Va un chico entre la lluvia, se sienta en un banco y abre
un libro.
Desde el balcón, veo como pasa las páginas, ignorante del
agua que cae sobre él.
Lo contemplo absorta, y en un segundo, le falta un brazo.
Al momento siguiente, las piernas.
Cuando aún no me lo creo, sólo tiene la cabeza.
Hipnotizada, veo como el libro se ha tragado al chico,
mientras el agua deshace las páginas, y las letras, como flores, llueven sobre
la plaza.
Fotos Virgi
Y mi aportación a ENTC, aquí.
Algunas lecturas producen verdaderas metamorfosis, ese es el verdadero poder de los libros!!!
ResponderBorrarQurida Virgi me trasladé a un nuevo blog, presionando sobre el nombre Aristos Veyrud se accesa.
ResponderBorrarBesos Escritora!!!
Gracias, Aristos, voy a tu nuevo sitio.
ResponderBorrarBesos
Entre la imagen casi onírica y la desaparición del chico lector, diría que este relato que acaba de forma tan poética es realmente terrible si se lo toma en sentido literal. Prefiero la inmensa metáfora que implica todo u tributo a la lectura: uno se entrega tanto a ella que desaparece el mundo a su alrededor y sólo está dentro del universo del libro.
ResponderBorrarUn beso bien grandote.
Exacto, es lo que dice el relato. Como nos sumergimos en el mar de la lectura para acabar floreciendo como la primavera.
ResponderBorrarUn abrazo, querida, bien grande.
Hoy te veo y te leo por partida doble, vengo de ETC, allí te he dejado mi comentario
ResponderBorrarEsta "Antropofagia" me ha parecido fantástica,en forma de poema nos has conducido a las flores de la lluvia, lluvia de letras que se "tragan" los libros cuando son interesantes, casi siempre, por eso elegimos.
Besicos, amiga.
Espero que el lector no fuera un ciclista suizo...jajaja
ResponderBorrarSalud y besitos
Si hay que ponerse serio hago el sacrificio y me pongo serio: este texto es una de las cosas buenas que me ha pasado en lo que va del año.
ResponderBorrarTe felicito.
esta vez el texto me gustó mas que las fotos... y eso en este blog es decir mucho...
ResponderBorrarmuy ingenioso sí... salu2
Cuando el arte ataque
Muy bueno la verdad y coincido con JLO gran ingenio e imaginación.
ResponderBorrarBesos Virgi.
Pues qué decir? Que me ilusiona mucho lo que me dejan, palabras como flores.
ResponderBorrarBesos y besos
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ResponderBorrarNo te lo vas a creer, Virgi, pero... vine ayer, y cuando iba a comentar... desaparecí.
Te dejo un beso, y besos.
Cada libro es un mundo nuevo por descubrir...
ResponderBorrarTan ensimismado estaba sintiendo lo que leía que no sintió que se desvanecía.
ResponderBorrarPrecioso
besos
ResponderBorrarUna maravilla.
Bello y turbador.
Tienes un don muy especial para los micros; ya puedes ir preparando un libro. Y no tardes.
Besosbesos
Es buenísimo virgi y, mira, si somos comidos por los libros, tanto mejor que por los bancos, ¿no te parece?
ResponderBorrarTus fotos, ¡preciosas!
Abrazos
Primero he leído el de las gafas y me gustó pero este es aún más misterioso, como si fuera un sueño.
ResponderBorrarGracias por estas entradas.
Un abrazo.
Bonito relato, hay libros que nos degluten y otros, que son tragados por nosotros.
ResponderBorrarMe recordaste a Santa Teresa y su lluvia de rosas....
Besos
Esa lluvia de rosas que dices, Myriam, me recuerda los cómics que leía de pequeña. Uno de ellos relataba justamente esa escena, me parece estar viéndola.
ResponderBorrarMi abrazo fuerte
Como a Unamuno, a quien inventaban sus "nivolas" pero al revés: en este caso el libro devora todo lo accesorio pero se transforma igualmente en la realidad. Besos, amiga.
