jueves, 14 de enero de 2010
Matematicasas II
Se entretenía contando las piedras. Otras, las varillas de las celosías. Así pasaba el tiempo, enumerando incluso las tejas del alero. Al día siguiente volvía, se sentaba en una esquina e intentaba cuadrar los números en su cabeza… ¿eran pares las varillas e impares las tejas?... ¿eran un número primo las piedras labradas de la acera, donde parecía que las olas iban a dejar algunos pececillos en cualquier golpe de mar?
Tanto juego con las matemáticas más elementales se le aparecía como un pretexto para volver una y otra tarde al rincón de la infancia, cuando sus abuelos aún vivían y le dejaban jugar con los gatos, con el perro grande y tranquilo, con los periquitos besándose sin pudor.
Mientras las galletas se le deshacían en la boca, jugaba con el abuelo al trompo, a los boliches, a las cartas, al parchís.
Aquélla, la casa de de su niñez vespertina, lejanos momentos entre juegos y complicidades. Allí aprendió a sentarse sintiendo el tránsito de las horas, a la par que oía historias de barcos de vela, naufragios, mascarones de proa como sirenas y sirenas que gemían al alba. Entre unos y otras, reían las tablas de multiplicar, sumaban y restaban piedrecillas, burgados y conchas de ermitaños.
El amor a los cuentos y a los números le corría parejo por las cuatro extremidades. Mientras charlaban en la rampa, su abuela les traía la merienda y juntos volvían a ver en la bandeja números y figuras geométricas, líneas paralelas y oblicuas.
Ahora que no hay nadie allí para entretener sus tardes de colegial con padres ocupados, él vuelve al lugar donde aprendió a desentrañar los primeros códigos, retomando entre las piedras, las tejas y las ventanas, el efluvio de la ternura y la serenidad de la vejez. La casa aún conserva todo lo que por fuera le entretenía, pero por dentro la ausencia cruza las puertas y se duele tras las ventanas. La fachada le canta una tenue canción de soledades y abandonos, mientras él torna a descifrar los signos donde latía su infancia.
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71 comentarios:
Ah! la casa, matematicamente improbable de resolver la posibilidad de albergar
en ella un hogar...
Una maravilla esta lectura. El final reboza una ternura infinita.
Te lo aplaudo.
Un placer leerte.
Yo de pequeña jugaba así con las matemáticas y la geometría, no conozco el juego del boliche, me voy a buscar ahora mismo en qué consiste.
Un abrazo.
Mi querida Virgi
La casa puede conservar mucho de lo que un día nos hizo sentirnos en un hogar, un verdadero hogar; pero si por dentro se cruzan la ausencia (de esas que duelen tanto), ni la fórmula matemática más perfecta, logrará devolvernos a lo que fue.
Hermosas tus palabras y hermosa la foto, con esas tonalidades algo melancólicas (muy ad hoc)
Un beso
Me has recordado en mi adolescencia, no se lo digas a nadie pero yo multiplicaba los números de las matrículas entre ellos, exceptuando el cero claro.
Multiplicaba todos los números o los dividía o lo que fuera.
Era, y soy aún, bueno en cálculo mental, y me gustaba hacerlo.
Besos.
Se me olvidó, que egoísta soy!!!, decirte que me ha parecido muy entañable el post.
Besos.
enumerar la vida desde todas las variables...desde la infancia el que mira suma y resta...besos.
A veces hay que asirse a los más impensable para mantenerse a flote en un mar (la realidad) que devorarnos anhela.
No me gustan los números, pero cuando he de hacer muchas tareas y me quedan pocas fuerzas, voy contando las realizadas. Una, dos, tres... No sé, así se me hace más corto el camino y recupero el resuello.
Te felcito por esta prosa tan hermosa.
Besos
Hermosa infancia ida...crecemos y nos damos cuenta de que sumamos, restamos, dividimos y multiplicamos...
Hermosa letras, para una madrugada caladora de huesos, besos, Monique.
Entrañable... me has devuelto a un pasado similar..
