sábado, 31 de mayo de 2025

Misterio

Llegamos al mediodía, nadie nos recibió, sólo vimos unos gatos echados a la sombra de un pequeño olivo, en una esquina del patio.Nos pareció una fortaleza de alguna película, un decorado reciente esperando por el rodaje. 

Al atardecer, de los huecos comenzó a salir un rumor musical, una canción ininteligible pero de una placidez asombrosa. 

Pasó la noche, seguimos sin ver a nadie. La soledad también nos acompañó al amanecer y, mientras recogíamos nuestros pertrechos, los gatos se asomaron a los huecos, maullando tan angelicalmente que supimos eran sus voces las que habíamos oído. Seguramente eran ellos  también los que cuidaban del lugar, por algo se llamaba el Castillo de los Gatos.



Texto y foto, Virginia

Fortaleza en Túnez

domingo, 11 de mayo de 2025

Diversidad

Este no era un pez como otros. No. A él no le gustaba el agua, quería tierra, madera, ocres, tejas, calor, nada de azules ni verdes. Nadando sobre una puerta era feliz. Y se maravillaba cuando una mano agitaba el llamador.




Texto y foto, Virginia

Puerta en Túnez

domingo, 4 de mayo de 2025

Fraternidad

Viví unos años en un país de lengua extraña y signos indescifrables. Sólo pude aprender algunas palabras, todavía recordadas. Era difícil comunicarse y aun así tuve relación con un vecino que casi no hablaba. Yo, por ignorancia y timidez. Él, tanto por su carácter, como por un complejo de joroba que intentaba disimular con un aparatoso abrigo.

¿Qué nos unía, entonces? La contemplación del mar. En esos momentos, el horizonte se nos acercaba y fluía una conversación tan inusual como prolífica. Hasta que un día, inesperadamente, me mostró la aleta caudal que le recorría la espalda. No pude menos que descalzarme para que viera como mis pies se iban palmeando como remos. A partir de ahí, el diálogo se enriqueció y el mar fue nuestro.




Texto y foto, Virginia