced de la brisa marina, oscilan tenuemente, como un péndulo tímido del reloj que nunca fue.
El espejo calla, no hablará de los reflejos vistos, de las tardes de sal, ni del alba oscura y sedienta. Entre uno y otras se ha establecido un pacto de silencio.
Mas llevan ellas el susurro de las olas en la piel, y llaman a la muchacha que las espera, lejos, en la roca.
No podrá oír el murmullo tenue de las caracolas, en su nácar grabó el océano lo que aún no conoce.
Fotos, Virgi
106 comentarios:
"El espejo calla, no hablará de los reflejos vistos, de las tardes de sal, ni del alba oscura y sedienta. Entre uno y otras se ha establecido un pacto de silencio."
Qué hermosa este párrafo; todo tu texto, pero este párrafo en especial me encantó, querida Virgi.
Ya sabes de mi debilidad por el mar (la mar). Y en cuanto a las caracolas, el poder escucharlas es algo mágico, un detonador de la imaginación que posibilita la construcción de las más fantásticas historias.
Un beso
Mi querida Marichuy, a mi me encanta que estrenes este nácar, una palabra que me parece de lo más sugerente. Y como tenemos el empate marino, he creído oír el rumor de tu voz en esas caracolas. Gracias por el brillo que me regalas.
Qué preciosidad, Virgi.
Siempre me sorprendes agradablemente. Y me emocionas.
Qué bonito Virgi.
Tanto las fotos como el texto.
Cuánta sensibilidad y ternura.
Da gloria visitarte.
y plaf de golpe el mar en mi cuarto...
haces magia con tus palabras...
un beso
Lindo tu murmullo.
Cuando era niña escuchaba los caracoles y creìa que era el mar. No sabía que era el eco.
La foto del tendedero me la robo, es que también colecciono tendederos.
Besotes.
Se me estremece el murmullo de tu voz caracolera, y me trae el reflejo de la nostalgia, de la suave claridad con que llegan tus palabras hasta el alma Vir.
Bikiño,re-bonita.
Tus poemas son caricias.
El de hoy me ha dejado belleza y paz.
Precioso.
Besos.
"Un reloj que nunca fue" y... todo el resto. Cuánta evocación, cuánta belleza y cuánta autenticidad.
Besos rendidos y entregados.
Estos dos últimos versos me parecen geniales y me dejan en el alma cierto deje de tristeza.
El espejo puede que calle, pero siempre guardará la realidad del que en él se mira.
Besos
La palabra "nácar" siempre me ha gustado. Ahora que sé que el océano la utiliza como tinta para su escritura me gusta mucho más. Neruda las coleccionaba -las tenía magníficas- y tal vez mezclaba en su interior el murmullo del mar con sus poemas. Escucharlas debe ser una delicia...
Un abrazo en espiral
Canciones del mar cantan las caracolas...
Nácar: del árabe hispano náqra y a su vez de la raíz del árabe clásico nqr, golpear con un ruido repetido. Según la RAE.
Nácar: rumor, susurro, murmullo del mar, su olor, su brisa, grabados en la piel y en la memoria de niñas que juegan con imágenes y poesía. Según Virgi.
Que sensación de paz has logrado dejarme...hay historias que nunca se cuentan Virgi, son tan lindas y tan puras que no pueden ensuciarse ni siquiera con letras...nácar, esas historias están hechas con nácar.
Un besito.
Ha sido como estar en una habitación desde la que el mar no se escucha.
Pero se sabe que está.
Que maravilla dejar esta ventana abierta ,por donde pasa tu magia.
un abrazo te traeré imágenes
Es una entrada preciosa, llena de misterio como el nácar, el espejo y el mar... el mar que tanto anhelo.
Besos poéticos, Virgi
Nacar, mar y viento, olas, azul y sal...