Muy bueno.
besos
que foto buena virgi, simétrica, muy visual y con unas tonalidades frescas, y el concepto acompañado con el texto complementa a la perfección
cuentos y números... los signos se descifran de formas múltiples y la infancia adquiere heterogéneas apariencias para atestiguar su continuidad
un beso, Virgi
De verdad que duele la ausencia, Virgi. Phoetizada así, al menos.
Intento retener ese olor a suave, a colonia, a galletas y cartillas de caligrafía. Algún día me servirá de balsa con la que me pueda mantener a flote, cuando ya no quede más.
No duele la herida, sino el golpe.
Un juego para ti.
Que tienen las casas vacías que se vienen abajo? Sin aliento, ni manos, ni palabras no hay vigas que sustenten su esqueleto. Ojalá niños, cigüeñas, rosales vuelvan pronto para multiplicar la vida en ese nido...
Abrazos hogareños que tienden a infinito
Esa casa sigue siendo la casa.La casa entrañable y desentrañada.Aparentemente fría por fuera, pero por dentro rezuma calor de hogar. Mezclados los olores quedan impregnados a sus paredes. Por fuera frío aparente, matemàticas inherentes.¿Esperará esa casa una restauración o bien una máquina que todo lo puede arrasará las vivencias, los sueños y los encantos?.
Me encantó Virgi. Puedo sentirla...
Un abrazo matemático.
Dicen que sólo hay tres clases de matemáticos, los que saben contar, y los que no...
Saludos y un abrazo enorme.
http://www.youtube.com/watch?v=VfI2yulNPpY
beso
afortunadamente están los signos*
preciosa historia,
mil besos!
¡Qué alegría encontrar a la matemática y las letras juntas! Siempre fueron tan antagónicas. Un gusto leerte nuevamente. Saludos.
Piedras rodando en la memoria. Hermoso Vir.
Bikiño!
hola, muy lindo blog y te invito a pasar por el mio aunque sea un poco mas basico.. y comentarte que muy lindo lo que escribis.. gracias por compartir ... nonisortega
Volvemos. Siempre volvemos allí donde la vida nos fue amable y acogedora.
Besos.
Bellísimo, entrañable estampa descrita con la ternura que sueles imprimir a tus letras. Me ha dejado balanceándome sobre los años pasados y con un gustito a nostalgia. Precioso Virgi, precioso. Me gusta mucho como escribes.
Besos
"Descifrar los signos donde latía su infancia", buen broche para cerrar el cículo trazado de el "rosa al amarillo". Cuánta poesía pueden encerrar los números y la geometría!
Gracias por las matemáticas.
Eso era un recontar (hacia el pasado) los días de su infancia.
Quizás encontró menos piedras, que las que contaba en la niñez.
Un beso.
Sumó recuerdos, los sumó hasta multiplicarlos.
Es algo que me gustaría seguir haciendo en la actualidad.
Besos.
Muy bella evocación a costa de cuentas y números, un bello juego.
Besos
¡Mi niña, que crudo lo pones!
MBI, un abrazo de ventana a ventana
Gracias Salvador por tus palabras. En un momento te devuelvo la visita.
Hola Alfaro, no sí encontraste lo del boliche (juego de las canicas).
Besos a tus palabras. Aquí y allí.
Las ausencias en lo que fue nuestro hogar infantil, son muy duras. Marichuy, mi agradecimiento por tu presencia constante y consciente.
Querido Toro, verte repetido es un lujo, así que me alegra te hayas olvidado. Besos, números, líneas...
Vista así, Fernando, unas serán sumas y otras restas, incluso divisiones. Lo más difícil es multiplicar. Un abrazo
Cada uno se agarra a los asideros que le resultan más adecuados. Aunque muchas veces no son los adecuados...¡ay, la vida!
Mis sonrisas a tu inspiración, Trini
Me lees en la madrugada, te escribo en el ocaso. El mundo gira, mientas nos leemos. Un beso, querida Monique
Un placer que te guste, De cenizas.
Tiernos abrazos para ti.
Querido Ángel, sonrío al leerte. Gracias, tesoro, besos muchos a tu energía que alcanza hasta aquí.
