viernes, 23 de octubre de 2009

Leer, leer, leer (6)





Siempre me han cautivado los libros. Ya de pequeña leía todo lo que caía en mis manos: cuentos, vidas ejemplares, colorines, revistas…A escondidas, cogía las novelas de mi madre: El hombre que ríe, El jugador de ajedrez, El amor de un antepasado mío, Los hermanos Karamazov, Hambre, Lo que el viento se llevó, El misterio del cuarto amarillo, Don Juan Tenorio, El clavo…
Luego me llegaron los libros de mis hermanas, poco más que adolescentes y conocí así otras letras, otros mundos, otros pensamientos, poesía, literatura mágica, realismo.
De aquella época de la infancia, cuando mi hermano y yo éramos socios de la Ballena Alegre (¡lejanos tiempos!), surgen algunos personajes que me traen un sabor delicioso, un hormigueo que no puedo definir bien, melancólico y aventurero, tierno y misterioso, como un tobogán al que te subes y vas deslizándote mientras pasan a tu vera las imágenes que aquellas lecturas te produjeron.

Una de esas historias maravillosas fue “Rasmus y el vagabundo” de Astrid Lindgren. En Suecia, un niño vive en un orfanato y, cansado de sus días tristes, se escapa con un músico callejero que recorre los caminos, las granjas y los pueblos con su acordeón.
La historia es de una ternura extraordinaria. Por un encadenado de situaciones, llegan a un pueblo solitario a la orilla del mar, escondiéndose de unos bandidos. Al fin se libran de ellos y la historia termina felizmente.

Casi cincuenta años después de sufrir con Rasmus a la orilla de un mar imaginado, encuentro la misma aldea abandonada, el malecón de madera, las casas superpuestas, los techos oscuros, las calles vacías. Y hasta los ojos de los malhechores, como si fueran ventanas, escudriñando mi recorrido. No veo yo aquí lo que Egon Schiele pintó, una ciudad junto al río. Veo al Rasmus de mi infancia, trastabillando entre tablones viejos, rocas y silencio, mientras la maldad lo persigue. Veo el instante mágico en que se salva, el trascendental momento en que logra salir a la luz, la ocasión deseada de vivir, al fin, la vida soñada. Veo y siento al Rasmus que, cansado de coger ortigas y de que sólo adoptaran a niñas con rizos, se larga por los senderos de Suecia, buscando su lugar en el mundo. Un mundo que para mí, en la infancia lejana, era, sobre todo, leer, leer, leer. Y que ahora revivo, entre los muros de un pueblo enigmático y sugerente, que espera ser habitado aunque sólo sea con los trazos del recuerdo.






Óleo de Egon Schiele
Casas junto al río. La ciudad vieja, 1914
Museo Thyssen-Bornemisza

70 comentarios:

marichuy dijo...

Ay Virgi

Este tema, desde el momento en que mencionas que tu amor por los libros data desde la niñez, me toca muy de cerca.

Yo crecí con mi abuela, sin más niños a mi alrededor (a 600 km de mis padres), entonces los libros fueron mi compañía aún antes de saber leer. Pasé horas enteras hojeando y dejándome llevar por la imaginación, mientras veía la enciclopedia de artes del mundo que mi abuela me había comprado. Luego por las noches escuchaba cómo mi tía el iba leyendo a mi abuela esa tragedias narradas por los grandes novelistas rusos del Siglo XIX. Lo demás vino casi como necesidad.

No conozco “Rasmus y el vagabundo”, pero suena muy conmovedora (a juzgar por lo que comentas); tendré que ver si acá en México la encuentro.

Un abrazo coincidente

PS Qué lienzo más maravilloso has puesto como ilustración

Sofía B. dijo...

Toda un "leona" :o)

Besitos

Tempus fugit dijo...

Me has hecho sonreír al recordar algunas lecturas de similar calado personal. ¡Aquella colección de libros semi ilustrados de Bruguera!

Me han entrado ganas de buscar el libro que mencionas...


besos

Máximo Cano dijo...

Me gusta tu forma d eescribir. Volveré

Enrique Sabaté dijo...

La lectura parece ser buena compañía.

Leerte a ti lo es.

ybris dijo...