ResponderBorrarMe pongo las gafas y veo todo peor. Así que me las quito y veo y leo y disfruto:D
ResponderBorrarNo sé qué historia me gusta más, si ésta, la de los capítulos pasados que van engullendo los verdaderos relatos de la vida del chico o bien, la anécdota de las gafas oscuras que son capaces de visionar la cruda realidad. Me quedo con las dos :), me parecen buenísimas.
ResponderBorrarun abrazo escritora
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ResponderBorrarLo que no me gusta es el título, porque el micro es extra para ese título caníval; la lluvia lo va encogiendo poco a poco hasta que por fin es embebido y en su lectura entra a formar parte de su libro.
ResponderBorrarUn beso y un aplauso.
Ja ja, es que se refiere al canibalismo que nos devora cuando nos gusta un libro.
ResponderBorrarBesos, Ysupais
Qué precioso final. Me encanta tu estilo. Parece algo triste, pero entre las flores y el hecho de que haya acabado conde ha acabado me planteo si hay forma más hermosa de desaparecer.
ResponderBorrarUn abrazo. Vengo aquí desde Entc, pero no consigo ver la pestaña de seguidores. Voy a intentarlo otra vez. Besazos!
Unas fotos muy bonitas, poco convencionales, sobre todo la primera.
ResponderBorrarUn abrazo
Muy sugerente, Virgi.
ResponderBorrarLa magia de la escritura, puede crear una historia muy breve y además creíble, aunque no es nada fácil.
Enhorabuena.
La lluvia disolvió su imagen en tus ojos... pero en el suelo, flotando, miles de letras se dirigían al mar.
ResponderBorrarBss
Tan absorto estaba en la lectura se perdió en las páginas de una historia que hizo suya. Precioso.
ResponderBorrarBesicos.
Si nosotros devoramos libros, es justo que ellos puedan devorarnos a nosotros.
ResponderBorrarY creo que lo hacen, aunque no nos demos cuenta.
Cuando el texto pasa a formar arte de ti los efectos pueden ser inimaginables
ResponderBorrarUn abrazo
Uno se come al otro y viceversa.Al final termina floreciendo lo que se ha engullido. Creo que reconozco la trasera de la iglesia...aunque no estoy muy segura.Un abrazo, Virgi
ResponderBorrarMe gustó tanto que me dieron ganas de ser cineasta para filmarlo. Saldría un hermoso shortfilm con esta breve y hermosa historia.
ResponderBorrarUn abrazo, querida Virgi
Hasta el chico se siente feliz con los comentarios, montón de gracias.
ResponderBorrarBonitos relatos, un tanto inquietante el primero, ese chico no debió leer bajo la lluvia insistente que todo lo devora:).
ResponderBorrarEn cuanto al relato de las gafas, bueno, no hacen falta gafas para ver quienes somos o con quien estamos.
Besos
Ya volví de mi retiro, vuelvo a estar por aquí.
ResponderBorrarEs que la lectura nos puede trasportar al fin del mundo.
La foto hermosa,como siempre.
Besos guapa
ResponderBorrarO sea, que va a resultar que es cierto eso de que la lectura devora. Me alejaré de esta perniciosa práctica.
El relato es fantástico, Hay que ver como escribes !!!
· BdPH
· CR · & · LMA ·
Magnifico cuento fantastico, amiga...
ResponderBorrarLa vida es asi, simplemente "nos come"...
Un abrazo fuerte
Esa primera fotografía, tristemente repetida en estos días, se redime con las flores de la segunda.
ResponderBorrarA pesar de esa extraña metamorfosis,que indica tu relato, sigo creyendo en la lectura.
Sumergirse en ese mar, tiene siempre el premio de flores olorosas y relucientes.
Un abrazo.
Todavía ando con el susto en el cuerpo. Entre lo de los chorizos del lateral y los lectores devorados por la obra...
ResponderBorrarMagnífico Virgi. A algunos autores, escritores, que ven como parir un texto es una lucha magnífica, tiene que seducirles especialmente este texto.
Y a los que somos simples lectores nos vemos reconocidos. Esa es la razón de que tras una prolongada e intensa lectura, uno olvide la hora exacta, se sorprenda del lugar, y hasta cueste reconocer que olvidó que debe hacer a continuación...Un abrazo
ResponderBorrarQué belleza la segunda foto.
