XV. Riada
Se acerca a la barra, mira su sombra en el rojo
de la sangre que la mancha casi por completo. Hunde un dedo en ella y no
encuentra el fondo. En suspenso, agarra el grifo de la cerveza y las manos le
resbalan por el metal. Intenta sentarse en un taburete, pero la sangre se
desborda, avanza por el suelo y como un río que crece, le sube, lenta y
parsimoniosa, por las piernas.
XVI. Temple
Se acerca a la barra. Se ha prometido desayunar
sanamente: zumo, tostadas, algún churro, una taza de café con leche.
Decidido, pide la comanda. Mientras llega, del
bolsillo interior de la chaqueta saca una petaca y echa un trago.
Nunca es tarde para dejar los vicios y empezar
una vida nueva.
XVII. Nostalgia
Se acerca a la barra y antes de llegar, ve una
cartera en el suelo, entre las patas de las sillas y las servilletas sucias. La
abre y se encuentra con la foto de su primer novio, al que dejó por su
afición a la bebida. Ojalá lo encuentre ahora y puedan compartir un trago.
Fotos y texto, Virgi
jaajajajajja... Excelente texto, Virgi.
ResponderBorrarUn abrazo.
jajaja se mezclan la risa y el drama...
ResponderBorrar¡Genial! :)
Besos y salud
¡Qué bien que te guste, Erenesto! Si vuelves por aquí, pincha en el enlace y verás los anteriores...bueno, ¿quizás ya fuiste?
ResponderBorrarUn abrazo y agradecida de tu entusiasmo
Me alegras, Genín. Y sí, todo tiene dos caras, bien lo sabes como caballero con experiencia que eres.
ResponderBorrarBesos y abrazos, campeón.
Y sonrisas.
siempre sugerentes y entretenidas esas variaciones en torno a una barra y es que si las barras hablaran... qué no dirían.
ResponderBorrarBesos y buen verano
Cuántas veces una riada nos hace perder el temple para luego volver nuestros pasos hacia atrás, hacia un recomenzar, aunque nada será igual y entonces aparece esa nostalgia adictiva que, de empecinarse, no nos hace avanzar... Luego te aferras a cualquier tabla de salvación...puede ser también una barra. ;-)Tan elocuentes estas barras. Besitos y un fuerte abrazo.
ResponderBorrarLa foto del faro tiene mucha fuerza pero lo que parece es una instalación militar
ResponderBorrarLos cambios que da la vida! Has mantenido la intriga. Buena historia y buenísimas fotografías. Un abrazo, princesa de esos mares. Franziska
ResponderBorrarBuenísimas las tres, y las que más, para mi,
ResponderBorrarla segunda y la tercera.
Besotes, Virgi
Me encantan todas tus variaciones y son buenas porque todas salen de la misma mano.
ResponderBorrarAbrazos veraniegos.
eso de autocitarse es muy feo, pero lo deje escrito hace tiempo:
ResponderBorrar"La N de nostalgia: memorias tristes de cosas que nunca sucedieron como las recuerdas"
Las barras deben de tener muchas historias, Ginebra, y a mí me gusta imaginarlas. Un gran beso, guapetona.
ResponderBorrarLas contribuyen a limpiar, aunque también suelen sacar otras cosas no tan deseosas de verlas en la superficie. Querida Tanci, gracias una vez más por tu dedicación en las visitas, a ver si por fin encontramos el ratito.
ResponderBorrarUn abrazote
Los faros son atractivos para mí, Alí. Y supongo que es normal, pues representan todo un mundo especial.
ResponderBorrarCogí la foto por la fuerza del rojo que la asociaba al relato.
Besotes muchos.
¡Ah, Franzis, qué bien que vengas con tu positivismo! Montón de besos, tesoro.
ResponderBorrarSí, Myriam, a mí también me gusta bastante la última. Y me alegra esa risa.
ResponderBorrarEs lo que tienen las barras. Besitos
Una mano, Isabel, entre nosotras, que frecuenta poco las barras jeje.
ResponderBorrarBesos y buen verano, cielo.
Autocitarse es conveniente de vez en cuando, Beauséant.
ResponderBorrarEn este caso, ni siquiera hay memoria, pura imaginación.
Besos y besos. Con sonrisa.
Excelente Virgi. He leído todos pinchando los enlaces y no sabría decirte por cual me decanto, puesto que todos me gustan mucho. Eres una genia de las letras y las imágenes. Muchas felicidades.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Como siempre magistral.
ResponderBorrarUn besito.
La barra del bar es como la de la guagua: conviene agarrarse bien a ella para no caerse.
ResponderBorrarBesos, Virgi.
Y es que las barras dan para mucho, acabando en lo tragicómico, por cierto que estoy leyendo una novela "La bruja de abril" en la que un personaje femenino es alcohólica (hacía tiempo que no leía unas descripciones tan magistrales).
ResponderBorrarTus fotos son extraordinarias, extraes de lo común lo excepcional y los textos, breves pero con mucho mensaje.
Abrazos!!
Preciosos textos y preciosas imagenes... Muy bella entrada, amiga
ResponderBorrarUn abrazo, y el deseo de un verano feliz
¡Ay, Nani, qué bondadosa eres! Genios hay pocos y desde luego yo no estoy entre ellos. Pero miles de gracias por tu entusiasmo, se nota que eres un sol de persona.
