Sentada al borde del charco, le caminaba el ámbar por el cabello.
Su mirada iba del agua al suelo, del suelo al agua.
Las barcas la esperaban, pacientes, inconclusas,
densas de sal y sol.
Su mirada iba del agua al suelo, del suelo al agua.
Las barcas la esperaban, pacientes, inconclusas,
densas de sal y sol.
Ella sólo quería el aroma de las glicinias.

Fotos Virgi
Glicinias en Broadway, Worcestershire, de la red
Has contado toda una historia engarzada a esas fotos fantásticas. La segunda, tuya, en su disposición y luz me trajo a la cabeza a Hopper, ahí es "na". Y es que eres muy buena en mirada, objeto elegido y disparo.
ResponderBorrarUn abrazo y un beso, ambos llenos del aroma de la amistad, queridísima Virgi.
Es lo que tiene la amistad, Isabel, que su aroma nos envuelve y nos hace ver las cosas desde el ángulo de la admiración.
ResponderBorrarUn abrazo.
Sabes bien que de los grandes.
Impresionante fruición de aromas, y ese chapoteo del agua...
ResponderBorrarAromas de mar y glicinias,y la luz dulce de tus imágenes. Belleza.
ResponderBorrarbesos
Un chapoteo mientras se espera, Joven.
ResponderBorrarLa luz acompañando, Gato.
Besos a los dos.
Muchos, tantos como pétalos.
Todo un popurrí.
ResponderBorrarEl ámbar caminaba por su cabello, me gusta.
Besos
sol, sol, y sol, quiero agua virgi, desde Madrid,
ResponderBorrarBesos
Qué es poesía y tú me lo preguntas.
ResponderBorrarMolas, nena. Modo 'va en serio' on.
Besicos.
Que encanto de letras y de fotos. Me ha llegado el aroma de las glicinias y esa foto me ha cautivado, la fachada de esa casa me ha dejado encandilada, ¡es alucinante! sabes estar en el sitio oportuno para captar la belleza en todo su apojeo.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Una combinación perfecta, se siente el aroma de las glicinias. La tercera foto me encantó.
ResponderBorrarBesos.
Bordas belleza en cada palabra que se impregna con aroma a ti...en imagenes y sensaciones.
ResponderBorrarBesos muchos!
Aroma de sonrisas.
ResponderBorrarGracias.
Besos
A la perfección has convertido en verso un poema visual.
ResponderBorrarMe gusta tu poética manera de mirar:)
Besos
"Las barcas la esperaban, pacientes, inconclusas, densas de sal y sol." A lo mejor mañana se anima a viajar. Y las barcas contentas de estar en el mar de nuevo.
ResponderBorrarBesos
En La Alberca disfruto de unas glicinias moradas increíbles, aunque las mías no desprenden ningún aroma. Pronto, cuando florezcan, pondré su fotografía en mi blog.
ResponderBorrarBellas palabras y muy bien agavilladas con las fotografías.
Un beso.
El aroma va desde tu poesía hasta mi corazón pasando por todos mis sentidos. Y el del tacto,el más desarrollado, lo llena el salitre y la suavidad de tus glicinas. Fragancia la tuya que me estimula.Gracias. Un abrazo desde aquí hasta ahí.
ResponderBorrarNo sabes cuanto me gusta ese color intermedio que está como despidiendose del azul y dando entrada al morado. Bueno, que te voy a decir,la pared del fondo de mi casa es así.
ResponderBorrarEstas insuperable. Eso de que un color camine y de se deslice por el cabello es muy hermoso. Apetece hasta visualizarlo con los ojos cerrados.
Y tienes un don especial para las fotos. Para captar ese instante que pudiendo ser trivial tu haces mágico. Un abrazo.
¡qué espectáculo efímero el de las glicinias!
ResponderBorrarte ha quedado un verde genial en la primera foto Virgi
besitos
No conocía las glicinas, su color me recordó a las Jacarandas [que no son nada perfumadas, sólo hermosas.] Se me antojó aspirarlas.
ResponderBorrarUn abrazo con aroma de mañana fría después de la tormenta, querida Virgi.
La admiración que tú muestras ...ha conseguido que me empape en esas barcas, pacientes llenas de sal y sol.
ResponderBorrarImágenes y sensaciones. Esa eres tú. Pura poesía.
