Mi barrio ha cambiado mucho. Tenía cuatro
bares, y ahora sólo uno. De tener dos
fruterías y una mercería, se ha quedado sólo con la sede de una caja de ahorros,
que dicen cerrará pronto. Cerca había una parada de autobuses, ahora hay que
caminar un trecho.
Si necesitábamos un medicamento, la farmacia estaba a dos
manzanas. La pequeña plaza del barrio estallaba de júbilo cada tarde, entre
niños, padres y perros, flores en primavera, hojas en otoño.
Ahora una familia malvive en una tienda de campaña, un vecino saltó por el balcón, la familia con mellizos se fue con los abuelos, en los bancos duermen varios vagabundos, a la pareja de ancianos más antigua del barrio los encontraron muertos en la cama y a nosotros nos desahuciarán en unos días.
Foto Virgi
Hiperrealismo hecho micro...
ResponderBorrarIndígnemonos porque todo esto no va a pararlo nadie.
De este pozo sin fondo ya no salimos sin un buen meneo en las calles.
Excelente. Breve y bueno.
Besos, tesoro.
Cada quien que se indigne con quien piense que tiene la culpa, yo me indigno contra el sistema y contra los que mandan...
ResponderBorrarBesos y salud
Mi querida Zarzamora, sabes bien lo que me alegra leerte. Y sí, este pozo hay que cegarlo con nuestra fuerza.
ResponderBorrarUn buen abrazo
Pues eso, Genín, contra los que no saben, ni quieren, ni les importa. Por mucho que quieran convencernos de lo contrario.
ResponderBorrarBesos también para ti.
Fuerza y constancia porque aburrir, aburren de tanta desverguenza, si hasta dan ganas de llorar con las noticias.
ResponderBorrarMe hubiera gustado participar porque estoy bastante indignada, pero no he llegado a tiempo.
Leyendo estoy todos, y el tuyo es un fiel reflejo.
Abrazos solidarios para echarlos a todos los chorizos.
Mira, Isabel, yo cada día me siento más avergonzada y triste.
ResponderBorrarSon unos descarados impresentables y deshumanizados.
Un abrazote
Y más triste este relato, el anterior era por juego, pero éste...éste es la cruel realidad que los que podrían no quieren arreglar. Les puede mas la banca y los políticos.
ResponderBorrarOtros besos
Tiene que ser horrible pasar por estas situaciones.
ResponderBorrarSólo la solidaridad puede ayudar y evitar, dada la desvergüenza reinante.
Besos
Ante tanta tristeza que nos rodea, la impotencia se ha cogido de nuestras manos y en un halo chiquito que nos queda...unimos fuerzas y con el corazón encogido por la vergüenza, seguimos luchando todos juntos.
ResponderBorrarCuanto mal hacer y cuánto sufrimiento.
Te abrazo
Yo te abrazo fuerte, P., gracias por tus palabras.
ResponderBorrarVirgi, el comentario de "P", es de violeta. Parece que mi hijo dejó abierta su sesión...
ResponderBorrarUn beso
Bueno, qué alegría Violeta!!!
ResponderBorrarUn beso enorme.
Triste relato de la cruda realidad, lo barrios han perdido la alegría, persianas bajadas, carteles de se vende, se alquila...tristeza en las caras de este mundo gris en el que nos han metido.
ResponderBorrarMuy buena aportación,amiga
Besicos desde mi alambrada.
Y lo que tardaremos en recuperarnos, querida Cabopá.
ResponderBorrarBesitos besitos
Lo malo es que es cierto en todos los pueblos y ciudades.... Pero tranquilos, el PP indemniza a un despedido con 228.000 euros. ¡La madre que los parió!
ResponderBorrarEs que me sube el cabreo cada vez que pienso en todo lo que está pasando.
Bss
Quizá el barrio esté más vivo ahora. Además, es primavera.
ResponderBorrarBesos.
Tal cual la realidad que se palpa cada día en miles de barrios. Bien reflejado en tu micro, Virgi.
ResponderBorrarBesitos
Relatar lo que estamos viviendo y denunciar me parece una idea estupenda.
