Encendió
el ventilador. Los papeles volaron, el balcón los recibió con sus brazos de
balaustre, bien abiertos. Cogió los libros y los fue tirando por la ventana,
unos caían en el jardín, otros llegaban aún más lejos, al borde del estanque.
Sus libretas de notas las troceó con el potente brazo de la cocina. Abrazó los
lápices con un calcetín viejo y los metió en el horno, a fuego lento.
Nada dejó de letra impresa, hacía tiempo que se había
deshecho de los recortes de periódico. Le quedaban las cartas, aquellas cartas de
un amor de juventud que le marcaron los primeros pasos para ser un escritor de
éxito. Con las tijeras de podar las hizo pedazos.
Ahora tenía una tableta y la vida por delante.
para Lucy
Fotos Virgi
Impresionante, virgi. Y qué estúpido pensar que la tableta puede suplantar las horas de trabajo, los dibujos laboriosos, las cartas escritas con el corazón, la memoria de toda una vida encajada en piezas diminutas, un fotografía, una caja de recuerdos, un bolígrafo viejo y ya sin tinta... Cualquier día ese escritor de éxito descubrirá que dependende por entero de otros y, más en concreto, de quienes fabrican las pilas o suministran la electricidad para recargarlo: una multinacional. Besitos y felicidades por este escrito genial.
ResponderBorrarUn aparato muy cómodo; una ventana abierta al mundo y a todas sus posibilidades pero que no excluye la decepción, ni los desengaños.
ResponderBorrarbSöS.
Ah, Isabel, linda chica, gracias! Respondes a todas las preguntas que podría hacerse el personaje en un futuro no muy lejano.
ResponderBorrarAún así, ja ja, cualquier día hago lo mismo, tanto papel, tanto, tantísimo.
Un fuerte abrazo, a ver cuando vuelves.
No hay tableta, Sole, que cure esos males, no.
ResponderBorrarBesos besos
No me esperaba una tableta después de Grecia y sus maravillas, pero me has hecho sonreír.
ResponderBorrarBesos, muy ocurrente.
Magnifico texto...
ResponderBorrarYo no pienso tirar nada, de nada. Las únicas tabletas que tengo son las de chocolate que, por cierto me encanta,negro y amargo.
Besicos, amiga.
Unas fotos maravillosas, tienes un estilo muy particular.
La única tableta que tengo es la de chocolate. Un 70% de cacao. En la nevera.
ResponderBorrarMe quedo con el papel impreso y escrito a mano, aunque sin el pc no te hubiera conocido :)
Un beso.
¿Y por qué han de ser excluyente? Antes también enfocaba estas cosas a lo "blanco y negro; ahora creo que existe matices, que cabe el gris. Me explico: la técnica no tiene que privarnos de nuestros pequeños tesoros, cada cosa en su lugar y ya está.
ResponderBorrarCon respecto a los libros, pienso que en el futuro no se tendrán tantos en las casas como ahora, sólo los muy señalados para sus habitantes, pues el resto estarán metidos en los lectores electrónicos. Si lo pienso fríamente (y no con el corazón), hasta le veo su gracia, pues no harán falta tanto espacio, tantas estanterías ni se acumularé tanto polvo que hay que limpiar de forma concienzuda.
En fin..., que me enrollo... El texto es muy bueno, magnífico. Lástima que sólo sea un escritor con tablet, le falta glamour.
Un abrazo muy grandote.
No sé si romper, de esa manera tan drástica, con el pasado es bueno. Total, por una tableta, jjjj y éxito.
ResponderBorrarPreciosa prosa poética.
Un beso, Virgi.
jajajaja Mira que tenia que estar cabreada...jajaja
ResponderBorrarA mi me ha encantado...
Besos y salud
Me angustia llegar un día a destrozar así mis recuerdos.
ResponderBorrarBesos
No creas que no sentiría yo algo parecido, Arantza.
ResponderBorrarBesos, tesoro.
· No sé si mi abuela hubiera tenido una tableta... De niño, en su casa, me dedicaba a tirar los libros por la ventana. No sé cuántas historias se habrán perdido por aquellos aires. Ella nunca me riñó. Tal fuera porque había demasiados libros en su casa.
Tu relato es hermoso.
· BdPH
·CR· &·LMA·
·
¿Y tienes tú parte de esos libros? No de los que tiraste, sino de los que se quedaron esperando que volvieras, semillas de sabiduría que sembró tu abuela.
ResponderBorrarBesos, cielo.
También se puede mirar por otro lado: hay más de un libro que me gustaría hacer desparecer con un solo click.
ResponderBorrar¡Qué buen micro! No podría desprenderme de los míos, me parece. Me gusta ver sobre mis estanterías los que he leído y disfrutar repasando los que esperan ser leídos. Sin embargo, las viejas cartas de amor, esas se han ido marchando de a poquito. La realidad del amor cotidiano y tangible, se impone.