Estimado Camille, mi agradecimiento a tus palabras siempre sutiles. Como tu poesía. Un abrazo
Muy querido Fernando (con sus lindos piratillas), duele el golpe, la herida, la cicatriz, la ausencia. Nos duele más el dolor que lo que nos alegra la alegría (pobres humanos...snif). Besos y ternura
Otro abrazo, Tanci. Una pena tantas de nuestras casas, cayendo sin remedio. Esperando otra burbuja para aprovechar un espacio repleto de vivencias.
Me dejaste en fuera de juego, Hiperión...¿dónde están los terceros?...besitos sonrientes
Estupendo enlace. De música en música vamos, Alfonso. Esa mujer canta como solo ella puede hacerlo.
Gracias, un abrazo, la fila sigue.
Hola Rayuela. Sí, menos mal que aún podemos conservar signos, trazos, palabras, imágenes. Montón de besos
Gracias Mariano por volver. Vuelvo a sonreír al leerte. Un abrazo
¡Que bonito, Mayte! Según van rodando las piedras, van saliendo nuevos recuerdos y olvidándose otros, ¿no te parece? Besos y más besos
Nonis, nuevamente te agradezco tus palabras. Un abrazo
Querido Ybris. Volvemos, con la mente o con el cuerpo, con el alma o el corazón...y hasta con todo, si podemos.
Un abrazo, a la sombra de una pared
Linda Marien, siempre tan entusiasta! Gracias, tesoro. Tenía la foto hecha hace unos meses, también el texto, pero lo había ido dejando por otros. Muchos besos
Las matemáticas pueden tener ritmo, musicalidad, poesía...Gracias, Shandy, por venir y por tus posts, tan ricos. Un abrazo muy fuerte
Menos piedras, menos calor, menos alegrías. Y mucho vacío. Un beso, Intro, bien grande
Clarice, ¡qué bien que lo has resumido! Da gusto que te lean así. Besos, linda
Me alegra tu visita, Caminante. Te la devuelvo prontamente, antes de que desaparezcas. Un guiño con sonrisas
Excelente tu texto y bonito blog,
un placer pasar por tu casa
que tengas un feliz fin de semana
un abrazo
RMC
Vuelvo y sigues tan poética como siempre.
Me encanta.
Y la foto también.
Virgi, es muy bueno.
Estoy sorprendida, ni siquiera se me ocurren halagos. Tengo que venirme con calma una tarde a tu blog para leer entradas anteriores. Y las fotos también me encantan. Gracias
El texto es una maravilla... y da la casualidad de que conozco a una persona a quien le encanta eso de contar: o bueno, no es que le encante, es que no puede evitarlo: cuenta los pasos que da hasta cierto punto, los escalones que hay en una escalera, los gajos de una mandarina que se va a comer, las cucharadas que tarda en tomarse una sopa... y todo ello mientras conversa contigo sin perder el hilo, de forma como inconsciente. Y no es el único, sé que hay mucha gente que actúa así.
Por eso me ha gustado tu entrada muchísimo. Primero porque es una auténtica delicia, literatura de verdad. Segunda porque comprendo los códigos de que hablas. Y tercera, por esa maravillosa foto...
Es un tierno y precioso escrito, Virgi. Leyéndolo en esta lluviosa mañana barcelonesa los recuerdos y las añoranzas salen a flote.
Gracias por tu sensibilidad.
Mil besos y mil rosas.
Creo que a tu relato de matematicasas le falta algo muy importante y elemental: ¿dos y dos?
Digamos que era la fachada del relato.
Saludos.
Ponme en el listado de los que les ha gustado mucho. Yo no soy de mucha matemática, pero de verdad es estupendo. Un abrazo numerado
Excelente texto y bonito blog,
un placer pasar por tu casa
que tengas una feliz semana
un abrazo
RMC
Canción de soledades y abandonos...cada muerte cercana os aleja más de la infancia.
RMC, dobles gracias por tu doble comentario, un saludo.
Y yo me alegro de que estés por aquí, con saudade, con humor, con ingenio...como sea, vaya! Sue, muchos besos
Querida Mita, una gran satisfacción tus palabras. Espero que te gusten otras cosas también. Gracias, un trozo grande de amor para ti, cielín
¡Jo, Miguel, qué entusiasmo! Me alegra tu comentario, mucho, sí.