El hecho de que algunas manifestaciones de arte como este cuadro de Schiele lleguen tan dentro tiene mucho que ver con las sensaciones que suscita en el observador.
Los libros que nos impresionaron, lo mismo que la gente que hemos conocido son fuente inagotable de sensaciones inolvidables.

Besos.

virgi dijo...

Saber que has pasado en este momento por aquí, así, en silencio, con esa delicadeza con que te perfilamos, es un placer.
Y una sonrisa que esbozo al leerte en éste y otros rincones. Tu serena sabiduría se extraña, estimado Ybris.
Un abrazo

Trini Reina dijo...

Has creado un relato magnifico y evocador. Nos has llevado a la infancia y hemos tocado, olido y leído aquellos libros que nos llenaron de fantasias en la niñez.

No he leído "Rasmus" pero viendo como lo rememoras, dan ganas de correr a la biblioteca a buscarlo y leerlo.

Besos y libros

white dijo...

mi infancia arranca con los libros de Tintín que sacaba de una biblioteca de un colegio donde creo que sólo habitaba yo, con la colección de los cinco que iba "juntando" con santos y cumpleaños. Siempre me gustó leer.
Besito

TORO SALVAJE dijo...

Gracias.
Me has volver a mi adolescencia.
A la maravilla de leer, imaginar y soñar.
Allí donde todo podía suceder.
Como añoro todo aquello.

Besos Virgi.

Marien dijo...

Que bonito debe de ser el cuento tal y como tu lo describes. El pueblo te recuerda a tu infancia y el cuento te lo trae a la memoria. Tienes una manera de contar las cosas que consigues que toquen la fibra sensible, que la mia por lo delicado debe de ser el estómago.
Besos

edgar dijo...

Desde que te sigo veo ese gusto por la lectura, ahora lo entiendo mucho más.
Que las páginas te sigan abrazando...y que nos lo sigas contando!

Anónimo dijo...

Leer, leer, leer, imaginar otros mundos y vivir otras vidas, y decia mi padre, Nena, deja de leer que ya esta la comida.

Leer, y caminar con libro en mano, y sonreir con la mirada, divagando en el mundo imaginado, ese nudo en la garganta, o esa sonrisa sincera, ese rubor que te alcanza desde la imaginacion.

Leia, y leo, y paseo a veces por las calles, pero de otros mundos, mientras cruzo Madrid.

Te leo Virgi, me llegas, nos transportas a ese mundo tuyo, a tu imaginacion, y yo lo observo embobada, como si viera los colores de un caleidoscopio, porque al igual que los colores, tu escritura me encanta.

Un abrazo preciosa, sigue leyendo y por supuesto escribiendo!

Zayi Hernández dijo...

YO TAMBIÉN FUI NIÑA DE LEER...MI MADRE DECÍA QUE ERA "AUTISTA" PORQUE ME LA PASABA CON UN LIBRO EN LAS MANOS. MI PRIMER LIBRO FUE "BEN QUIERE A ANA". EN EL COLE ME HABÍA TOCADO "LA FAMILIA ALGARABÍA" PERO LE MENTÍ A MIS PADRES ACERCA DEL TÍTULO Y ME COMPRARON EL QUE QUERÍA, YA LUEGO CUANDO SE ENTERARON ME PUSIERON DE PENITENCIA A LEER EL OTRO TAMBIÉN... JAMÁS HE TENIDO EN LA VIDA, MEJOR CASTIGO QUE ÉSE.

HE LEÍDO MUCHISIMOS LIBROS A LO LARGO DE MI VIDA, SOBRETODO CLÁSICOS (ES QUE NACÍ EN SIGLO EQUIVOCADO) Y DE TODO LO QUE HE LEÍDO, TODO ME HA GUSTADO PERO COMO DICES TÚ, "BEN QUIERE A ANA" FUE EL LIBRO QUE RECUERDO CON MÁS CARIÑO...FUE QUIEN ME DESPERTÓ EL HAMBRE HACIA LA LECTURA.
UN BESITO CIELO.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

¿Qué puede ser mejor alimento que la lectura?

Entrañable y tierno recuerdo de tu infancia que nos obliga a descender también a nosotros y rememorar instantes que despertaron el amor por los pensamientos ajenos y nos hicieron saber que había otros mundos al otro lado del papel.

Un placer querida Virgi, recorro contigo la vida.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Palabras que nos hacen recordar lo pasado, palabras que lo son todo...