No se porque esta vez me transporto a un momento de mi infancia, quizá me lo recuerde el nácar, blanco y rosado de mi coleccion de conchitas recogidas a la orilla del mar. ¿Donde estarán? Que rápido se escapan esos momentos y cuanto tiempo permanecen en el recuerdo, con nostalgia... mucha :)
Biquiños
Caracolas, olas, rocas, mar... paisaje de ensueño. Y tú.
Besos
Yo solía tener uno de esos. Era un sonido muy agradable.
Me doy por contenta, querida Mª Jesús. Sorprenderte y emocionarte, qué lujo tengo! Mil gracias, con besos y guindas (no cerezas, ya lo entendí, thanks)
Tecla, gloria será que vengas, preciosidad. Con tu delicadeza rodeándote. Un abrazo bien lindo.
Hago magia para los que ya tienen los ojos preparados, como tú, estimado Roberto. Un tierno rumor te envío. Con besos.
Bueno, Clarice, ya me dirás si te fue útil la traba de la ropa. La cogí de una ventana, mi madre la usa en la casa de la playa para mantener una cortina (¡es muy práctica, mi madre, digo!). Besos y murmullos marinos.
Linda Mayte, tengo una caracola aquí mismo. Ahora soplo y soplo y te llegarán mis sonrisas...pura magia de las olas!
Muy bonitas tus palabras, Toro. Si he conseguido lo que dices, me voy a dormir feliz. Eres un sol, chiquillo salvaje.
Hola Isabel, rendida yo a tus pies, después de leerte. Parece que esta empatía continúa...¡genial, espero que siga! Me falta enviarte mi sonrisa, bueno, creo que ahora mismo te la envio a tu email. De veras.
Querida Trini, los espejos saben mucho, pero prefieren callar. En particular el que medio sale en la foto, creo que tiene más años que yo...¡pues ya habrá visto! Mis besos a ti, un abrazo a tus palabras, aquí y en tu casa.
Es bonita "nácar" Y siempre me intrigó la cas de Isla Negra. por cierto, una amiga me regaló hace poco un vídeo precioso donde se ve muy bien su casa...¡qué poeta!
Y tú, Alicia, qué bello visitarte. Tu alma de poeta sale por todos lados. Gracias por venir
Y poemas las olas, y estribillos las algas, y así...el mar es tan fecundo en sugerencias! Manuel, besos besos
Fernando, pillín, qué ternura que te rebosa! Gracias por la niñez que me regalas, un piropo fantástico y comovedor. En cuanto a "nácar", me ha encantado tu explicación...encima, a mí me chiflan las palabras con etimología árabe. ¡Ay, maravilla, siempre tan súper!
Mi querida Zayi, a tu sensibilidad le va el nácar...¿a qué sí? Esas caracolas lustrosas y dulces que encontramos en nuestras orillas seguro te encantan. Yo te reservo varias. Con besos.
Qué bonito Virgi, tan elegante y exquisito es tu escrito que oigo de fondo el rumor de las caracolas. Preciosas fotos, eres una artista completa.
Besos guapa
Reyes, no se escucha, pero se siente. Y tal vez pronto te acercarás. Las caracolas te esperan. Y yo. Un abrazo saladito.
Hola Momo, disfruta, espero tus noticias, con caracolas o sin ellas. Tu magia también me envuelve, millones de besos.
Y olvidaste el horizonte. El que te aguarda, esperanzado, con tu mirada serena y segura.
Muchos besos, querida Ginebra.
me subyugan el espejo y su pacto de silencio con los elementos.
y me apena la muchacha, no sé por qué...
bello
mil besos*
Merce, las conchas que todos hemos recogido y coleccionado...¡qué ilusión cualquier cosa en la infancia! Mejor seguir conservando algunos pedazos de la niñez y volver a ilusionarnos con algo que vemos brillar sobre la arena. Mis sonrisas. Muchas para ti.
Soco, tesoro, ¿vamos juntas entonces a pasear por la orilla? Recogeremos conchas y jugaremos con ellas.