ResponderBorrarA ver si somos capaces de llevarla adelante.
Qué buena eres escribiendo, Virgi.
No me extraña, mi vida también se ha quedado sin la farmacia del buen recato.
ResponderBorrarBesos.
Bueno ya indignarse es poco!!!
ResponderBorrarBuen relato.
Besos!!!
Sospecho que los brbaros vienen arrasando, y sin piedad... Un abrazo.
ResponderBorrarBuena iniciativa, aunque creo que ya no vale indignarse. Hay que pasar a la acción. Se está escapando la vida a raudales a muchos jóvenes y no tan jóvenes.
ResponderBorrarA esta primavera le falta la luz de la vida digna.
Un abrazo.
Muy bien, Virgi. No demos la espalda a estos problemas que si no un día nos esclavizan.
ResponderBorrarfuerte y desgraciadamente, real como la vida misma.
ResponderBorrarbiquiños,
Tal cual: así es nuestra realidad, nuestra puñetera realidad para que algunos vivan cada vez mejor y se lucren a costa de todos, brrrr.
ResponderBorrarMuy buen micro, querida Virgi, casi una fotografía de muchos barrios españoles.
Un besote bien grande.
Es que donde quiera que miremos, el panorama es desolador.
ResponderBorrarY las esperanzas quedan más allá del horizonte.
Besitos
El matrimonio de la foto tal vez ya no viva en su casa de toda la vida, incluso puede que hasta hayan invertido en preferentes y puede que, incluso, estén manteniendo a hijos y nietos.
ResponderBorrar¡Qué país!
Y como ya te dije, a ver quién devuelve algo.
ResponderBorrarYa se lo gastaron todo o lo tienen en las Islas Caimán.
Excelente relato/recuento de los males que nos afligen. ¡Cuánto daño se nos está haciendo con la excusa de la crisis! Un abrazo muy fuerte, virgi.
ResponderBorrarEl relato es totalmente realista y sobre todo, tristemente acertado al describir la situación que están sufriendo muchas personas en nuestro país... trágico.
ResponderBorrarSuerte en el concurso, seguro que quedarás entre las mejoras si no ganas :))
un fuerte abrazo
Gracias, Esi, pero creo que no es un concurso, sino simplemente una ronda de entradas en distintos blogs con motivo de la primavera indignada. Que ya es va siendo todo el año.
ResponderBorrarY será aún por mucho tiempo.
Me quieres bien, gracias, pero hay relatos magníficos de gente que en verdad escriben del diez..
Un abrazo grande y agradecido.
Y aquí cada una pegándose con el vecino, intentando buscar quien tiene la culpa sin entender que, al final, esto ha sido una estafa colectiva...
ResponderBorrarLo triste de las tragedias es cuando no aprendes nada de ellas, porque entonces te condenas a repetirlas una y otra vez.
La película de cada día, triste sin remedio.
ResponderBorrarBesos :(
(¿no colgaste otra entrada? es que ahora no la veo)
¡Ños, María, me pillaste! Estaba preparando la próxima y se me saltó, no sé que hice.
ResponderBorrarMe dí cuenta al cabo de un rato.
Besitos
Es una pena tener que decir que tu relato es tan triste como real.
ResponderBorrarla vida va por ciclos, ahora toca este, y también entra la lucha, la protesta, y que no falte la esperanza.
Besos.
Preciso retrato de un pedacito de la actual crisis. Y mientras, ni quién diga que va a poner en orden a los malditos bancos.
ResponderBorrarUn abrazo, querida Virgi
Pues la vida misma. La vida que estamos viviendo día tras día y que nadie parece poder enmendar.
ResponderBorrarBesos
Me parece una iniciativa estupenda, la verdad.Intentaré escribir algo para la próxima fecha, 18 de abril, creo que cuantos más nos sumemos más grande será la indignación colectiva, que ya es una montaña, por cierto.
ResponderBorrarTu relato describe perfectamente la realidad de un barrio cualquiera, así es: tiendas de toda la vida cerradas, plazas vacías que sirven de casa improvisada a familias desahuciadas, ancianos solitarios que deciden poner fin a sus vidas...