Saludos y un abrazo.

Filoabpuerto dijo...

Así es que Virgi, llevas "cociendo"
ese amor por las letras desde chiquita. No es extrañar entonces que nos prepares estas "delicias" que nos dedicas

Saludillos

Merce

Sue dijo...

No conocí a Rasmus, pero también, como mucho de los que se han asomado por acá, me siento cerca de los libros.
Plagiando a una blogger diré que una de las cosas que más me tranquiliza es una pila de libros.

Es bonita una infancia rodeada de libros. Yo recuerdo, sobre todo, la biblioteca infantil del centro cultural de mi barrio en la que me encantaba pasar el rato. Como no había nadie que pudiera acompañarme y sola no podía quedarme (o no me dejaban quedarme), los poquitos ratos que pasaba allí, cuando iba con mi madre a cambiar unos libros por otros, eran una delicia.

Los que más me gustaban eran los libros de animales y sobre todos uno que narraba la historia de un perrillo abandonado: Detritus. Creo que era de la colección Varco de Vapor.

En fin, qué tiempos!
Gracias por traer a mi memoria todo aquello con tu bonito relato.
Un beso.

Tesa dijo...

No lo he leído.
Fui lectora compulsiva de niña. Lo engullía todo. Creo que, alguno libros pasaron por mis manos y no recuerdo apenas ni el título.
Era una tragona de letras sin tiempo para digerir.
Pero aquella gula de lectura alimentaba mi imaginación, hambrienta.
Y cada uno, crece de lo que ha comido ¿no?

Saludos

alicia dijo...

¿Qué tienen esas imágenes bebidas en la infancia que se quedan para siempre en la memoria? Para siempre ese pequeño Rasmus alcanzará la libertad junto al puerto, mientras se hunden en tus ojos de niña las últimas casas de madera en un atardecer interminable...

virgi dijo...

Hola Marichuy, por leerte ya sabía de tu pasión por los libros. También recuerdo cosas muy tiernas y admirables de tu abuela, que me emocionaron mientras las leía.
Un abrazo entre libros...¡claro, es un lenguaje universal!

Buen juego de palabras, Athena. Tienes el poder de la simplificación unido a lo sugerente.
Un abrazo conciso, pero cariñoso.

Decenizas, también yo tuve (y aún perviven) álbumes de Bruguera. Creo que ahora los quieren editar nuevamente. Besos y letras amorosas

Un saludo de bienvenida, Máximo. Me alegra que te guste. Besos (pero no leas mientras conduces)

¡Que bonito Enrique! Me has dejado muy inflada, mil gracias. Aquí aprendemos unos de otros. Besitos y música

virgi dijo...

Querido y admirado Ybris: contestarte de nuevo es un pretexto para decirte que extraño tus palabras entre la noche y el día. Lucidez serena que alimenta.
Un abrazo grande...bueno, mejor, enorme!

Hola Trini, no sé si lo encontrarás. Si así fuera, verás que es de verdad tierno y precioso. Besos varios

Pues así como leía mucho colorín (comic, porque lo de colorín es una influencia francesa en nuestras islas)de pequeña, a Tintín lo descubrí de jovencilla y me aficioné por completo. Hasta que no los tuve todos no me quedé contenta, los buscaba en la única librería de 2ª mano que había aquí en esos años. Me hice coleccionista de comics, que luego amplié comprando en Barcelona/Madrid. Un abrazo, White.

Lindo Toro, cuando añoramos algo es porque no lo podemos tener de nuevo de la misma manera a como lo recordamos. Entonces tenemos que buscarnos otras cosas que seguramente también añoraremos después del tiempo. En fin, que nunca estamos contentos...
Besitos, tesoro

Marien, tu sensibilidad no está sólo en el estómago. Se te nota en la palabra, en el cuore, en la piel, en el alma...¿me arrieso mucho si digo que también en la mirada?
Abrazos y sonrisas

virgi dijo...

Edgar, ¡qué ganas de ver tu perfil! Pero nada! mira que te haces de rogar...Besos a tu continuidad. Te gustaría leer a Rasmus, seguro.

Lo de sentirme como un caleidoscpio me halaga, Calipso. Ya dije más arriba que aquí aprendemos de todos. Es una red de aprendizaje...¡ños, me quedó de libro!
Besos, besos, seguimos en ello.

