Escribía de noche. La oscuridad le susurraba sus palabras más preciadas y con ellas se embelesaba. Unas veces le daban alas para relatar historias;
otras, el rumor de su belleza lo distraía del papel: ocarina, manantial, anémona,
iris, ánfora, tisú, almizcle…
Se le ocurrió escribirlas en las paredes según le iban
llegando, así le dieron una luz extra, un resplandor inusitado, un fulgor de
arco iris, savia y sangre nueva entre los viejos muros de su vida.
Al alba de un día cualquiera lo encontraron exánime sobre
la mesa, iluminado su cuerpo por los innumerables faros que eran las palabras.
Fotos y texto, Virgi
La noche, siempre, da más luz.
ResponderBorrarSiempre me inquietan esas ventanas con luz cuando todo está apagado...
Besos.
Cuando estaba sacando la foto, Pedro, sentí algo de eso, sí. La noche es inspiradora, haya más luz o menos.
ResponderBorrarUn abrazo
Los colores nocturnos subyugan... :)
ResponderBorrarBesos y salud
La idea es lo que me fascina, esa fotografía con la luz en la ventana y el texto que encaja tan bien.
ResponderBorrarPero no es de extrañar, siempre sucede contigo.
Me encantó.
Besos Virgi.
Un texto precioso, pleno de poesia, y unas imagenes tan distintas como bellas, igualmente... Feliz union
ResponderBorrarUn abrazo, amiga
Y los buenos amigos también, querido Genín, un fuerte abrazo.
ResponderBorrarEmpate que tenemos, Aída, dulce Pluma. Me satisface, un besazo enorme.
ResponderBorrarEs la magia de las palabras, esas de nombres mágicos que tú evocas las que traen la luz.
ResponderBorrarY ese cielo... maravilla.
Abrazos soleados por aquí.
Gracias, Antiqua. Si consigo algo de lo que me quedo satisfecha y luego a otros también les gusta, pues mejor que mejor.
ResponderBorrarBesos y besos.
Isabel, querida, es la luz también de la gente que nos quiere, esa imprescindible y vital. Gracias, tesoro, un rayo de luz cargado de besos.
ResponderBorrarQuién dijo oscuridad?
ResponderBorrarMientras las palabras estén a nuestro favor, la luz es posible.
Besos
Que bellas imágenes y cuantas cosas bonitas que cuentas. Me gustó mucho conocer tu blog.
ResponderBorrarUn saludo
Precioso, Virgi, lo más...
ResponderBorrarNo sabes que alegría poder haber entrado en tu espacio, negado tantas veces...
Sé que es mi ordenador, me pasa con otros, y no sabes que rabia no poder dejarte mas seguido mi abrazo.
Estoy escribiendo con miedo, se me bloquee... Asi que te abrazo, te abrazo.
Morir extasiado por la belleza de las palabras... se puede pedir una forma más hermosa de fenecer? no. Tal vez, leyendo tus post jaja
ResponderBorrarDe veras, siempre es un placer leerte y disfrutar de tus fotografías.
un abrazo
Inteligente ese comentario, Trini, hay que tenerlo siempre presente porque se nos olvida con frecuencia.
ResponderBorrarUn besazo gordo y fuerte.
Un placer, Karin, es agradable recibir una visita como la tuya, un abrazo y gracias.
ResponderBorrarMe llegó, Soco, me llegó. Ahora estoy más confortada, sí. Y me alegra que hayas podido entrar, extraño tus palabras de corazón delicado.
ResponderBorrarMuuuuuuuuuuchos besos, tesoro.
Morir de belleza debe ser algo hermoso, querida Esi, aunque aún así no estemos conformes. Ya sabes, hasta eso nos parecería extraño.
ResponderBorrarUn beso, un abrazo, una sonrisa.
Es que sí, hay palabras tan bellas que dan ganas de "guardarlas" en las paredes que nos rodean.
ResponderBorrarBella muerte la de tu personaje.
Un fortísimo abrazo, Virgi
Exánime bajo un Torrente de palabras, digamos que bien muertito ¿podrá resucitar?