Gracias, mi niño. Yo hago algo de eso también, pero no tanto como me cuentas. Las matemáticas pueden ser muy cautivadoras y tienen también una poesía muy suya. Otra vez, gracias. También besos (algunos para esa persona que dices)
Hola Malena! Con esos mil besos y mil rosas, se pueden hacer infinidad de juegos matemáticos. Besitos por tu dulzura.
Le falta y le sobra, querido Tempero. Según el que cuenta, el que canta, el que narra, el que ve.
Un abrazo
Gracias Edgar, te pongo en la lista, ok? Besos y sonrisas.
Claro y conciso, María Jesús, cada muerte cercana, no acerca los recuerdos y nos aleja de lo que vivimos. Un abrazo bien grande.
el país donde los números puedan padecer melancolía, y los niños aprendan la sabiduría de no marcar el tiempo sino sólo las esquinas del alero... tu historia de hoy es una maravilla maravillosamente contada
Joooo, Virgi, he recordado mis tardes de verano jugando con las piedrecitas rojas del jardin...
tristes(por ser lejanos), pero entrañables recuerdos dulces de galletas mojadas...
Me ha emocionado esta lectura,
muchos besos
que tiernas las tardes al sol mientras cuentas y descuentas y te llenas de recuerdos
un beso
Preciosa conjugación del hoy con el ayer. Los abuelos, las criaturas más maravillosas de este mundo.
Un abrazo lleno de ternura.
Encantadora Jin, me encantó tu comentario. Besos y gracias a tu mano, siempre abierta.
Kat, preciosa, sonrisa a tu ¡jooo!
Eres un cielo, gracias y besos
Tardes melancólicas pero llenas de recuerdos. Y si son tiernos y amorosos, ¡cuánto mejor!
Un abrazo grande, Ana
Querida Gaia, no disfruté de abuelos, pero me los imagino bastante. Yo misma ahora estoy casi en ello. Besos, tesoro, también sonrisas.
Regresar en la infancia, revivir recuerdos que desbordan ternura y nostalgia...
Has creado un texto precioso que como siempre me capta y me roba la atencion de todo lo que me rodea. Y uno se transporta en el tiempo y casi sin darse cuenta, por unos instantes se siente protagonista de tus palabras.
Genial!!!
Bicos :)
Me he quedado ensimismado pensando. Me has trasladado, literalmente. Es precioso.
Acabo de recordar que una vez le dediqué a un amigo unas palabras: sólo existe un hogar verdadero y está dentro de nosotros.
Un abrazo
Chuff!!
Una entrañable historia preñada de recuerdos y vivencias...Hay momentos que se nos quedan tatuados en la piel y momentos que reaparecen con los aromas.
Me ha gustado mucho.
Un besito.
descifrar los signos donde latía su infancia.. tarea, diría, que casi imposible, volver sobre los pasos dados nunca es garantía de felicidad...
Hacemos cuentos y recuentos.
Cuentos de los que nos estimula
Recuentos de todo aquello que fue y pudo haber sido. Ojo, que no digo 'que no fue y pudo haber sido'.
yo tambien jugaba a algo parecido de pequeña un abrazo
• Al final tuvo que reconocer que su infancia estaba oculta entre complejas ecuaciones con infinitas incógnitas. Al año siguiente, regreso para continuar jugando con las distintas combinaciones que adquirían las letras para nombrar las cosas que había tocado en algún momento de su pasado.
• besos desde una imaginaria PH dentro de la única ciudad del norte que mira al sur.
CR ____________________________________
LMA
Deliciosa entrada y te lo digo sin hacer cálculos...
Hola Merce! yo ceo que con abuelos o sin ellos, todos hemos vivido situaciones parecidas. Y cuando hice la foto y luego la vi varias veces, me imaginé esta historia. Un abrazo, siempre un placer tus comentarios.
Un lujo poder pensar y decir eso, Zeny, ¡cuántas personas ni siquiera tienen esa posibilidad de ver su hogar interior! Abrazos y más...