Encantadora Zayi, a mí me gustó mucho "Ben quiere ..." pero lo leí para recomendarlo, ya daba clase y siempre me he volcado en fomentar el gusto por leer.
Si embargo, no conozco el otro que nombras. Se nota que has leído mucho por lo bien que escribes. Y tu pág. de los viernes es muy instruciva.
Un lujo que vengas, gracias y besitos

Querida Carmen, dices "al otro lado del papel"...precioso. Y gracias a esos "otros lados" vamos creciendo. ¿Cómo alimentarse, por ejemplo, sin el Arte? gracias por tus enseñanzas. Besos , colores, sonrisas, páginas...

Debes de ser muy organizado, Hiperión. Tantos poemas y tantas visitas! gracias muchas, sí.

virgi dijo...

Merce/Filo: yo creo que leer nos da al menos una posibilidad de entender un pelín más lo que nos rodea. Si además empezamos a unir frases y párrafos...pues aquí nos vemos! un abrazo, compi

Cuando te veo en esa bañera llena de espuma siempre pienso que estarás leyendo algún libro y con música de fondo. No conozco a Detritus, pero suena bien. Un abrazo, Sue, a mí también me tranquiliza tener cerca unos cuantos libros por leer.

Muy gráfico lo de "tragona de letras". Tesa, lo has expresado muy bien, me siento identificada totalmente...¡pues sigamos leyendo!
Besos entre un libro y otro y otro y otro...

Alicia, una sorpresa encontrarte. Ya me pasé por tu bosque particular. Un abrazo, que el otoño no traiga hojas doradas y tiempo para leernos

alfonso dijo...

• con la mirada atenta…

• De tu autora... bonito cuando los gansos se echan a volar y se llevan el lago helado en sus patas enganchado...
Bonita ilustración... adecuada.

• saludos CR & LMA
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Mediterráneo dijo...

Tienes un blog hermoso, por los textos y las imagenes.
Gracias por tu visita, volveré.

Saludos

víctor (el gato estepario) dijo...

Interesantes relatos y poemas. Me he dado una vuelta por tu blog y me ha gustado tu "exponer hacia fuera", tu "mirada hacia el exterior". Una mirada serena, límpia, con cierta elegancia y tintes grandes de objetividad y tema diversificado.

Cuando digo -tu mirada hacia el exterior- me refiero a que es difícil encontrar en el mundo de los blogs, a alguien que no deje de mirarse a sí mismo y de una forma irrefrenable.

Te felicito. Volveré.

SALUDOS DESDE LA TABERNA DEL CRÁPULA.

ZenyZero dijo...

Hola, Virgi

Leer y leer, cuando leer ya no significa concatenar letras, palabras, frases ni párrafos, sino observar, escuchar y trazar planes de futuro para uno mismo y los demás. Ese fue el resultado de mi experiencia con los libros durante mi adolescencia. Leí todos los libros de E. Blyton y Peral S. Buck, luegon vinieron Jack London, Daniel Defoe, Edgar Alan Poe, Julio Verne, Dickens y sobre todo Robert L Stevenson. Hay varios libros que me han marcado para toda la vida: Miguel Strogoff, Viaje al fondo del mar, Robison Crusoe, La Isla del Tesoro y El Conde de Montecristio. Con todos ellos viví una doble vida, aprendí a meterme en la piel de los personajes: fui Jim Hawkins unas veces y Long John Silver otras... aún soy todos ellos; Edmundo Dantés.., el Correo del Zar... imagina.
También hay otros libros que me marcaron para siempre y eso es algo de lo que me he dado cuenta hace poco: las entregas de Estefanía. Recuerdo que mi abuelo las intercambiaba en el quiosco no sin que antes hubieran pasado por mis manos. Qué cosas tiene la vida, me gustaban las historias de cuatreros, venganzas a balazos y amores de salón entre partidas póker, no tengo remedio.
Luego vinieron otros libros y otros autores, aunque no sé, no sé si está bien decirlo, pero jamás leí con tanta pasión. Ahora leo con un corazón más reflexivo, quizá, menos apasionado y más reposado, contemplativo y abstraído por el contexto que envuelve a los autores.