Un abrazo, nacarado y tierno.
Elena, tienen sonidos increíbles, verdaderamente parece que el mar le regaló un trozo de su rumor. Besitos.
Marien, de nuevo por aquí, estupendo! Ahora voy a visitarte, seguro has puesto algo nuevo. Gracias por tus piropos, un abrazo de olas.
Nada, Rayuela, que tenemos algo en común. Cuando vi a la chica allí, también me apenaba, como si estuviera esperando lo que sabía nunca iba a llegar. Muchos besos, cara.
el mar se grabó en mí antes de verlo, mientras leía a Alfonsina Storni
tus palabras son susurros Virgi
¡con lo bonito que es susurrar y la palabra susurro!
besos
Me acerco a la caracola para reparender los sonidos tenues y notar la piel calma.
Tus fotos y tus palabras son relamente hermosas.
Una sonrisa
El nácar es la espuma del mar solidificada al amanecer... es el rubor de las muchacha que aún desconocen el filo del horizonte.
besos
¡Y requetebonito lo que me dejas, querida Cordelia! La famosa canción sobre la muerte de Alfonsina es maravillosamente triste. Pero de ella conozco muy poco, la verdad.
Besos y caracolas alegres.
Ilia, niña sonriente. Sigue acercando las caracolas a tus oídos, sentirás el rumor del mar y de la vida. Gracias por tus palabras, muchos besos, maravilla.
¡Que poeta eres, De Cenizas! Hermosa tu visita, la muchacha se reconfortaría leyéndote. Más besos, más.
Caracolas oceánicas que traen y llevan las olas. Muy evocadoras tus palabras, me seducen vestidas de nácar.
Salambó, escribo tu nombre y pienso en nácar, ¡fíjate! Tan suave, tan tenue, tan delicado...Besos
¡Qué preciosidad! ¡Estoy impresionada! Un abrazo lleno de admiración.
Que bien combinas el espejo, el rumor del mar y el tientinear de las caracolas. Muy bonito
Besicos muchos
Esas fotografías tienen una melodía propia, Virgi, algo que las teje como cefolán para las palabras. Es como sentir el ruido del mar escalando por las paredes del corazón. Un beso.
De nuevo me ha encantado. ¡Qué linda foto engarzada con tus palabras!. El movimiento del aire nos trae la melodía que nos regalas. Esta vez con el eco de tus caracolas. Tengo unos cuántos botes llenos de conchas, pequeñas caracolas y algún erizo sin púas... muchos años ahí sin ponerle el oído. Ahora y después de tu escrito tengo ganas de desempolvarlos. Tal vez la niña desde su altura quiera ayudarme...la llamaré.
Un bonito abrazo
la nácar me fascina desde los diminutos botones de mis blusas de niña, es bello pensar que el océano escribe con ella cosas aún por conocer, que todavía nos queda tanto por descubrir, de esas cosas que nadie es capaz de contarnos sino nosotros mismos..
Leve rumor del mar en el nácar de las conchas.
La piel lo acusa.
Los sentidos lo gozan.
Miro, escucho y callo.
Besos, Virgi.
Al lado de esa sirenita, la de Copenhague es una vulgaridad
Letras que llegan envueltas en nácar. Bello. Abrazos.
Resulta muy esperanzador tu poema, lo que no conoce pero conocerá.
Bueno y malo, que de todo hay.
Salud.
• Cuando el mar habla, las caracolas hablan. Luego, por la noche, cuando duerme, ellas cuentan historias como la tuya.
• Un beso, desde tierra firme.
CR & LMA
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que hermoso! me dibujaste en la cabeza los recuerdos de mi casa sobre la playa.. en aquellas tarde de caracoles y gaviotas.
un saludo en la lejania.
Alicia, tu admiración me ruboriza, gracias, pero tampoco es para tanto. Tus palabras en los muros sí que te quedaron geniales. Un abrazo
Hola Tanci, si ya sacaste las caracolas, dime si oyes algún rumor sugerente. Seguro que sí, besitos, linda.
