IV. Lance
Se acerca a la barra y una tía, insinuante, lo mira. Él le enseña la lengua, retador.
Un momento después, sobre el mostrador, sangra un trozo de lengua y una muesca más queda grabada en el mango del cuchillo
V. Nocturno
Se acerca a la barra, temblando de emoción.
Allí está ella, no ha faltado a la cita. Tacones de agujas, medias con costuras,
un traje negro bien prieto, el pelo en una trenza que ya sueña en deshacer.
La noche da para mucho y la barra también. Le
servirá con afán, por si el novio tampoco aparece hoy.
VI. Bambalinas
Se acerca
a la barra, la noche es gélida y el frío le camina por las venas. Se tomará un
par de whiskys, se quitará el abrigo y podrá comenzar su número diario, el del
borracho que entra con frío en un bar y,
ansioso, pide un par de copas.
Fotos y texto, Virgi
Qué bueno, Virgi, me enccantaba ya solo esta parte, sobre todo el primero que es 'cortante y afilador' y unido al enlace es enorme, me gusta muchísimo, tienes tú una vena muy buena para la narrativa de género negro.
ResponderBorrarGracias por compartrirlo.
Un beso.
Pues mira, MJ, tienes razón, me gusta el género negro, sí.
ResponderBorrarUn beso y graciasgraciasgracias.
Me maravilla esta personalidad para mi desconocida, de tus minicuentos en serie de ambiente, creo que alcanzas un "top" de ingenio excelente.
ResponderBorrarBesos. Franziska
¡Uy, uy, Franzis, qué lindura! me satisfaces y te sonrío, gracias y muchos besos.
ResponderBorrarPor un momento pensé que me había equivocado y estaba en el blog de la ZARZAMORA, enseguida me di cuenta que tenia un sello tuyo inconfundible, y aunque es verdad, no me digas que no es un bonito piropo para ti... :)
ResponderBorrarBesos y salud
Muy bien, olé, Virgi. En un estilo seco, cortante, casi de realismo sucio, estas variaciones las bordas.
ResponderBorrarTambién yo ando muy liada, amiga, así que perdona si me despisto. La vida, a veces, nos enreda mucho.
Un beso enorme.
Gracias por tus visitas y comentarios, Virgi. Ahora me deja comentar. Leí tus seis variaciones: todo un abanico de posibilidades de acercarse a ese lugar que es casi como un confesionario nocturno. Un abrazo, amiga.
ResponderBorrarQué buenos relatos, Virgi, todos me gustan, pero el que más el último.
ResponderBorrarY que pasada esa farola haciendo el pino suspendida en el paisaje ambar y azul de la copa.
Si cortas la parte de arriba y dejas sola la copa y el agua de fondo tienes una preciosa variación de esta foto.
Y luego me dices a mí que se me dan bien los reflejos, pues todavía no he hecho una foto así de chula, pero ya estoy mirando todos los culos de copa desde ya.
Muchos besos, Virgi.
Geniales todos!!
ResponderBorrarMe quedo con el segundo.
;)
Besos, mi tesoro.
Me gustan todos, pero me quedo con "Nocturno".
ResponderBorrarMenudo bar....y menudo paisanaje...fíjate que algunos me suenan...En ocasiones todos interpretamos no sé que papel frente a una copa, no voy a decir de más, pero si, el bar como escenario me encanta...un abrazo
ResponderBorrarPues sí que es un bonito piropo, Genín, y me enorgulleces, chiquillo. Un abrazo, bien que te lo agradezco.
ResponderBorrarHabrá que acercarse a la barra, querida Isabel, así charlamos un poco con una cañita delante, te parece? Hablamos, miles de besos.
ResponderBorrar(me alegra eso del "bordado" :)
Confesarnos en sitios así me parece más estimulants que en otros algo más tétricos, Mateo.
ResponderBorrarEstoy segura que estarás de acuerdo conmigo.
Besos besos besos
¡Es que tienes un ojo, mi niña, Tesa! Voy a probar ahora mismo, ni yo misma me acordaba de que se veía la farola al revés...es lo que tiene una mirada aguda como la tuya.
ResponderBorrarUn achuchón grandísimo.
Tesoro de Zarzamora, un lujazo tus visitas. Me traes la alegría que ahora mismo la tengo desperdigada por ahí.
ResponderBorrarBesos y ganas de verte ya de una vez, jo!
Ese nocturno tiene quizás el plus de lo que está por venir, un deseo cierto de tener alguna hermosa oportunidad, sea en el amor, sea en otras cosas.
ResponderBorrarQuerido Thornton, me reconforta tu visita más de lo que crees. ABRAZOS.
Yo no soy de bares, V., fíjate, incluso entro en alguno y nunca sé lo que pido, a no ser que tenga hambre o sed.
ResponderBorrarNo tomo café, ni whisky, ni ginebra, ni ron, ni muchos refrescos...en fin, desabrida total.