De todas formas, lo que acabo de declarar no estaría completo si no apuntara que, si bien la literatura fue mi pasión durante aquellos años, la música fue lo que realmente me estremecía, ésta era más que sueños, más que viajes a otros mundos y otras vidas, fue la propia razón de mi vida, lo que me salvó entonces de mis bandazos de adolescente (aunque más tarde la repudié..., tanta fue la ansia fue la que me invadía como la frustración).

Ahora, hoy, comparto la pulsión y el embargo por ambas disciplinas, quizá la literatura sea mi venganza por lo que nunca pude llegar a ser.

Gracias por hacerme pensar, por hacerme escribir y por tus ratos de lectura y comentarios.

Un abrazo
Chuff!!

Beauséant dijo...

es curioso, pero seguro que ese libro no dejarían publicarlo ahora. algún cantamañanas hablaría de pedofilia, de valores y demás gilipolleces.. a pesar de mis años sigo leyendo de vez en cuando libros infantiles y cada vez son más predecibles :)

Vergónides de Coock dijo...

La lectura es muy buena, yo leo los libros que la gente bota a la basura. Suerte.

Isabel Mercadé dijo...

No sé qué ha pasado este fin de semana. Yo diría que dejé aquí un comentario. Me ha gustado mucho, Virgi, cómo describes eso que nos atrapa desde la infancia y que nos hace, tal vez a nuestro pesar, o no, "diferentes". También yo leía todo, incluso las instrucciones de los medicamentos, si no tenía nada más. Recuerdo muchas huellas de la infancia, pero en particular un libro que, con esa crueldad de algunas historias para los niños de entonces (y que, en mi opinión, no nos hacían ningún daño, daño hacen otras cosas) describe la historia de cómo a mediados del Siglo XIX niños pobres de Suíza eran vendidos en Milán para trabajar como deshollinadores. Allí el protagonista descubre que algunos de ellos se han organizado... se llamaba "Los hermanos negros" de Lisa Tetzner y era una maravilla para enseñar a los niños el valor y la solidaridad frente a la adversidad.
Bueno, disculpa, he hablado por los codos. Gracias por esta entrada tan preciosa.

Miguel Baquero dijo...

El amor de un antepasado mío, de Zilahy; Hambre, de Hamsun... ¡yo también tenía esas obras dando vueltas por casa, en ediciones extrañas que nadie sabía cómo habían llegado hasta allí! Qué recuerdos me has traído. Entonces me parecían las mejores novelas del mundo, porque es que, en realidad, no había leído otras.

Entiendo perfectamente lo que cuentas sobre Rasmus y el vagabundo, aunque no he leído esa novela. Yo tengo libros como Beau Geste o La impresionante aventura de la misión Barsac de los que recuerdo no tanto el argumento como las tapas, cómo estaba maquetado el texto, la cinta marcapáginas... Gracias por devolverme esos recuerdos durante unos minutos

gaia07 dijo...

Llegar a sentir todas las emociones utilizando la imaginación en indescriptibles detalles con la lectura, es el esfuerzo mejor pagado del mundo.
Disfrutémoslo siempre al máximo.
Un beso.

ismo dijo...

Yo tenía ese libro. Mentiría si te dijese que recordaba la trama, pero sí el título y la autora.

Malena dijo...

Hola Virgi. Es precioso y tierno recordar libros de nuestra infancia con los que aprendimos a soñar.

Para mí fue "El gran viaje de Bibí" el que despertó mis ansias de conocer otros paises y me acompañó durante mucho tiempo.Lo perdí y a través de internet pude comprar otro ejemplar.

Gracias por devolverme a la niñez con tu escrito y también por el detalle de pasar a saludarme.

Mil besos y mil rosas.

Anna Bahena dijo...

yo también soñé... con una história interminable....

ahora la sensacion extraña es recordar...

no recordaba que podía, en un minuto de vida.. recordar para volver a pasarlo por el corazón...

Un beso.

Enrique Sabaté dijo...

Para los que nos entretuvieron los libros las tardes infantiles.

Besos.

Haideé Iglesias dijo...