ResponderBorrarHa dado mucho de sí este micro tuyo, Virgi! Un abrazo
Hay momentos en la vida que un cambio radical es necesario, otros basta con cambiar algunas cosas. la vida siempre está por delante, la esperanza también y todo el horizonte.
ResponderBorrarUn beso, Virgi, y gracias por tus palabras de bienvenida en casa
Muchas veces es bueno deshacerse de todo papel las cartas también pasan no se puede vivir pegados a un recuerdo.
ResponderBorrarMe gustó mucho este micro.
Besos Virgi
En toda metamorfosis lo que no queda en el corazón es porque nunca ha estado ni estará.
ResponderBorrarAbrazos!!!
Eso es una síntesis lúcida, Aristos. Besos!!!
ResponderBorrarVarias veces cuando era adolescente también hice un expurgo de mis escritos. Ahora me arrepiento. Un saludo
ResponderBorrarHola Laura, bienvenida.
ResponderBorrarYo también rompí muchos escritos de jovenilla, total, no se perdió nada.
Un beso
No hay miedo a demasiados nos encanta escribir con un lapiz o con un boli y habrá libros siempre aunque sean manuscritos.
ResponderBorrarMe encantan tus fotos.
besos
¡y que viva la modernidad!
ResponderBorrar¡y que se escriba y se lea en lo que sea!
pero que se escriba y que se lea.
biquiños,
No no no, no puedo verme en ese lugar. Dios no lo permita. No! Un abrazo.
ResponderBorrarQue hermosas fotos haces Virgi...
ResponderBorrarHay que dejar el pasado, cerrar puertas, pero es tan difícil!!!
Besos guapa
Lo de hacer borrón y cuenta nueva es algo hasta terapéutico. Pero dos cosas te voy a decir. La primera que la alusión al estado de ciénaga estancada y la foto que pones me parece excelente.
ResponderBorrarY la segunda, que me gustaría saber por dónde queda el susodicho jardín, para ir a pillar algún que otro libro. Un abrazo.
Como yo soy de papel todavía creí, al leer tableta, que se iba a suicidar. Me alegro de que fuera la electrónica la que hizo que limpiara los armarios.
ResponderBorrarEs muy bueno el micro, virgi.
Yo estoy a favor de todo, pero eso sí, cuando se abarate.
De todas formas cuando veo la cantidad de pasadas con el mismo dedo sobre una pantalla, temo que tengamos alguna atrofia de los otros.
Abrazos.
Pero nada como el papel, el tablet para la leer la prensa y poco más.
ResponderBorrarEn lo único que estoy de acuerdo con el protagonista es en deshacerte del pasado que sólo te concierne a ti. No deja para los tuyos nada escrito que les inquiete.
Pero jamás metería los lápices en el horno, qué ocurrencia, Virgi, adoro tener recipientes por la casa llenos de lápices de grafito y colores bien afilados.
Un beso,
sabia decisión, yo soy, pro-tableta, electrónica, y de chocolate, me parece una solemne tontería pensar que solo se escribe con el corazón utilizando lápiz y papel, a mí me lo van a decir, que no utilizo otra cosa¡¡¡
ResponderBorrarbesos Virgi
Hace poco -dos días- recibí aún una carta por correo ordinario: un lujo. No las voy a romper y -de momento- no me compro tabletas que no sean de chocolate -me acabo de comer unas onzas-. Eso si me apunto a mirarme en ese espejo -Narciso, yo- y a traspasar con mi mirada ese cielo infinito. Un beso y que siga viva la belleza, cada uno que la envase donde quiera. Un beso, Virgi.
ResponderBorrarTableta o papel. Libro o e-book. Lo importante son los sentimientos, se plasmen donde se plasmen.
ResponderBorrarY saber guardarlos. Es bonito poder vivir dos veces.
Un abrazo.
Yo no haría nada de lo que ha hecho el chico éste...¡a quién se le ocurre!
ResponderBorrarLa tableta lo tiene obsesionado, aunque seguro que si yo tuviera una estaría igual je je...
O peor, creo.
Besitos a todos, por su condescencia y entusiasmo.
Algunas veces es bueno romper con todo y si lo nuevo supone una esperanza, un cambio apasionante, quizás merezca la pena.
ResponderBorrarClaro que yo soy mayor y acepto las cosas de antes y las de hoy -ni las sobrevaloro ni las menosprecio- están ahí y ambas pueden convivir.
De cualquier manera, lo que tú has querido plasmar es la ruptura con el pasado y hay que reconocer que la imagen que has buscado es buena además de tener un doble sentido. Ingenioso.
Compaginar no reemplazar.
ResponderBorrarEsas palabras dulces escritas en papel y desgastado de tanto leerlo es un placer.