ResponderBorrarUn abrazo y gracias otra vez.
¡Vaya, Reyes, tú también!
ResponderBorrarQue no es pa' tanto, que no.
Bueno, me halaga viniendo de ti, artista, con lo bien que escribes que parece que lo haces sin esfuerzo.
Montón de besos, montón.
Jajaja, Xuan , tan personal como acostumbras.
ResponderBorrarHabrá que agarrarse a la barra y a lo que sea, mi niño, la cosa no está para hacer muchos equilibrios.
Un achuchón.
U-topía, qué lujazo lo que me dices, un placer, gracias de veras.
ResponderBorrarEse personaje debe estar muy bien, se me vino a la mente una novela japonesa de dos personas que se relacionan mucho en ambientes de comidas y bebidas, creo que el título es "El cielo es azul, la tierra blanca" (fantástica).
Abrazos laaaaargos.
Un buen verano también para ti, Ildefonso, reconfortantes tus palabras, mi agradecimiento aunque no me las merezca.
ResponderBorrarBesotes
Sinpáticas y originales. Creativas.
ResponderBorrarBesossonrisas.
Algo cotidiano lo transformas en mensajes que dan para mucho. La tercera me ha encantado.
ResponderBorrarComo siempre, me llevas de la mano y activas mis sentidos. Genial
Un beso y un abrazo de los enormes.
Las barras de los bares siempre propician vida (con todas sus emociones). Me gusta mucho la primera foto.
ResponderBorrarRegreso, lento, de las vacaciones...
Besos.
Excelentes textos y bien ligadas fotos. Y viceversa. Seguro que aún quedan más en la recámara y el teclado.
ResponderBorrar(Virgi, te quería preguntar: ¿sabes algo de Shandy, nuestra amiga gallega? Hoy me he acordado de ella y he visto que dejó su blog sin ningún rastro. Besos.)
Sorprendente.
ResponderBorrarEl humor que no falte, querida Soco. Un gordo abrazo.
ResponderBorrarHummmm, qué bien sienta una cerveza... o tres, en este tu bar.
ResponderBorrarbsÖs, bsÖs Virgi.
Se acerca a la barra lateral de su blog. La recorre con la vista, de arriba abajo, después de tanto tiempo. Y allí, oculta entre vasos, tapas y cañas y grifos de mahou, encuentra lo que buscaba: el querido phoeticblog con otras tres perlicas (como dicen en mi pueblo) Me tomaba unas cañas contigo ya mismo :) De tapa, michirones, siempre :)
ResponderBorrarPreciosas imágenes, Virgi, y qué decir de los texto, ingeniosos, irónicos, de buena novela negra americana, y el primero muy inquietante...Muy buenos.
ResponderBorrarMe siento muy identificada con "Temple" y no porque me haya dado a la bebida, de momento, sino porque como la protagonista pienso que nunca es tarde para dejar los vicios, el queso y el chocolate, por ejemplo, y empezar una nueva dieta y una vida sana.
Un abrazo,
Tómate tu tiempo, Pedro, aunque no hará falta que te lo diga.
ResponderBorrarUn abrazo y gracias por venir.
Quedan unas cuantas, Alfredo, pero paso épocas que se me hace muy pesado seguir con el blog. A ver...
ResponderBorrarBesotes
(ya leí tu contesta)
¡Violeta, qué sorpresa! Iré a verte ahora mismo. He estado desconectada del blog, a ver si le cojo de nuevo el tranquillo.
ResponderBorrarMuchísimos besos, linda.
¡Vaya, Pedro, esa ola palabra dice mucho! Gracias por venir, un abrazo.
ResponderBorrarPues tomémoslas juntas, querida Sole.
ResponderBorrarEspero ocurra.
Besitos muchos.
Fuerte ingenio tienes, Diego, siempre me haces sonreír, muchacho. Me encanta que vengas y la forma en que lo haces.
ResponderBorrarNo pierdas el camino, porfa.
Besos y abrazos
¡Ay, Tesa, maravilla, como sueles, tan reconfortante y animosa! Millones de gracias, tú sí que eres una artista enorme, voy a verte ahorita mismo, seguro que me cautivarás.
ResponderBorrarBesos, abrazos y cariños.
En los bares y sus barras se encuentra uno con la vida y con sus buenos o malos tragos...
ResponderBorrarMe encantó el segundo micro: Nunca es tarde, no.
;)
Besos, preciosa.
Y si alguien canta con alma y ganas ;), mi niña linda, tendría que ser uno de esos buenísimos momentos,
ResponderBorrarNunca es tarde para abrazarte, Eva, tesoro de chiquilla.
ResponderBorrarMe han encantado los relatos, especialmente el último.
¿La foto? Te superas, un 11 sobre 10
Un beso
· LMA · & · CR ·
Me alegras muchísimo, querido Ñoco, con esa calificación totalmente inesperada...¿no será que estás relajándote un poco?
ResponderBorrarPero, no, no, no, porfa, sigue en esta línea y así me das un poco de respiro.
Besos y achuchón cariñosocariñosocariñoso.