El placer de leer nos lleva a desaparecer y mezclarnos con las letras.
ResponderBorrarBeso, bonito de verdad.
un buen truco de magia, de los que me gustan, de los que no tienen remedio cuando se hacen :)
ResponderBorrarMe he quedado impresionada al ver como el joven se volatilizaba... esperaba ver chorrear el libro, deshacerse bajo la insistente lluvia... pero nunca imaginé contemplar lo que ocurrió. Un abrazo
ResponderBorrarAlicia, una alegría verte de nuevo por aquí.
ResponderBorrarUn buen abrazo
Qué cuento más bueno. Me encantó. ¿Caramba no sabía lo de tu casa con balcón a la plaza? Contra ese muro tengo yo una foto de un pibe pensando. Esa plaza tiene magia.Besos
ResponderBorrarHola Juan.
ResponderBorrarMi casa no es la delbalcón, otra más arriba, pero en esa plaza transcurrió mi infancia, entre pelotas, patinetas, brilé...
Besitos, un lujo que te haya gustado, me encantaría ver esa foto.
¡ah, y la antigua plaza, toda de piedra, donde venía a pastar, en atardeceres y horizontes, un rebaño de ovejas, cargadas de rizos y ternura!
ResponderBorrar(ños, qué poético me salió)
me encanta este micro tan onírico... es sensacional... el libro que se traga al chico... genial.
ResponderBorrarbiquiños,
El remate me parece fantástico, Virgi, pura metáfora y poesía.
ResponderBorrarbSôS.
¡Fantástico micro! Rápido, sorprendente y muy poético. Qué delicia!
ResponderBorrarUn abrazo
Es genial y precioso, Virgi.
ResponderBorrarAltamente poético.
Qué bueno debía de ser el libro que de tal manera el niño se fuera perdiendo dentro de él.
A veces los buenos libros se adueñan de nosotros. Bendita tiranía que hace que caigan del cielo las palabras como pétalos de rosas.
Eres una genia, Virgi mía.
Que la buena lectura que devoramos, nos devore, en una suerte de canibalismo metafórico que subyugue. Si, además, tenemos como telón de fondo la lluvia, ya no pido más...
ResponderBorrarUn abrazo siempre, Virgi
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ResponderBorrarBendita lluvia que también lee sin compasión. Me gustó, también el de las gafas, pero este creo que es mucho mejor, tiene más ritmo.
ResponderBorrarAbrazo
a mi me ha pasado, eso de que el libro me devora
ResponderBorrarno una sino varias veces
pero al final siempre termina por vomitarme jejeje
abrazos y feliz fin de semana Virgi
He estado absorto.
ResponderBorrarHay libros que nos abrazan, que nos llevan de viaje, donde nunca queremos regresar.
Besos, adoro esta entrada.
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ResponderBorrarLluvia de besos y gracias para todos.
ResponderBorrarme gusta ese momento mágico de tu escrito, saludos Virgi
ResponderBorrarGracias, Abu, besitos.
ResponderBorrarUn buen corto sería este relato, ponte a ello con algún guionista.
ResponderBorrarY las fotos le van al pelo.
No me importaría desaparecer así, pero cuando ya sea muy, muy viejita. Y que mi devorador sea un libro de los que me emocionan.
ResponderBorrarUn relato muy original, Virgi, qué cosas se te ocurren.
Besitos,
¡Menuda ocurrencia, Mar!
ResponderBorrarBesos
Mira quién habla de ideas...ja ja... creativa al máximo tú, querida Tesa.
ResponderBorrar(algo me han contado de tú y los libros?)
ResponderBorrarPues no sé si te refieres a los del club?
ResponderBorrarBesitos
Excelente, Virgi. Digno de ser repicado, por ejemplo, este 23 de abril. Por cierto, el Forges de hoy (día 22) en El País pinta una idea muy parecida:
ResponderBorrarhttp://elpais.com/elpais/2013/04/21/vinetas/1366566086_879767.html
aunque, la tuya me parece aún más poderosa, por lo "nutritiva".
Un beso.
Lujazo tu visita, Alfredo. Y una satisfacción que te haya gustado.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, no he podido localizar lo de Forges.
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