Querido Psycomoro, el rumor de tu celofán me ha llegado nítido y poético. Preciosas palabras que me has escritos. Mi sonrisa de agradecimiento. Grande y luminosa.
Hola Nani, puse a tintinear las caracolas y me hablaban de ti. De veras. ¿Ves? Sopn las cosas sorprendentes de este mundo en red. Hasta las caracolas lo saben. Muchos besos, cielo.
Querida Jin, debiera ser muy bello trazar delicadas líneas sobre el nácar de nuestras sensaciones...¡pero qué difícil! Un fuerte abrazo, siempre un placer ver tu mano tan cerca.
Apreciado y admirado Ybris, si el murmullo levísimo te ha rozado siquiera, será un placer para las caracolas. Ellas saben.
Y tú también. Son delicadas. Como te intuyo. Un abrazo.
Y un gran placer leerte aquí. gracias una vez más.
Hola Miguel, qué reflejos que tienes! Ahí te veo los recursos que despliegas una vez y otra también. Ya quisiera esta sirena tener algo de la de Andersen.
Un abrazo. Bien grande y sonriente, of course!
Fgiucich, rumores y murmullos de agradecimiento a tus visitas, cielo.
Un placer que te guste venir. Muchos besos.
La esperanza no la podemos perder. Siempre habrá alguna oportunidad para conocer nuevas cosas, no te parece, Quique? Bueno, pregunta obvia, porque sé que lo sientes así, besos a tu ternura.
Hola Ñoco.
Leyéndote pensé en tus botas de caminar y las asocié con las caracolas. Seguro que también tienen sus propias historias, espero que nos cuenten alguna de esos recorridos espléndidos.
Besos, me alegra que estés por aquí.
Mucho.
¿Y ahora, apreciado Sandocan, dónde te acompañan las gaviotas? Seguramente por lugares bellos y sugerentes que nos traerás con tu magia. A la espera estoy, besos oceánicos.
hola...
qué océano más concurrido...
He hecho un repaso, veo mucho mar, me llega hasta una cierta bocanada de olas y sal. Te envidio esa roca donde llegan.
Sé que me sorprenderás cuando llego, pero a veces hasta me sobrepasas...esta entrada tiene una sutileza sin palabras...
Yo tb adoro el mar y lo echo de menos viviendo tierra adentro. Lo has expresado tan bien y que hay poco que decir.
Tus fotos son siempre excelentes y tus palabras son como colores, que siempre animan.
Un beso y gracias.
¡Qué alegría, Alfonso! Pero con tu visita sube varios enteros, besitos, gracias.
Hola Mar, pues contigo me llega otro trocito de agua salada, también dulce. :) :) :)
Tan leal y admirado, Edgar. ¿Quién sobrepasa a quién, dices?
...¡ay!
Si pudiera, aún te enviaría más colores, linda Sue. Hasta un arco iris y todo. Gracias por tu consideración, un abrazo gordo y tierno.
Muy leve es ese rumor, sí.
Besos, Virgi.
El sonido de las caracolas...sugerente.
Bello.
Besos
me encanta la primera imagen y como se adecua al texto niña, genial. un besote
Virgi, recuerdo esos sonidos de nácar en Tenerife, justo donde se encontraba la 7ª bateria de costa de artillería, debajo de la autopista, haciendo guardias nocturnas, al mismo tiempo que escuchaba en un programa de radio "Al loco de la Colina".
Un abrazo.
Precioso poema. Se oye el tintineo, y el mar dentro.
Virgi, no te apures por haber borrado el comentario. Simplemente creí que hacías algún juego, ¡como salía el post sin título!, creí que pudieras pedir uno y es por eso que puse que tu blog y esa foto, me sugerían "LUMINOSIDAD" porque tu blog esta llena de luz y vida. ¡Y es que la imaginación se dispara con cualquier sugerencia o con lo que creemos nos están sugeriendo!
