Todo del revés, sí, pero lo más terrible es el encierro de la esperanza en un lugar del que no sale, sepultada por tanta desfachatez. Vendrán mejores tiempos (digo, que empiezo a dudarlo). Como siempre, las fotos son de exposición. Besazos, que me alegro de tu vuelta.
Y yo, mi querida Isabel, me alegro de que me recibas siempre con los brazos abiertos y repletos de optimismo. Aunque los tiempos no ayuden. Un abrazo de los grandesgrandes.
Para los que habitaron la casa en su momento, imagino que alguna vez el gallo les dió los buenos días. Pero con los tiempos que estamos viviendo imagino que el gallo ya ni canta, las cuentas al revés nunca salen, la verja es un gran impedimiento para el acercamiento y yo cada vez que te leo más se me mueve el alma. Siempre imágenes y letras tan sugerentes que es inevitable sentir empatía. Un abrazo, Virgi.
Puede que el gallo deba cantar tres veces, para que ocurra algo. Tras las rejas, se hace negro el verde de la esperanza. En la casa abandonada hacen guardia las margaritas. A veces lo que está del revés es lo que deben guardar los códigos. Geniales fotografías. Un abrazo.
Estamos tan acostumbrados a que aquí nunca pase nada que el día que pase creeremos que ya ha pasado y seguiremos sentados.
Y hablando de pasar, qué pasada la foto de esa casa florecida de desconchones, moteada para camuflarse de los depredadores y flanqueada de margaritas para impedirles el paso.
El desaliento parece acampar en las palabras que acompañan tus imágenes, Virgi y de tal forma lo hace que, es casi tangible. Aquella de la esperanza tras las rejas, es de una rotundidad sobrecogedora. Pura poesía. Me las quedo todas, con tu permiso Virgi. Un abrazo
Claro Virgi ¿Qué esperabas? Tantos días de ausencia que todo se ha ido al carajo. Qué bonito y suave creas. Me has dado una sorpresa que pa qué. Estoy muy contenta de que nuevamente estés aquí. Mil besos.
Hay que voltear los códigos y que las gallinas canten ya que los gallos salieron con nada, y sin duda que así ese verde esperanza rompe rejas, verjas y mallas... Besos y besos querida Virgi!!!
Bien por tus palabras del 9 de febrero. Dejo estas palabras aunque no quieras comentarios en ese post. Tanto excremento, podredumbre y corrupción moral están acabando con la esperanza y el ánimo de un futuro mejor.
¿No era la gallina después de asada? Bueno, el gallo de Barcelos también vale pero lo realmente vale es tu microcuento y tu estupendas fotos. La composición de la primera, rompiendo reglas divinas y humanas, me encanta. Vale, ya sé que la esperanza es roja. Admito la verde, en esta ocasión
Asombrosamente brutal. Tremendas fotos. Si cesa el gallo y las matrículas se invierten, no es que la fotógrafa dispare mientras hace el pino. Es que algo pasa. Un fuerte abrazo.
Esperándote estaba y suponiendo que en tu cueva, alejada de la mierda reinante, desconectarías suficientemente. Así te veo pero sin esperanzas. Como todos. Abrazo grande.
Te tengo que felicitar porque me apasiona la fotografía y has regalado a mis ojos estas maravillas tan originales. Esperemos que la libertad sea libre.
...y que le pongas letras además a esas preciosas fotos. Llegar a tu espacio, es llenarse de luz, color y vida. Presiosidad de entrada. Besicos muchos.
Lo peor es perder la esperanza, aunque nos queda la idem si sólo está encerrada, la podemos liberar, la tenemos que liberar.
Tu serie como siempre, Virgi, es muy armónica y poética, pero mi foto favorita es la de la casa, me encanta la textura, los colores y el detalle de las flores.
Querida Virgi: me estremece tu poema fotográfico, cada trazo, cada color es para que las esperanzas estén estén fuera de las rejas en un lugar soñado en este momento por tantos hombres y mujeres en este planeta: Libertad. Amo tu poema, es hermoso Virgi. Un fuerte abrazo.