ResponderBorrarBesos, Virgi
(no me tomes enserio que estoy muy Torrenteballesteriana)
Conservarlas para nuestro deleite, Patricia. Sacarlas a la luz y que sigan alimentándonos.
ResponderBorrarMi abrazo enorme para ti, a través del mar y las montañas.
Apreciada Myriam, de Torrente B. leí hace tiempo Los gozos y las sombras y me pareció espléndido.
ResponderBorrarSiga uv. así, tan ocurrente y viajada :))))
Muuuuuchos besos, muchos.
Qué poético, que las palabras iluminen, convertirlas en faros, así deberían ser, así.
ResponderBorrarUn abrazo.
Y más en estas épocas de casi oscuridad, querida MJ.
ResponderBorrarUn beso grande.
Siempre pensé que es el mejor momento para escribir. Un abrazo.
ResponderBorrarhttp://elchicodelmetro.blogspot.com.es/
Palabras, palabras y más palabras. Que no nos falten nunca, porque muchos sin ellas moriríamos de tristeza.
ResponderBorrarY cuánta razón tienes: existen palabras con duende, con una gracia especial, sea por su sonoridad (las esdrújulas suelen ser muy guapas), por lo que evocan, por su significado.
Creo que la muerte del personaje de tu relato es bien dulce. Morir entre palabras no está nada mal.
Un beso, querida Virgi,
hoy tu entrada, es una caja de palabras... bellas palabras.
ResponderBorrar
ResponderBorrarCreo que la segunda foto distrae la atención dado que el encaje de la primera con el texto es extraordinario. Ya ves, es una foto explícita que podría sobrar.
Y me encanta el texto. Debe ser fantástico que te encuentren exánime, iluminado por tus palabras. desde luego, las tuyas andarán por ahí... acumulando luz.
· B d S
· CR · & · LMA ·
Apreciado Ñoco, si vuelves por aquí verás que te he hecho caso. Cuando colgué la entrada, pensé en si sobraba o no esa foto. Pero la puse. Ahora, con tu consejo acertado, la quito. Besos y mil gracias
ResponderBorrarPormitripa, te doy la bienvenida y estoy de acuerdo: la noche se presta para la escritura. Besos
ResponderBorrarY tú, querida Isabel, ¡cuánto sabes de ellas, con ese rico vocabulario que dominas!
ResponderBorrarEfectivamente, una muerte deseada para quién las ame.
Un abrazo grande y tierno.
Besos te van, Pilar, en esta caja que has vislumbrado.
ResponderBorrarQue maravilla. querida Virgi.
ResponderBorrarDichosa duermevela. Ojalá mi insomnio fuera así.
Un abrazo
La noche es más inspiradora. me gusta la idea de decorar 'las paredes' de palabras bonitas.
ResponderBorrarBuena entrada y bonitas palabras
Abrazos
Pero que extraordinario viaje entre las tinieblas y la luz....cuantas sugerencias...palabras que sirven de faro....estimulante Virgi. Y muy sensual. En estas historias laten mas misterios de los que imaginamos. Un abrazo
ResponderBorrarNana, escarcha, boira, tiramisú...
ResponderBorrar...las plabras siguieron al cortejo y danzaron alrededor de aquel poeta que esperaba a las sombras de la noche para prendense a la vida de la imaginación.
Virgi, que me inspiras!!!
Ahora cada vez que vea una ventana iluminada en medio de la noche, no pensaré en desvelos por ausencias, desamor, preocupaciones...Sino en palabras y musas.
Muchos besos,
No se a que carta quedarme, si a la belleza triste de tu fotografía o a magia lirica de tus palabras.
ResponderBorrarAmbas juntas hacen un total perfecto y digno de ser aplaudido.
Me alegra disfrutar de nuevo de tus entradas.
Un abrazo.
Me encantó tu micro historia... ¡Está tan llena de poesía!
ResponderBorrarY las palabras... mis amantes de toda la vida. :)
Bss
Especialmente sensible este relato. Hermoso vivir así, pero una pena también, dejando la posibilidad de convivir con la belleza de las palabras.
ResponderBorrarTe va un beso volado, raudo y afectuoso.