Besicos muchos guapa.
el gran mar...
wow!!
gracias por compartir el texto muy tierno ;)
Hay una identidad desconocida en cada murmullo, en cada eco y en cada silencio. Y esperamos ahí, en el punto justo donde nuestro corazón sueña.
Un abrazo
Chuff!!
Mi querida Eva, tus visitas siempre me ilusionan, gracias, tesoro. Y un beso leve, como el nácar.
Sugerentes caracolas que traen hasta aquí tus palabras, Arantza. Un abrazo y un murmullo amoroso.
Mi querido Ángel, tus comentarios tienen frescura, viveza, sinceridad. Son tú mismamente. Me gustan. Te abrazo, chico encantador
Pues yo estuve alguna vez en ese lugar, Terry, por visitar un novio que estaba allí...¡ay, locuras de adolescente!
¡Me has llevado lejísimos, no sabes cuánto! Sonrío, sonrío
Entonces, Ismo, ¿te ha llegado el tintineo? Maravilloso, es por tu sensibilidad especial. Me alegra, sí señor.
:) :) :)
Apreciada Nani, gracias por volver. Es que estaba probando una ampliación de la foto y justo llegaste tú...me fastidiaba suprimirla, gracias por tu comprensión...
Y por tus bellas palabras. Otros besicos para ti (canarios y de volcán)
Mi bienvenida, sr. Incomprendido.
Mi trocito de mar lo tienes sonriendo a tu visita. Gracias, un saludo.
Zeny, capitán de caracolas que se mecen en las ondas, te esperábamos con tu rumor marino y lúcido. Menos mal que el horizonte te ha traído.
Besos a tus bellas palabras, cielín.
Qué bello atención a los detalles en la primera foto. Una caracola, por muy pequeña que sea, trae el mar entero.
Jaja, cosas de las pruebas.
Gracias por esos besos canarios y volcanicos.
Los mís son andaluces y alcalainos, de la ciudad de la fortaleza de la Mota.
Trae el mar y también tus palabras, Pedro. Rumor de caballerías, literatura, crónicas, pensamientos...todo grabado en el nácar. Un abrazo.
¡Caramba, Nani, volviste! Esto va a ser un intercambio continuo de besos y ternura, así da gusto tener un blog, je, je. Más besos, preciosa.
Hay un instinto más allá del saber, del conocer, que llevamos grabado como el nácar en nuestro ser.
Y aunque en estos tiempos ya no sepamos descifrarlo, nos guía y nos sorprende en decisiones, actos y pensamientos que creemos pertenecen al azar o a la casualidad.
Si supiéramos que solo es cuestión de leer nuestro interior en silencio, pero, demasiado esfuerzo liberar la mente para gestionar “nuestro” tiempo con mesura.
Quedé impresionada el otro día. He tenido que dejar pasar un tiempo para traducir en palabras mis sentimientos ante tu texto.
Un besazo, me encantan estos pensamientos Virgi.
Nada parece estar en su sitio o haciendo lo que debe, caracolas mecidas por el aire, un espejo discreto...Y la niña tan aislada y lejos en un lugar un poco peligroso...Un abrazo. Melancólico para mí.
Mi querida Gaia, yo también tengo que aplicar la mesura para leerte, eres de las que siempre va más allá de lo qe escribo. Leer nuestro interior, como dices, nos requiere muchos factores a favor que rara vez poseemos. Por ahora, la vida vivida es uno de ellos. Y me alegra que en ella, en estos últimos tiempos, hayan aparecido algunas personas con tu profundidad. Mil gracias, cielito.
¡Ves, apreciado Mateo, también tú le das nuevas lecturas! Así es hermoso recibirte. Cierto, nada hay en su lugar, quizás esa sea una parte de nuestra casi cotidiana desubicación?
Gracias por tus palabras, reflexivas como un espejo sin fin.
Un fuerte abrazo.
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