Si nos mirásemos al espejo ahora, no nos reconoceríamos... Lo que ha cambiado nuestro país en pocos años, Virgi... Lo que ha cambiado para peor...¡qué retroceso tan descomunal en todos los sentidos!
Besos, amiga
Querida Ginebra, creo que vamos pasando ya del s.XIX hacia en Medioevo.
ResponderBorrarDolorosamente real. Tanto que parece imposible.
Un abrazo solidario
Un relato muy triste y muy... real.
ResponderBorrarUn beso y que la primavera florezca en todos los corazones.
Así son las guerras modernas en el primer mundo, el civilizado: sin tanques, sin aviación, sin bombardeos, sin sangre...
ResponderBorrarbSöS, Virgi.
Las guerras escondidas, esas que no se ven en todos los lugares .
ResponderBorrarBueno y de una RABIOSA actualidad.
Un abrazo
Y mientras, miles de millones sin paradero. Urgentemente se debería de cambiar la legislación, y mientras no se restituya lo robado no hay libertad posible.
ResponderBorrarUn beso desde el sur.
Una fotografía calcada de la realidad en la que nos movemos actualmente. Abracémonos a la esperanza y a la lucha, al menos eso nos queda.
ResponderBorrarUn beso, Virgi.
Una fotografía calcada de la realidad en la que nos movemos actualmente. Abracémonos a la esperanza y a la lucha, al menos eso nos queda.
ResponderBorrarUn beso, Virgi.
En eso estamos, Isabel,que no sea por luchar, reclamar, protestar...
ResponderBorrarAunque sean unos caraduras y miren a otro lado.
Besos besos
Cerca de mí están pasando cosas como las que relatas y que se ven a diario en los medios ¿adónde vamos a parar sin que parezca que se haga lo adecuado para cuidar de los ciudadanos frente a los poderosos?
ResponderBorrarMuy triste, mucho
Es terrible lo que se está viviendo en España, precisamente, hoy, me he enterado de otra cruel noticia que el marido ha matado a su mujer y él se ha suicidado.
ResponderBorrarUn beso.
Bueno, al menos en este caso parece que el movimiento popular está sirviendo de algo, para vergüenza de nuestros políticos, si la tuvieran. Besico.
ResponderBorrarTu barrio es igualito a los barrios de muchos, del mío también lamentablemente. Lo has retratado a la perfección.
ResponderBorrarBesicos
¡¡Terrible situación ésta!! Muy triste la verdad pero una realidad.
ResponderBorrarBesos Virgi.
Querida Aída, un panorama desolador. Tremendo para muchas familias, desastroso.
ResponderBorrarUn abrazo, cielo.
Así, todos los días contínuamente uno oye descripciones similares a la tuya. de una manera u otra tú has resumido en este pequeño relato lo que cada día uno oye en cualquier cadena, en cualquier emisora, en cualquier medio de información. Muy crudo. Y uno no sabe que más hacer... a pesar de algo hacer. No conocía este espacio de microrrelatos, ya lo visité y le eché una ojeada. Un abrazo, Virgi.
ResponderBorrarTanci, tus comentarios son siempre muestra de tu entrega. Un lujo, vamos.
ResponderBorrarPues qué decirte? Gracias, tesoro.
Esa estampa de tu barrio se multiplica por barrios en el mismo porcentaje que aumenta la distancia entre los que lo tienen todo y los que ya no tienen casi nada.
ResponderBorrarTu micro, Virgi, tien una estructura narrativa sencilla, que hace que su fuerza aumente y que te llegue al corazón a más velocidad.
¿Para cuando la revolución?
Un beso,
Magnífico, uno de los que me han gustado más de esta Primavera. Dicen que la literatura es ficción, pero es que el tuyo se lee tan pero tan real que pienso que lo es, y además lo es muchas veces, desde muchas voces, y por eso que toca tanto.
ResponderBorrarEnhorabuena por tu relato y por participar en la iniciativa. Besazos.
Gracias, Alba, tus palabras me dan montón de alegría.
ResponderBorrarDe veras de veras.
Abrazo gordísimo