Sin embargo, será la influencia del cine y los libros lo que me ha llevado a estas invenciones?
Besos y sonrisas. Mucho de todo.
Creo seriamente que lo mejor es no acercarse a las barras de ciertos bares:).
ResponderBorrarEmotivo y sincero tu post anterior. Sí, vivimos en un país de vómito donde existen cada vez menos derechos...
Besos
Creo seriamente que lo mejor es no acercarse a las barras de ciertos bares:).
ResponderBorrarEmotivo y sincero tu post anterior. Sí, vivimos en un país de vómito donde existen cada vez menos derechos...
Besos
Sorprendido por esta modalidad tuya, de brillantes narraciones cortas.
ResponderBorrarAl ambiente, tan solo le falta el sonido ronco de un saxofón.
Un abrazo.
Sí, Ginebra, muy lamentable este desastre de país, nos van dejando sin los derechos más elementales. Una porquería.
ResponderBorrarBesitos, guapa. Y brindemos por un futuro mejor...en cualquier bar, a ser posible?
Buena aportación, Juan L.
ResponderBorrarUn saxofón, un piano triste. Como un blues o así.
Otro abrazo para ti, bien grande.
Buenos relatos Virgi ... metes al lector en el ambiente del relato con gran facilidad ...
ResponderBorrarhabrá tantas variaciones como estados de ánimo ...
Un abrazo
Muy buenas variaciones. La del nocturno me gustó especialmente.
ResponderBorrarUn abrazo, Virgi
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarPues si es por estados de ánimo, Esmeralda, no sé cuántos me saldrán. Más bien trato de imaginar diferentes personas en ese ambiente.
ResponderBorrarUn besote.
Gracias, Marichuy. Esa es una de las que más logré imaginar, quizás me veía yo misma con esa trenza, je, en mis años juveniles.
ResponderBorrarBesitos besitos
ResponderBorrarTres en uno. Cada cual mejor. Difícil elección.
¿se te ocurrió con buena compañía y acompañada con un tabernero con los brazos cruzados?
Me quedaré con la última historia, la más redonda, sin hiel ni sangre... y con la última foto (la segunda desconcierta (¡ese puente!)
· BdS
· CR · & · LMA ·
Pues para no ser de bares te ha quedado de rechupete. Con cada texto podría empezar una historia que, incluso, podría terminar bien.
ResponderBorrar:)
Un beso.
¡Salud!
ResponderBorrarSeis acercamientos a la barra ¿Cuál elijo? Me quedo con los seis, aunque acabe borracho de ti :) Seis besos.
ResponderBorrarVoy a la barra con Diego y contigo, hace? Geniales.
ResponderBorrarBesos en botella, ji.
Me encantan estos acercamientos. He vuelto a leer desde el uno. Contigo aprendo, este estilo tuyo mueve dentro.
ResponderBorrarGracias siempre, y abrazos.
Entrar en tu compañía, Ñoco, tesoro, tampoco estaría mal, hablar un largo rato y quedar para otro día, ¿qué te parece el plan?
ResponderBorrarBesos, chiquillo incorregible.
¡Puf, Sue, lo de terminar bien no es muy usual! Pero se podría intentar, veremos...
ResponderBorrarUn abrazo, un beso, un guiño.
Ja ja ja ¡Chin chin!
ResponderBorrarBesos, Ismo.
Diego, estás inspirado, vaya que sí. Me gustó esa borrachera, estás en todo.
ResponderBorrarBesos y sonrisas a tu ingenio.
Okis, Mar, vamos juntas, porque este Diego es mucho Diego. Menos mal que no te conoce.
ResponderBorrarMuak y remuak.
Es que aprendemos por cuestión mutua y empática, Isabel. Gracias y abrazote, tesoro.
ResponderBorrar(me encantó lo de los caracoles, tiernísimo y precioso)
¡Qué buenas variaciones!
ResponderBorrar"Lance", la mejor.
(Yo no saco la lengua a nadie...pero ahora, menos :))
Bss
Bueno, en casa sí, tampoco te pases, chiquillo.
ResponderBorrarMuak y muak y muak :) :) :)
Qué bien conjugas imagen y texto, y me refiero a la imagen descrita en el texto y el texto reflejado en la imagen. ¡Qué buena eres!
ResponderBorrarAl final, una se queda que no sabe si acercarse a la barra o salir huyendo.
ResponderBorrar"Se acercó a la barra". La frase por sí sola ya canta historias que no terminarían nunca.
No me cansaría de leerla una y otra vez, Virgi.
Te digo lo mismo que Ximens, qué buena eres escribiendo.
También cuando no escribes.
Al final, una se queda que no sabe si acercarse a la barra o salir huyendo.
ResponderBorrar"Se acercó a la barra". La frase por sí sola ya canta historias que no terminarían nunca.