Uno de los libros que marcaron mi infancia y se quedó siempre conmigo fue "El príncipe mendigo". También yo leía todo lo que encontraba y por suerte mi madre siempre me dio apoyo.
En la adolescencia leí la mayor parte de las bibliotecas de uno de los pueblos en los que viví. Recuerdo con mucho placer los cuentos de Anderssen.... en fin que soy adicta, jeje, a la lectura y es mi único vicio :)
Ah, también me divertí mucho con Guillermo el Travieso en su momento... etapas...
Compartiendo mundos y enriqueciéndonos, si...
Un abrazo lleno de olor a hojas escritas :)

mgab. dijo...

durante un instante he pensado en el Alfanhuí de Sánchez Ferlioso.. el tuyo y el mío, sin duda dos libros mágicos.

virgi dijo...

Muy bonita, Ñoco, esa frase. Eso tienen los grandes escritores, que de cualquier detalle cotidiano, sacan imágenes bellísimas. Un abrazo

Espero que regreses y te siga gustando. Gracias por venir, Mediterráneo. Besos salados

Pacokafka, me has hecho reflexionar con tu comentario. Gracias. Voy escribiendo pequeñas cosas que me sugieren algunas imágenes. Otras veces al revés.
Que te lleguen mis sonrisas hasta tu taberna.

Hola Beauséant! tienes razón, en la literatura infantil hay verdaderas genialidades, recomendables para niños y adultos. Besos y gracias por venir

virgi dijo...

¡Wau, Zeny! Ahora fuiste tú el que me motivo para seguir recordando. Antes de leer esas novelas de las que hablo, también leí Dos años de vacaciones y El correo del zar y 20.000 leguas y...y...y...
Robinsón Crusoe dejó una marca indeleble en mí. Aún hoy me veo en una isla desierta e imagino que yo soy él. ¡Qué decirte de la isla del tesoro! Bueno, y El Jabato y El Capitán Trueno y El Cosaco Verde y 13, rue del percebe...
A la música llegué justo a los 18 conociendo el rock y el blues para dejarlos siempre conmigo.
Bueno ésto más que unos comentarios parecen correos...del zar no!
Un abrazo, montón de gracias y sonrisas para ti

virgi dijo...

Si viviendo en la basura, encuentras buenos libros, ya tienes un trocito de razón para seguir viviendo ahí.
Un saludo, Basurero, y gracias.

Querida Bel, nunca oí ese libro, parece muy instructivo, en esta época en que tantos tenemos bastante. Y muchos niños no saben ni un pelín de lo que es el sacrificio.
Besos y libros...¡siempre!

Parece, Miguel, que lo que comentaste una vez acerca de los vecinos, es muy real. Como si nos hubiéramos intercambiado aquellos libros en la plaza del pueblo, o en la misma calle donde jugábamos.
Un guiño

La lectura nos abre puertas, caminos, ventanas, sueños. En esas sendas nos encontramos, Gaia. Un abrazo grande

Ismo, me ha encantado saber que tú también lo recordabas. Un beso.

virgi dijo...

¡Hola Malena! no conozco "El gran viaje de Bibí", pero como por mi trabajo tengo mucha relación con libros, voy a ver si lo localizo.
Un muak viajero, entre países y letras.

Me alegra que vengas, Anna. Tus palabras siempre son sugerentes. En ese viaje interminable también nos vamos cruzando. Besos y ternura.

Enrique, una alegría verte de nuevo, me gustaría oirte alguna vez. A ver si coincidimos. Un abrazo, gracias y gracias.

Haideé, a Gullermos el travieso, ya ves, no lo leí. Pero El príncipe mendigo sí. Y me cautivó también.
Un abrazo entre hojas de otoño y hojas de libros

¡Jin, qué alegría ver esa mano por aquí! Hermoso libro el que nombras. Pero lo leí hace sólo unos años, ya mayorcita.
Besos y sonrisas

Federico García Barba dijo...

Yo también tuve el carnet de la Ballena Alegre.
Curiosos tiempos aquellos, apartados de nosotros por casi medio siglo!

alfonso dijo...

• con la mirada atenta…

Estoy sentado, con los pies en el agua, en Punta Hidalgo... por si pasa alguien por allí.

• besos chicharreros / CR & LMA
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PÁJARO DE CHINA dijo...

