El complejo de culpa de la
serpiente viene de lejos, para ser exactos, desde el asunto de la manzana.
Después de exhaustivas terapias,
el lobo al fin se hizo cordero.
Por más indagaciones que en la
constelación familiar hizo el pollo, no pudo dilucidar nada correcto acerca de
sus ascendientes. Ni del huevo, ni de la gallina.
Texto, Virginia