Impacta vernos ante un final en que nos entierran las palabras,bellas o no,al igual que por la tierra y finalmente por la nada y el olvido.
ResponderBorrarEs parte de nuestro concepto occidental de permanencia o inmortalidad esforzarnos por dejar algo por lo cual ser recordados,en el de algunas culturas orientales los esfuerzos intentan dirigirse para ser acumulados como buen karma a favor de nuestra individual reencarnación.
Hasta el momento no se ha comprobado ninguna de éstas posibilidades.
Creo que donde más logras tu relato es en iluminarle el instante actual al lector con una imágen de belleza.
Disculpa mi personal neurótica manera de leer y analizar los textos pero no puedo evitarlo a menos que me estuviésen apuntando un arma.
Maravilloso, porque quizá durante la noche encontremos de nuevo el brillo original de las palabras, tan desgastado en la cháchara cotidiana. Un abrazo.
ResponderBorrar¡Ay, Marichuy, mi niña, qué angustioso puede llegar a ser lo del insomnio! Si tuviéramos esta alternativa luminosa, ya la cosa podría ser hasta gratificante.
ResponderBorrarUn abrazo enorme.
Y que luego alguien como tú, Esmeralda, les saque unas fotos radiantes y perennes (o casi).
ResponderBorrarUn besote.
Misterioso, V., de ahí partió el hilo de esta entrada. Primero vi el edificio en Sevilla y ya imaginé algo. Luego, con calma, me dejé llevar.
ResponderBorrarLo de sensual me encanta, aunque ni yo misma lo hubiera percibido. Pero sí, claro, la noche es así, entre otras cosas.
Un beso, chiquillo.
Mira, Tesa, a ti no te hace falta que nadie te inspire. Ya tú solita te embriagas de inspiración y en cualquier caso, sería que nos la pasas a quienes te visitamos, eso ya es más acertado.
ResponderBorrarUn beso, me alegras siempre.
Pues no sabría decirte, Juan L., pero con tu lirismo no creo que valgan consejos. Gracias de veras...¡ah, y me gusta mucho que hayas terminado las obras!
ResponderBorrarAbrazo grande grande.
Es que eres un Gato pillín, por eso te quieren las palabras sean las que sean.
ResponderBorrarY puestos a quererte, no creo que sean sólo ellas, debes tener una fila de gente que les encantas...¿a que sí?
Besitos besitos besitos
Me llegó el beso, Mar, te hizo caso. En cuanto a tus palabras, sí es una pena, pero sabes que cuando llega la hora, llega.
ResponderBorrarTe abrazo fuerte.
Disculpado ya estabas, Carlos, incluso antes de escribir je je. Tranki, que viene muy bien esa reflexión
ResponderBorrarUn beso y gracias.
Hola Joven, bien sabemos que con la noche parece que llegamos mejor al origen de las cosas.
ResponderBorrarHasta la luz siente celos de esa posibilidad.
Besos besos
Me fascinan los edificios en los que queda alguien despierto, dónde hay una luz encendida en medio de la noche. ¿Estará enfermo? ¿ve la televisión a deshoras? ¿sufre insomnio? ¿lee por las noches por falta de tiempo durante el día? ¿amamanta a un bebé? ¿teclea en el ordenador una carta de amor para su amante secreto?...
ResponderBorrarNo lo sabremos nunca, sólo podemos imaginar historias
Besos
Pues algo así me pasó en este caso. Es el ayuntamiento de Sevilla, ese edificio que tiene un trozo de fachada sin terminar de hacerle la decoración, desde el s. XVI o así (creo que es plateresco) y cuando pasé una de las veces, atardeciendo, se me presentó esa imagen.
ResponderBorrarY más o menos como tú, Ginebra, me suelo plantear esas cosas...¡ay estas cabecitas siempre craneando!
Unos besitos, cielo.
Hermosísimo texto, Virgi.
ResponderBorrarMi relación con la noche es pasional, el amor que más fiel y firme he logrado mantener a lo largo de los años. Tu texto me da una razón más para seguir amándola, y disfrutándola.
Un beso
Si no estamos en mal momento, la noche suele ser una gran aliada: para la conversación, el amor, la inspiración, la reflexión.