Me recordaste instantáneamente a los protagonistas de "Antes del Amanecer" y "Antes del Atardecer", de R. Linklater. Criaturas adorables para los que el "arte" es algo tan natural, tan cotidiano, que baja de los pedestales y se mezcla con sus vidas para atravesarlas por completo, como debería ser, cada día. Que en un cuadro de Schiele veas a los personajes de los libros de tu infancia es precioso, porque es apropiarse de Schiele para imbuirlo de experiencias personales y, además, tener la lucidez y la ternura necesarias para compartirlas.

Y, también, tocaste una cuerda íntima sensible: a mí misma y a varios que quiero profundamente nos enamora Schiele, por todas las evocaciones y asociaciones que despierta.

Ahí te enlazo así te tengo más cerca.

Un abrazo fuerte.

Luis Antonio dijo...

Bello y merecido homenaje el que brindas a lecturas de la juventud. Con frecuencia experimento parecidas emociones. Sin embargo, en una ocasión que releí un libro de grato recuerdo, me decepcionó. Por eso no he repetido la experiencia...
Un abrazo

 Mayte dijo...

Me recuerda terriblemente a las historias que solía contar mi madre ...a los cuentos y nanas en la tarde con leche tibi y bikiños rodando por las mejillas.

Más que bonito Vir.
Bikiños más para ti.

Tempero dijo...

Ya sabes Virgi, en esta vida abres un acordeón y te suena un cuadro, ves un cuadro y se te restaura un cuento. Igual te da por coger los pinceles un día y el óleo se convierte en tinta.
Todo se nos mezcla bellamente, la suerte del bagaje.

Besos.

àngelpvico dijo...

Me ha encantado leer tu relato sobre leer y aunque leer es un placer, también requiere de practica , como ir en bici. Estoy seguro, que debes dominar con destreza el manillar de la lectura.

Casía dijo...

jejejje lo mismo me pasaba a mí, dice mi madre que leía todo lo que caía en mis manos hasta los papeles que estaban por el suelo, gracias por echarme de menos, es un lujo

Arantza G. dijo...

Un paseo por mi infancia, casi solitaria de no ser por los libros...o tal vez por ellos.
Me llamaban rara porque leía El Quijote en vez de Lulú.
Me alegro haber visitado tu sitio.
Me gusta.
Un beso.

noelle tutenuit dijo...

Hola Virgi.
Te sigo y me gusta lo que haces.
j'aime ce que disent aussi ceux qui te lisent, ceux que tu touches, leurs commentaires, beaucoup te répondent avec des sortes de poèmes, que tu libères en eux.
Bravo
Besos

Merce dijo...

Hay libros que dejan una huella en nuestras memorias. Yo he leido bastante de pequeña, y ahora no hay noche que no me acueste sin leer un ratito, sea la hora que sea :)

Una de mis hijas es una devoradora de libros, no hay lugar a donde vaya que no se lleve su libro, a veces creo que es exagerado. En el colegio los esconde debajo del pupitre y mientras los demás hacen ejercicios ella lee... mmmm

Espero que no abandone tan delicioso placer de la lectura segun se vaya haciendo mayor.

Biquiños

virgi dijo...

¡No me puedo creer que tengas tú también el carnet, la insignia, los sellos...Es que no conozco a casi nadie con esa "afiliación". A mí me produjo grandes placeres. Un abrazo, Federico. También un beso de la ballena.

¡Vaya, qué suerte Ñoco! Por aquí trabajando y tú con los pies en alguno de esos deliciosos charcos. Muchas veces vamos a darnos un remojón por esa zona. Seguro habrás hecho ya hermosas fotos.
Un abrazo chicharrero

Muy bonito lo que escribes, Pájaro de China. Yo también te sigo mucho. No conozco los libros que dices, pero me alegra producir estas ondas de recuerdos. Besos alados

Gracias Luis Antonio, por venir y dejarme tu huella de sabiduría. Un beso.

Mayte, lindas nanas y cuentos de invierno, con el viento en el tejado y la lluvia tamborileando sobre los cristales. Me encanta lo de bikiños, así que muchos de ellos para ti.

virgi dijo...

Tempero, el bagaje puede ser un lastre, también un placer. Depende con qué piel lo recorramos.
Besos de aceituna

Gracias Linsay, por tu invitación. Lo tengo en cuenta. Un abrazo.

¡Ja,ja,ja! ¡Qué genial! también tuve una época de puro manillar, primero en patineta, luego en bici...
Besos, Ángel, gracias gracias.