Linda Zayi, al leer "aromas" lo he asociado con Proust y sus famosas magdalenas...Besitos también para ti
Cierto, Beauséant, nada nos garantiza la felicidad. Tampoco los recuerdos. Un abrazo
gracias virgi, gracias por tus animos y por visitarme
Ser, poder ser, haber sido, no ser...posibilidades varias, Tinta. Y cuentos rellenando los vacíos de las formas verbales.
Guiños.
¡Vaya, Loli! la infancia tiene muchas cosas comunes en la mayoría de las personas, ¿no crees?
Me alegra que te gustara. Un beso fuerte
¡Jo, Ñoco, me lo complicas de tal manera que no sé si el protagonista se atreverá a volver!
Besos, sonrisas.
Y olas de PH, exclusivas para ti
¡Ja, que ocurrente, Bohemia! Me ha encantado, un abrazo numerado (pero cercano)
Uno lee y recuerda y calcula y acaricia el tiempo del olvido y oye la música y el olor de la compañía... Todo eso que podría haber sucedido de una manera o parecida para los que recalamos en esta playa. Tantos signos que forman esta tabla de comunicar que es un blog y tan cuidado como lo es éste, al que devuelvo, húmeda, la emoción que he recogido.
Y un beso.
La delicia de aquellos recuerdos que se mantienen intactos a travez del tiempo. Hermoso. Abrazos.
hey, los recuerdos si los tenemos garantizados, tenemos fotos, un blog.. otra cosa es que la edad nos los robe y los distorsione ;)
El texto genial. La foto un poema. ¡Ay! pero se me ha pegado una nostalgia de esas que cuesta quitarse de encima, no creo que haya teorema que quite esa pena.
¿Será que llevo ya mucho tiempo sin ver esa casa de la infancia?
Besos.
La casa tenía una reja
pintada con quejas
y cantos de amor.
(...)
Los años de la infancia
pasaron, pasaron...
La reja está dormida de tanto silencio
y en aquel pedacito de cielo
se quedó tu alegría y mi amor.
(...)
Pedacito de cielo (vals 1942) de Expósito,Francini y Stamponi despierta en mí algo parecido a lo q arrancó tu poema.
Sueño y siento esas sensaciones, como si las hubiera vivido.
Gracias Virgi, como siempre.
Besos.
Bello empedrado de los que ya no quedan.
No sé, pero me da en el pálpito de que se trata de un barrio al margen del ruido en el que está enclavada la casa de ¿tus? recuerdos.
Besos.
Gracias a ti, Loli, por venir de nuevo. Un abrazo grande
Y ahora me traspasas tu emoción, Manolotel. Te agradezco mucho esas palabras tan sentidas. Beso fuerte
Cuando se conservan intactos y son placenteros, verdaderamente es un placer recordarlos. Sonrisas y guiños, Fgiucich
Beauséant, yo creo que los recuerdos siempre están más o menos distorsionados, depende de tantas cosas! Pero si nos sirven para algo satisfactorio, pues bien recibidos, no? Besitos
Hola -Pato-! Seguro que por esos caminos que recorres la nostalgia se te evapora prestamente. Un abrazo. Y gracias, muak!
Querida Lu, ¡qué lindo lo que me has puesto! Una satisfacción saber de tus sensaciones con mis letras. Un abrazo fuerte
Sofía, la casa está en el centro urbano (un pelín fuera) de Santa Cruz de La Palma. La saqué en un fin de semana que estuve por allí. Pero no tiene nada que ver con mi infancia, tampoco conocí mucho a mis abuelos (una pena). Escribo lo que me inspira una imagen.
Un abrazo
Volvemos a los lugares de nuestra felicidad.
Pero pocas veces encontramos a las personas que nos ayudaron a encontrarla.
Me gusto este nostalgico escrito.
Dulce nostalgia, desprende tu texto.
La foto me encanta. Menudas fotografías buenas te gastas...
Un saludo.
Gracias, Jorge, Tesa.
Me encanta verlos así, como quien juega al escondite.
Un abrazo grande, también besos a repartir
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