Ese gallo me dejo pensando. Bonitas fotos. Saludos David Pd: He escrito un cuento en mi antiguo blog Cine para usar el Cerebro, se llama “Todos podemos ser gerentes”. Te invito a leerlo.
querida amiga desaparecido en accion, pero no para siempre. la ultima imagen me puede. no puedo dejar de mirarla. como varias de las entradas anteriores. mis mejores deseos para ti, te dejo un abrazo inmenso en la lejania.
Belas fotografias...Espectacular....
ResponderBorrarCumprimentos
Todo del revés, sí, pero lo más terrible es el encierro de la esperanza en un lugar del que no sale, sepultada por tanta desfachatez.
ResponderBorrarVendrán mejores tiempos (digo, que empiezo a dudarlo).
Como siempre, las fotos son de exposición.
Besazos, que me alegro de tu vuelta.
Precioso el relato del Cucú, y muy bien escrito.
ResponderBorrarOtro besazo, preciosa.
Gracias, Fernando, un beso.
ResponderBorrarY yo, mi querida Isabel, me alegro de que me recibas siempre con los brazos abiertos y repletos de optimismo.
ResponderBorrarAunque los tiempos no ayuden.
Un abrazo de los grandesgrandes.
Aunque la esperanza está aún entre rejas, me alegra que la nombres y poder contemplar tus preciosas fotos.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Bastante que me gusta volver para recibir visitas como la tuya, Isabel, cielo, gracias y besitos.
ResponderBorrarPara los que habitaron la casa en su momento, imagino que alguna vez el gallo les dió los buenos días. Pero con los tiempos que estamos viviendo imagino que el gallo ya ni canta, las cuentas al revés nunca salen, la verja es un gran impedimiento para el acercamiento y yo cada vez que te leo más se me mueve el alma. Siempre imágenes y letras tan sugerentes que es inevitable sentir empatía. Un abrazo, Virgi.
ResponderBorrarGracias, mi linda Tanci. Hermosa empatía la nuestra.
ResponderBorrarBesitos (¿ya va siendo hora, no?)
No hay rejas que mantenga inactiva la esperanza, querida, tal vez el canto del gallo no ha llegado a todos los rincones...aún.
ResponderBorrarMe alegra tu regreso, hace díiias que te echo de menos.
Te dejo los besos acumulados durante tu ausencia.
Eso espero yo también, que el canto aún despierte a los que parecen dormidos.
ResponderBorrarBesitos, linda.
Puede que el gallo deba cantar tres veces, para que ocurra algo.
ResponderBorrarTras las rejas, se hace negro el verde de la esperanza.
En la casa abandonada hacen guardia las margaritas.
A veces lo que está del revés es lo que deben guardar los códigos.
Geniales fotografías.
Un abrazo.
pues así a veces pasa, la esperanza de ve del otro lado pero en realidad camina con nosotros
ResponderBorrar;)
abrazos y feliz fin de semana
Estamos tan acostumbrados a que aquí nunca pase nada que el día que pase creeremos que ya ha pasado y seguiremos sentados.
ResponderBorrarY hablando de pasar, qué pasada la foto de esa casa florecida de desconchones, moteada para camuflarse de los depredadores y flanqueada de margaritas para impedirles el paso.
Besos.
Eres único, Xuan. Me recuerdas a Óscar Wilde y su lucidez cotidiana.
ResponderBorrarBesazo
Cuanto me alegra que publiques de nuevo!!!
ResponderBorrarComo siempre, sencillo, luminoso y con fuerza
Me gusta mucho la casa abandonada con las margaritas en la puerta.
Besos guapa
El desaliento parece acampar en las palabras que acompañan tus imágenes, Virgi y de tal forma lo hace que, es casi tangible. Aquella de la esperanza tras las rejas, es de una rotundidad sobrecogedora. Pura poesía. Me las quedo todas, con tu permiso Virgi. Un abrazo
ResponderBorrarSuerte del cielo, el mar, el verde, porque si no...
ResponderBorrarBesos
Te echaba mucho de menos, guapa, y a tus geniales fotos, también...
ResponderBorrarBesos y salud
Claro Virgi ¿Qué esperabas?
ResponderBorrarTantos días de ausencia que todo se ha ido al carajo.