Un abrazo cálido
Que lindas fotos! :)
ResponderBorrarEmbelesado leyéndote, con la ultima foto, he quedado "parolizado" como decía mi hija de pequeñita...
ResponderBorrarBesos y salud
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar¡Hasta aquí me llegó el aroma de la tercera foto!
ResponderBorrarBesos
Pues que bien que las glicinias regalen su aroma más allá de esta tierna virtualidad.
ResponderBorrarBesos para todos.
Como me gustan siempre tus fotos. Siempre un placer volver por aquí.
ResponderBorrarSaludos y un abrazo.
No se debe hacer, el copia y pega está feo, pero pásame la manon una vez. Te ruego que entres (copia el enlace en tu navegador)aquí:
ResponderBorrarhttp://canarias-semanal.com/not/1643/un_coronel_del_ejercito_espanol_se_pregunta_a_que_esperamos_los__espanoles_para_sublevarnos/
Un abrazo.
Un pelo ámbar...me gusta. Que no pase a rojo, que está muy visto. Las glicinias, preciosas. Cuídalas.
ResponderBorrarEstoy en ello, pero sólo virtualmente, Edgar. Me quedan muy lejos, la verdad es que son divinas.
ResponderBorrarBellísima composición de imagen y palabra.
ResponderBorrarLuz, color, aroma y tu mirada.
solysalybesos
Hay un océano que brilla en su horizonte. Siempre.
ResponderBorrarBs.
Las olí!!!!
ResponderBorrarEsos cabellos de ámbar me vuelven loca.
Y qué decir de esas barcas de sal y sol...
Hoy inundaste mi mirada de primavera...
Besos, tesoro.
Amiga, tus poemas visuales son bellisimos...
ResponderBorrarUn abrazo grande
Qué bonita la casa de la última foto. Esas ventanas chorreando flores!
ResponderBorrarEstoy en el cadalso, vigilanmé, debo irme. Besos.
La nostalgia como un aceite que a veces lo impregna todo.
ResponderBorrarY si estuviese bajo la Glicinia, asomada a esa ventana de añil... tal vez añoraría el aroma del salitre, el rumor de las olas y su vaivén.
ResponderBorrarBsoT.
Las había oído mentadas en los libros, pero nunca había sabido lo que eran las glicinias. Son preciosas
ResponderBorrar¡Qué casa tan linda! Cómo no preferir las bellas glicinas.
ResponderBorrarBesos.
los aromas de la niñez nos acompañaran toda nuestra vida, hermosas fotos y escrito, la nostalgia llegó a mi con ellos, saludos amiga mia
ResponderBorrarSal, sol y más, más, más glicinias, bellas glicinias para todos.
ResponderBorrarcreo que esa mujer lleva mi nombre
ResponderBorrarmil besos, virgi*
Me encanta las fotografías y los textos, es precioso.
ResponderBorrarabrazos.
Esas glicinias trastornan a cualquiera. Se comprende que el ámbar le camine por el cabello. Cautivador, Virgi, besos
ResponderBorrarAromas de sal, de sol, de arena, de agua...y de glicinas.
ResponderBorrarTus foto poemas me encantan tienen el color del ámbar en las letras..
Tu sensibilidad para la expresión poética es maravillosa.
Besicos peninsulares.
Gracias, Cabopá. Espero que tu madre haya mejorado. Un abrazo
ResponderBorrarA veces no se necesita casi nada para ser feliz...
ResponderBorrarBellisimo, Virgi.
Un beso.
La belleza está en ti, Zayi, preciosa. Besos besos
ResponderBorrarVirgi,
ResponderBorrarEse aroma entremezclado de ámbar, sal, glicinas y sol... qué placentero y envolvente.
Qué bonitas tus fotos.
Un abrazo!!
Me ha gustado mucho la idea "le caminaba el ámbar por el cuello", como si el oro líquido cubriera su cabeza.
ResponderBorrarTus fotos siempre son muy evocadoras, facilitando la ensoñación.
un fuerte abrazo V.
Tres fotografías tan distintas como hermosas, unidas por una historia sugerente.
ResponderBorrarTus imágenes y sus leyendas son siempre una agradable sorpresa.
Un abrazo y hasta la próxima.
Puedo sentir ese aroma en el ámbar de su cabello, en la curva de la barca y en el color de las ventanas… aspiro a la ternura, a la fuerza y a la belleza.