No me cansaría de leerla una y otra vez, Virgi.
Te digo lo mismo que Ximens, qué buena eres escribiendo.
También cuando no escribes.
"Barras de bar, vertederos de amor..."
ResponderBorrarSr. Ximens: todo un piropo, oiga. Me ha sorprendido vd muy gratamente.
ResponderBorrarMiles de besos y gracias, artista.
Tecla, Tecla, Tecla, querida Tecla, soy buena porque así me ves, es lo que tiene el afecto.
ResponderBorrarLa barra da para mucho y aunque yo no las frecuente, me las imagino, je.
Besitos y abrazotes
Tremenda frase me dejas, Manuel, la tendré en cuenta.
ResponderBorrarSonrisas te van.
Guau, que textos mas magnificos... Que pluma mas afilada tienes... Me encantaron...
ResponderBorrarUn abrazo
Ese frío gélido ha recorrido mi piel al leer estos relatos. Magnífico y cortantes. Los he vuelto a leer, tal vez porque a veces me encanta que se me ponga la carne de gallina. ;-) Si que me ha gustado. Y mucho. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarlas fotos y los textos, excelentes. El primero, impactante.
ResponderBorrarmuy ingeniosos y agudos tus breves, en esa atmósfera tan original y creativa.
ResponderBorrar(perdona mi aparente descuido, sabes que te quiero un montón)
Ese chico ilusionado me ha llegado al corazón, ojalá la noche juegue para él.
ResponderBorrarAbrazo empático.
Afilada, afilada, no sé, Antiqua, ya me gustaría. Pero si te han gustado, me das una satisfacción.
ResponderBorrarAbrazo, chiquillo.
Tampoco pretendía que te me helaras, querida Tanci, aunque si algo he conseguido me llenas de gozo. Si te soy sincera, me gusta escribir este tipo de cosas, tengo unos cuantos más que creo sacaré más adelante.
ResponderBorrarUn besito y abrígate, anda.
Sonrisas también.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarYa me gustaría encontrar un cuchillo con esos datos, sería un objeto digno de estudio.
ResponderBorrarPedro, abrazo largo.
Y yo ídem de ídem, Soco querida.
ResponderBorrarLo del descuido, ni te preocupes, que todos tenemos nuestros líos.
Besos y cariños, tesoro.
Es lo mismo que deseaba yo, Edgar, que la noche y su dedicación le den una buena oportunidad.
ResponderBorrarVeremos si la trenza al fin se desmelena, besos besos.
¿que micros más impactantes, Virgi!. Un placer.
ResponderBorrarCasi todos darían para empezar una novela, ¿verdad?
ResponderBorrarCuántas millones de historias se escribirán en esa barra anónima... Un abrazo.
ResponderBorrartodos los escritos geniales, me da pena tener que alejarme de la barra mágica, saludos Virgi
ResponderBorrarMe quedo "amorrada" a esa copa que es como una puerta abierta a la imaginación... querrás creer que entre sorbito y sorbito me han pasado por la mente tres "cortos"?!
ResponderBorrarbsÖs.
El placer es mío si te han impactdo aunque sea un pelín; María Jesús.
ResponderBorrarUn abrazo de los fuertes.
Empezar no sería tan difícil, Beauséant, la cuestión es seguirla y acabarla decentemente. Y hasta ahí sí que no llego.
ResponderBorrarBesos besos.
Tantas como clientes multiplicado luego por según el estado y la situación...en fin...infinitas o casi.
ResponderBorrarAbrazote, Joven.
No te preocupes de alejarte, Abu, lo importante es que te hayas acercado después de tu ausencia.
ResponderBorrarMe alegras y te envío cientos de besos.
"Amorrada" me dejas tú a mí, querida Sole, estaría bien bebernos unas copas entre las dos.
ResponderBorrarA la espera, te mando besos, sonrisas y complicidades.
Uf, después de tantos días de obligada sequía... me ha venido de lujo la barra de tu bar donde (siempre) puede pasar cualquier cosa.
ResponderBorrarBuenísimos, como siempre. Hoy elijo, sí, el primero... me encantan las mujeres fatal :))
tD1b, Virgi.
Hermoso. El mar lo es todo, principio y fin. Tan insondable como ingobernable. Y para cada quien representa una o varias cosas distintas.
ResponderBorrarUn abrazo
ResponderBorrarEsas mujeres de películas, tipo Lauren Bacall o Rita Hayworth, te refieres, Volvo? Bueno la Bacall no lo era exactamente, no.
A mí también me pueden, tienen un magnetismo especial y envidiable.
m
Me alegra que te guste precisamente ese relato.
Montones de besos
Ya sé que la importancia del mar en tu vida, querida Marichuy, debió ser una época preciosa para ti.
ResponderBorrarMuchos besos y mi abrazo enorme y especial en estos días.