Qué bonito y suave creas.
Me has dado una sorpresa que pa qué.
Estoy muy contenta de que nuevamente estés aquí.
Mil besos.
El gallo no es de fiar. Canta cuando quiere y siempre tarde.
ResponderBorrarLas florcitas blancas, son un detalle...Un abrazo.
ResponderBorrarHay que voltear los códigos y que las gallinas canten ya que los gallos salieron con nada, y sin duda que así ese verde esperanza rompe rejas, verjas y mallas...
ResponderBorrarBesos y besos querida Virgi!!!
La esperanza es esa fresca brisa verde a la que no hay rejas que la detengan... aunque enmudezca el gallo.
ResponderBorrarBss
Fotografía mi cadáver cuando renazca, Virgi por favor.
ResponderBorrarLo haré si así lo deseas, Sarco, besos besos.
ResponderBorrarBrevedad certera.
ResponderBorrarCuando canta el gallo, amanece.
Precioso Virgi.
Un beso.
¡Qué bien que vuelves, Virgi, con tu inspiración fotográfica!
ResponderBorrarY el verde, que se cumpla de una vez, aunque el gallo no cante.
Besotes
La vida sigue igual, aunque cambie de colores.
ResponderBorrarBienhallada. Besos
Una triste descripción del devenir de la cosas, aderezada con mucho color y con dosis de eperanza, a pesar de todo...
ResponderBorrarUn beso.
Los vendedores de sueños rotos...
ResponderBorrarqué desolación en las fotografías y en el texto, pero sobre todo en las imágenes.
ResponderBorrarMuy logrado.
Un abrazo.
Bien por tus palabras del 9 de febrero. Dejo estas palabras aunque no quieras comentarios en ese post. Tanto excremento, podredumbre y corrupción moral están acabando con la esperanza y el ánimo de un futuro mejor.
ResponderBorrarUn abrazo Virgi
Bien por tu mensaje y fotografías... no has perdido la esperanza y el ánimo de un porvenir más transparente?? espero que sí.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo :))
'qué será de la casa sin puertas?'escribí una vez...será lo mismo que la esperanza tras las rejas?
ResponderBorrarabrazo*
No sabría decirte, querida Silvia, pero lo cierto es que cada vez tenemos menos respuestas.
ResponderBorrarAbrazo y besos
Y pensar que hubo un tiempo en que uno se levantaba en cuanto cantaba el gallo...
ResponderBorrarbSöS.
Tienes razón. A la esperanza se le representa de color verde. Pero màs me gustaron los códigos del revés.
ResponderBorrarA veces es mejor que no pase nada... Dios escribe derecho en renglones torcidos...así dicen...
ResponderBorrarBesito.
¡¡¡Zayi, qué alegría!!!
ResponderBorrarNo sabes lo que me ha gustado que vinieras.
Un abrazo de los grandes y tiernos.
Esto parece resumir la situación de un país situado al sur de la vieja europa...
ResponderBorrar
ResponderBorrar¿No era la gallina después de asada? Bueno, el gallo de Barcelos también vale pero lo realmente vale es tu microcuento y tu estupendas fotos. La composición de la primera, rompiendo reglas divinas y humanas, me encanta.
Vale, ya sé que la esperanza es roja. Admito la verde, en esta ocasión
· BdPH... y bien hallada
· CR · & · LMA ·
¡Ah, tus piropos son muy gratificantes! Besos, Ñoco, montones
ResponderBorrarY haciendo honor a tu visita doble, pues, doble de besos
ResponderBorrarCanta el gallo, avisa del madrugon de sensaciones, realidad y vida que esta por venir, aún entre rejas.
ResponderBorrarBesos.
Ni siquiera tras las rejas...
ResponderBorrarPreciosas fotografías, y siempre tan bien complementadas por esas frases, que tanto dan para pensar.
ResponderBorrarBesos.
lo peor es esa esperanza tras las rejas, sin poder explayarse o esparcirse, presa.
ResponderBorrarbiquiños,.
¡Qué buen conjunto de imagen y palabras!, Virgi.