ResponderBorrarGracias amiga mía por mostrarme otra dimensión de los sentidos.
Un beso
La última toma me encandila, preciosa.
ResponderBorrarEsas glicinas que cuando era pequeña me comía imitando a los pájaros. Cosas de niña.
Y esa niña que te sirve para enlazar una historia que ya huele a primavera.
Un beso, Virgi.
Qué hermosa mirada de ir y venir bajo la sombra de las glicinas. Me siento como si hubiera sido yo... Un abrazo muy fuerte, querida amiga.
ResponderBorrar¡Qué lujazo estas chicas visitantes! Millones de gracias, leer los comentarios que me dejan siempre es enriquecedor.
ResponderBorrarUna se puede sentir densa de sal y de sol, Virgi. Como tu en tu poema. Eres fantástica.
ResponderBorrarMe gusta lo que te dice Isabel. Eres muy buena en tu mirada.
Mírame a mi. Necesito resucitar.
Y te abrazo.
Te estoy mirando, querida Tecla. Y te veo, te veo llena de luz y vida.
ResponderBorrarUn abrazo, cielo de chica.
me hiciste viajar al pasado
ResponderBorrarQuién no está de acuerdo en que el agua es el sedimento de todas las cosas. Ese ese estado de liquidez en el que acaba todo lo que vemos y lo que no vemos. Quién no desvió la mirada preguntándose si sería verdad que también lo que nos contiene acabará igual: Mojado y en invisible, tras el espejo azul del mar, y en la refracción de los sueños.
ResponderBorrarUn abrazo
Chuff!!
Todos de acuerdo, Zeny. Y más los marinos.
ResponderBorrarCiertamente.
Besos
Entrañable historia colgada de hermosas fotos, un placer siempre leerte y ver tus fotos. Un abrazo
ResponderBorrarGracias, Vanten, bienvenido.
ResponderBorrarOtro abrazo
Una chica que piensa.
ResponderBorrarSola.
Le falta la primavera.
Que mire hacia abajo y la encuentra.
Tan precioso, Virgi.
Como siempre, preciosas fotos y sencillez elevada al cubo en los textos. Tan difícil...
ResponderBorrar· ¿que hermoso recorrido... que le camina el ámbar por el cuelo... para acabar en violetas wisterias. Que bien coses las palabras.
· BdPH
CR & LMA
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Como dice Isabel, eres muy buena en mirada; pero también hilvanando esas miradas hacia la construcción de un momento mágico. Un abrazo.
ResponderBorrar¡Vaya, cuántas satisfacciones!
ResponderBorrarUn placer el aroma que me dejan tantas palabras afectuosas. Mucho más que gracias.
Lindo.
ResponderBorrarLa primera foto me gustó.
A veces, hasta el aroma nos niegan.
ResponderBorrarBesos.
Por el aroma vine.
ResponderBorrarPor el aroma te sigo.
Con una sonrisa, Virgi.
Bonitas fotos, en especial la última me fascina el color del marco de la ventana y la puerta. Saludos.
ResponderBorrarEs de la red, David, de un precioso lugar de Inglaterra.Besos
ResponderBorrarQué bonitas son las glicinias.
ResponderBorrarHay un sitio en León, en Villafranca del Bierzo, creo que es una antigua estación y ahora un restaurante casero con una glicinia enorme que cubre todo un porche. Me acuedo de eso y de un maravilloso postre a su sombra de dulce de castañas.
Un beso.
¡Alex, qué bien!
ResponderBorrarMe has dado una bonita sorpresa...como las glicinias, fíjate! Son preciosas, sí.
Otro beso para ti
Espero que no sea un incordio hacer comentarios de entradas antiguas. Me gusta la capacidad de unir casi una fotografía con un verso, y me gustan mucho estos.
ResponderBorrarYa lo había leído anterioremente , pero hoy no se por qué me vino a la cabeza "densas de sal y sol".
Un saludo
Espero que no sea un incordio hacer comentarios de entradas antiguas. Me gusta la capacidad de unir casi una fotografía con un verso, y me gustan mucho estos.
ResponderBorrarYa lo había leído anterioremente , pero hoy no se por qué me vino a la cabeza "densas de sal y sol".
Un saludo
Por favor, ¡qué incordio ni que nada! Lo que es, es un placer enorme que hayas venido hasta aquí.
ResponderBorrarMuchacho, un abrazo enorme