Hola Loli, un abrazo por tu regreso. Por la lectura estamos muchos conectados, ¡qué bien!

Querida Noelle, me alegra mucho mucho que me hayas dejado un comentario. Un abrazo, muchas gracias.

Merce, esa hija que nombras tiene un mundo maravilloso entre manos, ojos, corazón, alma...bueno, con esa madre sensible que tiene...¡normal!
Un abrazo oloroso y primaveral

jorge dijo...

leer; un bonito pais en el que habitar.

Basicamente todos los locos de la lectura empezamos leyendo libros de nuestros mayores, dejandonos embrujar por las historias.

Haciendonos esclavos de una droga de la que nunca nos desengancharemos.

No conocia el cuadro, me encanta.

Anónimo dijo...

Esa pasión por la lectura y los libros también la he tenido desde pequeño…
Qué gusto leerte y compartir esa pasión. Un fuerte abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Qué hermoso recuerdo. Siempre he pensado que leer es la única manera de salvarnos. Entre otras cosas.
Además apunto tus sugerencias.
Me ha encantado leerte. También lo del violencello.

Abrazos agradecidos.

June dijo...

No sé qué ha hecho el blog con mi comentario,pero te lo dejé y ahora no lo veo.
Te decía que estaba de acuerdo porque mi vida sin libros hubiera sido una mierda , que se lo digo a mi hija para metérselo en vena .
Y te mandaba un beso.

virgi dijo...

Jorge, con todos los cuadros que veo conoces, me alegra aportarte algo nuevo. Un beso, te leo en el Hope.

Se habla mucho de la red y los nudos. Creo que la Literatura forma la malla más inmensa y consistente del mundo. Un abrazo, Salvadpr, gracias por venir

Estupendo verte por aquí Clarice, gracias también. Te devuelvo el abrazo, duplicado. Y sonrío.

Me has escrito algo genial: estamos enchufaddos a leer, como una droga, en vena, como bien has dicho. Besos y ojo con esa moto!

Ventana indiscreta dijo...

Tomando como referencia al 'Lazarillo de Tormes' ganas tengo de ver tus relatos frente a cuadros de Madrid o Toledo.
Muy bello el cuadro de Schiele.

Besos.

LA ZARZAMORA dijo...

Me durmieron con cuentos, me contaron historias para dormir.
Nací entre páginas y leyendas fabulosas. Mis primeros libros fueron los del club de los cinco y el petit Nicolas.
El libro que mencionas no o leí pero por la sinopsis que haces... le apetecería leerlo a cualquiera.

Besos.

Fernando García Pañeda dijo...

Hay lugares de nacimiento y patrias de papel. Cicerón dijo que la patria es aquel lugar donde se está bien; yo matizaría: aquel lugar donde se es o ha sido feliz. Entre páginas de cuentos, cómics, novelas... Ahí está nuestro ADN, nuestro DNI y todas las demás siglas circunstanciales.
Un beso historiado para ti.

virgi dijo...

Sofía, Eva, Fernando: hermoso trío para acompañar a Rasmus. GRACIAS

Luis Antonio dijo...

Te devuelvo la visita y ha valido la pena. Esta entrada la he pensado en numerosas ocasiones. Sólo cambiaría los títulos. Los chicos leíamos otras cosas. Entonces, las frontereas estaban muy marcadas. Estoy seguro de que si hubiese tenido una hermana, habría leído sus libros.

Me encanta tu estilo narrativo, Virgi.

Un abrazo

P.D. Las fotos que he visto por encima, magnlificas

virgi dijo...

Gracias, Luis Antonio, por tus visitas y tu empatía.
Un abrazo, entre libros siempre

Myriam dijo...

Hola querida Virgi:

Gracias por darme el enlace a esta maravillosa entrada llena de ternura. ¡Qué delicia!

Quizás tenga de mucho de Rasmus, desde muy pequeña tuve que salir a buscar mi lugar en el mundo para poder sobrevivir a una infancia muy dolorosa...

Besos y abrazos

Myriam dijo...

Pd.- Y soy feliz y agradezco a la vida lo que tengo.

virgi dijo...

Gracias, Myriam, por venir hasta aquí y por esa aureola de energía y positivismo que desprendes.
Muchos besos