Besos Virgi
Y pitó el cielo.
ResponderBorrarTriste y bellisimo...
Un abrazo Virgi, un abrazo a ti a tus preciosas letras.
Anna.
Demasiado tajante la decisión.
ResponderBorrarAunque el teclado es muy práctico,es precioso escribir a mano de vez en cuando, por ejemplo, una carta. ¿Llegará el día que no conozcan ni el papel?
Las fotos una pasada, Virgi.
Saludos
Desacerse de todo lo escrito a cambio de una tableta, ummmm. Yo lo hubiera pasado si me resultara más cómodo, pero..., pero para tu imaginación todo es posible y además, preciso.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Uff, qué fuerte. Temo que la paleta delante de ella no estará "tan en blanco": al final somos lo que hemos vivido, leído, escrito... Hay cosas que ni cortándolas con las tijeras podadoras conseguimos arrancarnos.
ResponderBorrarO tal vez sí... Ojalá si eso es lo que ella desea.
Un beso, querida Virgi
Ni las más poderosas tijeras logran trocear algunos recuerdos, querida Marichuy.
ResponderBorrarEn fin, cada uno se busca sus estrategias.
Besos.
Sin recortes.
Hay muchos escritóres ágrafos. Es una forma de entender la escritura... No sabía lo de balaustre, es preciosa la definición que da el de la RAE: Cada una de las columnitas que con los barandales forman las barandillas o antepechos de balcones, azoteas, corredores y escaleras.
ResponderBorrarYo no me deshago de mis libros ni por cien tabletas que me regalen. Con lo importante que son para mí. Ese chico no está bien :)
ResponderBorrarBesos
Sería genial conseguir deshacerse tan fácilmente de los recuerdos, lo más duro sería, entonces, dar el paso y tomar la decisión.
ResponderBorrarMe gusta el papel, me gustan los lápices, me gusta garabatear mis neuras.
Te dejo un beso, virgi.
A veces hay que tirarlo todo para tener un buen comienzo.
ResponderBorrarPero no será lo mismo.
ResponderBorrarNo, la tableta no da el calor al alma que da el papel.
Tirar los libros por el balcón me parece un sacrilegio, aunque hay algunos que...:):)
En lo que estoy completamente de acuerdo es en romper aquellas viejas cartas.
Besosss
Me encantan tus encuadres... Y tus palabras. Con los años me voy volviendo cada vez más visual.
ResponderBorrarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarCoincidimos también en eso, apreciada Elvira, yo también soy muy visual.
ResponderBorrarUn abrazo. Cariñoso cariñoso.
Muchas gracias Virgi, eres un encanto. A veces andamos con demasiadas prisas...
ResponderBorrarBesicos muchos.
A veces hay que soltar el lastre para caminar más ligeros y nuevos. Qué pena que no se puede hacer lo mismo con lo que llevamos dentro y duele.
ResponderBorrarBESICOS.
¿Y no se arrepentiría este señor que dejó de ser analógico para convertirse en uno más del montón de forofos de la tecnología?.
ResponderBorrarYo no lo hubiese permitido. En mi presencia no lo hubiera hecho:)
Está genial tu relato y tu mensaje.
Besitos
Para cada tipo de soporte una muerte diferente, adecuada, muestra del amor que les tiene a las palabras. Podemos imaginarle ya un cortocircuito fulminante a la tableta.
ResponderBorrarLa segunda foto me encanta.
Besos.
Aquí cada cual, con lo que prefiere. Pero renunciar a tanto, da miedo. Yo no tengo tableta, pero tengo mil libretas.
ResponderBorrarLo mejor, que me ha gustado tu relato, con lo que lo hayas escrito.
Un abrazo.
Yo hago todo lo contrario. Compro estanterías por internet(Imotiu) para poder dar vida a tanto libro.Tengo tantos poetas muertos que la paga de Navidad(no soy funcionario) ya la tengo comprometida con los anaqueles.
ResponderBorrarPues yo me propuse hace un par de décadas no ocupar con estanterías ciertas zonas de la casa, y al cabo de unos años, tuve que tragarme la propuesta.
ResponderBorrarIngenua.
Lo mío es más simple. No tengo muchos libros. No tengo ni siquiera biblioteca. Sólo tengo cigarrillos.
ResponderBorrarUn beso Virgi, eres linda.
A mi me gusta el cuaderno de toda la vida, aunque no te apego a el como una lapa.
ResponderBorrarCuando está lleno y todo en formato digital, fuera.
Siempre llevo el cuadernito.
La tablet para jugar al tetris y para viajar (diccionario, callejero, buscador de hoteles y esas cosas) No me resulta práctica.
Seguro que Lucy inicia la nueva etapa bien, con le cariño que demuestras, seguro.