ResponderBorrarUn beso, Virgi
Virgi, las palabras pueden dar luz pero mucha más dan tus fotografías.
ResponderBorrarUn abrazo fuerte amiga.
Querida Alís, entonces te imagino como el personaje, afanado y feliz haciendo cualquier cosa que te guste. Es que está claro que la noche tiene un plus y tú lo expresas muy bien con lo del amor.
ResponderBorrarUn abrzo, preciosa.
Salambó, vienes a decir lo anterior y además lo amplias. Pues eso, disfrutémosla, muchos besos, mi niña.
ResponderBorrarRosario, qué bien que te gusten, me alegras en esta madrugada de primavera y pajarillos.
ResponderBorrarMuchos besos
La noche es una gran aliada y, en este caso, ha servido para que las palabras puedan iluminar por sí mismas.
ResponderBorrarMagnífica metáfora de su poder y su vida.
La noche es una gran aliada y, en este caso, ha servido para que las palabras puedan iluminar por sí mismas.
ResponderBorrarMagnífica metáfora de su poder y su vida.
Lo peor, Edgar, es que efectivamente las metáforas rara vez alumbran y la noche sigue siendo tan densa como siempre.
ResponderBorrarAbrazo abrazo
La noche mágica de las palabras...
ResponderBorrarAlgo, así, Manuel, pero con más fuerza y dramatismo.
ResponderBorrarBesos
muy lindo texto y excelente imagen
ResponderBorrarsaludos
Una muerte luminosa como pocas. El rumor de las palabras debe ser como una sinfonía.
ResponderBorrarTe va un beso
Gracias, Forbidden, un beso
ResponderBorrar¡Caramba, lo de la sinfonía me gustó pero mucho, María!
ResponderBorrarMe llegó el beso. Otro para ti.
Un relato muy sugerente; Me encanta esa colección de palabras maravillosas de nuestro idioma, rico, rico. :)
ResponderBorrarBesos, Virgi.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSolía escribir de noche, hasta que me di cuenta que las palabras escritas sonaban oscuras por la mañana.
ResponderBorrarDesde mi punto de vista… tú, escribes al mediodía :)
tD1b, Virgi.
Muy rico, en efecto, Pamisola. Y en mi caso, poco conocido, me asombra la gente que con facilidad, usa palabras nuevas, me encanta cuando las encuentro.
ResponderBorrarBesitos besitos
¡Wau, qué profundo y genial suena eso, Volvo! Me dejas pensando, me apunto esa frase "nocturna" y real.
ResponderBorrarUn abrazote bien gordo.
Me solía decir a mi misma que las palabras no se las lleva el viento…
ResponderBorrarUna foto técnicamente perfecta, que se suele decir, y cuya "fría perfección" se ve rota (afortunadamente) por las dos ventanas encendidas, llenándola de vida.
bsÖs, Virgi.
Cuando la palabra se tinta bajo el embrujo nocturno, la magia de la poesía, se hace luz, impregnando nuestras almas.
ResponderBorrarUn besito, guapa.
Faros que iluminan. Faros que acercan. Faros que guían. Lo tenía todo. Tenía hasta la tranquilidad que da la noche para su inspiración. Hasta las palabras que más le gustaban, que resonaban... pero fue finito. Nos quedan sus cuentos, sus palabras preferidas y con ellas su iluminación. Me gustó este micro porque vibra y salta al unísono reflejando tu iluminación. Un abrazo, Virgi.
ResponderBorrarExactamente lo que me gustó del edificio, Sole. Esa ventana con luz, la otra menos iluminada y la otra a oscuras. Se me ocurrieron varias posibilidades pero al final me quedé con ésta.
ResponderBorrarBesitos, chica espabilada
Magia la tuya siempre, Eva, que te tengo presente desde aquellos primeros días de leernos. Mira que ya hace años, eh?
ResponderBorrarQué bien, esto sí que es magia virtual!!!
Besitos besitos
Muy poética, querida Tanci. Te he leído varias veces y he vuelto, incluso, a leer mi entrada.
ResponderBorrarQue vibre la palabra, sí.
Un abrazote gordísimo