ResponderBorrarMe pregunto donde encontraste un gallo tan majo....(Vamos a tener que afinar, entonces, garganta y oído y cantar más alto)
Besos
Asombrosamente brutal. Tremendas fotos. Si cesa el gallo y las matrículas se invierten, no es que la fotógrafa dispare mientras hace el pino. Es que algo pasa. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarMe gusta como has encadenado las imágenes.
ResponderBorrarMe gustan las imágenes en si sobre todo la primera, es un primor... por todo.
Un fuerte abrazo
Esperándote estaba y suponiendo que en tu cueva, alejada de la mierda reinante, desconectarías suficientemente.
ResponderBorrarAsí te veo pero sin esperanzas. Como todos.
Abrazo grande.
Te tengo que felicitar porque me apasiona la fotografía y has regalado a mis ojos estas maravillas tan originales. Esperemos que la libertad sea libre.
ResponderBorrarBesicos y gracias.
Gracias, Ana, me gusta un montón lo que me dices.
ResponderBorrarY te sonrío feliz.
Besitos
...y que le pongas letras además a esas preciosas fotos. Llegar a tu espacio, es llenarse de luz, color y vida. Presiosidad de entrada.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Lo peor es perder la esperanza, aunque nos queda la idem si sólo está encerrada, la podemos liberar, la tenemos que liberar.
ResponderBorrarTu serie como siempre, Virgi, es muy armónica y poética, pero mi foto favorita es la de la casa, me encanta la textura, los colores y el detalle de las flores.
Un beso,
Madredelamorhermoso!, Virgi. Cómo puedes sacar estas fotos. Me dijiste que tenias una cámara normalita, pues hija, esos amarillos sin tu firma.
ResponderBorrarQuerida Virgi: me estremece tu poema fotográfico, cada trazo, cada color es para que las esperanzas estén estén fuera de las rejas en un lugar soñado en este momento por tantos hombres y mujeres en este planeta: Libertad.
ResponderBorrarAmo tu poema, es hermoso Virgi.
Un fuerte abrazo.
Anna B.
Anna, niña linda, mi agradecimiento emocionado a tu calor tan cercano.
ResponderBorrarBesos besos besos
Ese gallo me dejo pensando. Bonitas fotos.
ResponderBorrarSaludos
David
Pd: He escrito un cuento en mi antiguo blog Cine para usar el Cerebro, se llama “Todos podemos ser gerentes”. Te invito a leerlo.
ResponderBorrarSensación de desamparo.
Habla la soledad. Dicen las huellas...
Sensacionales las fotos. Y tu creatividad.
Milbesos.
El otro dia vi un almendro cuyas flores florecian junto a un alambre de espino...
ResponderBorrarEstuve a punto de hacer una foto...
Tenia que haberlo hecho.
Un abrazo fuerte, amiga
¡Ah, qué hermoso hubiera sido, Antiqua! Un símbolo excelente para contrarresta la triste realidad.
ResponderBorrarUn abrazo grande pero grande.
querida amiga
ResponderBorrardesaparecido en accion, pero no para siempre. la ultima imagen me puede. no puedo dejar de mirarla. como varias de las entradas anteriores. mis mejores deseos para ti, te dejo un abrazo inmenso en la lejania.
El canto de tu gallo me indicó el camino y ví que habías vuelto. Me alegra a pesar de que queden pocas esperanzas.
ResponderBorrarBesos, te extrañaba
También yo extrañaba este rincón, Mar, pero me ha venido muy desconectar unas semanas.
ResponderBorrarBesos
(ja ja tan bien que hasta me como las palabras...¡ay!)
ResponderBorrarCon ganas, aunque sin efecto. Es lo peor, Virgi, que nos corten las alas antes de volar. Me satisface que vuelvas.
ResponderBorrarAbrazo grande
Gracias, cielo, un beso grande a tu fidelidad.
ResponderBorrar(ssshhh...vuelvo ...estoy comparando tus textos...ssshhh)
ResponderBorrarme gusta la foto d ela casa y al esperanza tan verde a pesar de estra detrás de las rejas
ResponderBorrarQuizá es que debiéramos mirar desde el otro lado?
ResponderBorrarFernando, besos.