Tus fotos... ah, tus fotos, virgi, son hoy tan hermosamente sugerentes...
Besos
¡Y yo que tengo un montón de recortes de revistas para encuadernar! Qué desface el mío... ;-) No puedo dejar de lado lo impreso, lo táctil, lo visual...aunque las tablets están robando la huella personal a una gran mayoría. ¿Qué hacer?. Si no uso la tablet no puedo leer libros digitales propiamente hechos para esos formatos.Dudas cibernéticas, pero me gusta más leer parsimoniosamente detrás de esos balaustres con esas fotografías tuyas como paisaje acompañante. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarLa belleza de las palabras nunca podran ser borradas por la tecnología d el aque huyo si puedo...es una tonteria sentir que todo se condensa en un aparatejo sin vida propia.
ResponderBorrarUn beso grande!
qué final de último minuto!!!! hasta dí un salto!
ResponderBorrarpobre hombre, no sabe lo que hizo.
abrazo, maestra*
ResponderBorrarBueno, la tableta también resulta cómoda...
En este caso te ha servido de pretexto para un hermoso texto.
Todo mi cariño. y un larguísimo abrazo.
Leyéndote no sé si comprarme una, guardar los libros, regalárlos, dejar lo de la tablet...en fin, te diré si hao algo al respecto.
ResponderBorrarBesote, Virgi.
(eso sí, me ha encantado)
(jo, siempre tengo algún error, perdón, lo de acento es un fallo)
ResponderBorrarEl papel, con humilde origen de celulosa, tiene un olor y textura que la tableta no puede alcanzar.
ResponderBorrarLos cambios orquestados y al galope de los deseos, combinando el limpiar con el pasar página.
Muy buena relación foto-texto.
Un abrazo literario, y en papel cuadriculado, ese sin futuro y con pasado.
Romper el pasado, hacerlo trizas, cambiar la letra escrita en cartas y libros por las tecleadas o bajadas de no sé qué espacios invisibles. Yo creo que no es del todo posible, las trizas siempre andarán volando por ahí, como las nubes de tu preciosa fotografía.
ResponderBorrarComo si la tableta fuera lo mismo...
ResponderBorrarMe gustaron mucho las fotos Virgi, sobre todo la segunda.
Un besito
El escritor me dice, a través de su tableta, que les envíe besos.
ResponderBorrar¡Y a mí que me gusta tanto el callo que me salió de niña de tanto que escribía con lápices!
ResponderBorrarCon lo bien que huelen los lápices al afilarlos, no sabe ese hombre lo que se pierde!
ResponderBorrarLindo, Virgi.
Y simpático.
Y besotes.
Solo se me ocurre un ... gracias por escribir. Sabes mirar con seis o siete ojos, adaptándote a todo lo nuevo. Somos pura acomodación y nueva aclimatación... a los ordenadores y nntt, a la nueva situación económica y social que vivimos, al cambio de opinión y a las distintas reformas que sin querer hacemos y tú, lo sabes mejor que nadie.
ResponderBorrarUn abrazo :)
Que interesante es ver como todo pasa y todo cambia, tu texto lo muestra muy bien.
ResponderBorrarLa tecnología es fantastica pero los libros me parecen románticos y nobles.
Como siempre es un tremendo agrado visitar tu espacio, amiga.
Muchos abrazos.
Las cartas eran bosque, como mínimo ramas del bosque ya que usó las tijeras de podar.No podrá hacer lo mismo con la tablet, la poda será muy distinta.
ResponderBorrarUn abrazo.
el final de la historia es sensacional.
ResponderBorrarSaludos
David de observandocine.com
Belas fotografias....Espectacular....
ResponderBorrarCumprimentos
¡Ah, montonazo de gracias a todos!
ResponderBorrarBesos y más, más besos
Hay veces que con una retirada a tiempo se puede ganar una gran batalla.
ResponderBorrarUn abrazo
Excelente micro, Vrgi, como tuyo. Dan ganas de preguntarle al protagonista cómo hizo para conquistar la envidiable libertad de convertirse, de un día para otro, en un hitita cibernáutico, tan ligero de equipaje. Qué placer debe encerrar el librase, sin miedo ni cargo de conciencia, del cotidiano naufragio entre papeles. Claro que la tableta también podía ser... (ejem, ejem) una simple aspirina... Le doy vueltas.
ResponderBorrarCon tableta o sin ella, dan ganas de comenzar de nuevo, conservando solo aquellas cartas. O el primer beso.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarGaia, Alfredo, Pedro, un trío delicioso para soprenderme con la agudeza que siempre tienen.
ResponderBorrarBesos besos besos
Fotografías hechas de nada, me gustan mucho, que lo sepas.
ResponderBorrarUn abrazo
Gracias, José Luis, viniendo de ti es un gran piropo.
ResponderBorrarTambién te abrazo