¿Qué
añoran las nubes
volando
sobre montañas y riscos?
cruzan
el cielo
buscando
la intimidad del espejo.
Fotos y texto, Virgi
Tus fotos, Virgi, esas fotos con las que hilas unas historias dulces, delicadas, llenas de poesía.
ResponderBorrarPalabras e imágenes siempre en concordancia poética que te definen como una hacedora constante de hermosura.
Un beso, querida amiga.
Cualquiera lo sabe, si pudieran hablar...
ResponderBorrarBesos y salud
Nubes-narcis@s. Quién no? Es la belleza una tentación...bellas las fotos y bella la invitación a sumergirnos con ellas en ese refrescante espejo. Un abrazo.
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ResponderBorrarY comno no hablan, Genín, ya nos encargamos nosotros de imaginar sus ansias.
ResponderBorrarBesos para ti, chico lindo.
Poeta un día sí y otro también, querido Mateo. Que esa invitación sea extensiva a una vida más plena.
ResponderBorrarMi abrazo bien grande.
Ay, Virgi, qué palabras tan hermosas para acompañar a tus sublimes fotografías. Qué conjunción perfecta de imágenes y palabras. Poesía todo.
ResponderBorrarBesos
Tus fotos siempre son bonitos y más engarzadas con tus palabras.
ResponderBorrarUn abrazo.
Si me lo dices así, Trini, con ese fervor, me lo acabaré creyendo. Gracias montones, un beso enormísimo.
ResponderBorrarMe haces feliz leerte, MJ, beso y beso y beso.
ResponderBorrarCreo que añoran deshacerse en un abrazo, y fundirse con el agua, su destino final…
ResponderBorrarbsÖs, Virgi.
Muy coherente, sí, como acostumbras, Sole, no es raro en ti.
ResponderBorrarBesitos besitos
Amiga, la poesía siempre está presente en tus imágenes y en tus palabras...
ResponderBorrarUn abrazo fuerte
En busca de intimidad, con el ser amado, con nosotros mismos, creo que todos deseamos ser capaces de "volar" sobre montañas y riscos.Sería una pena que no lo fuéramos
ResponderBorrarBellas palabras para bellas imágenes,Virgi.
Un fuerte abrazo.
Qué nubes tan bellas, en especial la de “la intimidad del espejo”, en verdad maravillosa. Todo. Imagen y palabra.
ResponderBorrarUn beso, querida Virgi
La armonía de instante...
ResponderBorrarEse que tú has logrado captar por la serenidad que te caracteriza.
Un besazo, tesoro.
Me encanta esa columna vertebral mutable sobrevolando cerros.
ResponderBorrarEn continuo movimiento, cambiantes, casi misma esencia en los componentes...Quizás hasta buscando reflejos en ellas.
Besos.
¿Sabes, virgi? Disfruto viendo este sosiego y serenidad, y leyendo los comentarios, pienso que además de saborear tu mirada, tus palabras, tus imágenes, venimos porque nos pones un hermoso puente a la poesía y hay un remanso de paz en ti que se hace imprescindible acercarse a tu morada.
ResponderBorrarEnhorabuena, querida virgi, y gracias por ser como eres.
Un fuerte abrazo.
Las nubes añoran tu mirada para que las haga aún más bellas.
ResponderBorrarBss
Buscan agua para saciar otras campos secos.
ResponderBorrarun abrazo
fus
me impactó la primera foto, es perfecta... salu2...
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ResponderBorrarEspejos de esta clase querría la madrastra de Blancanieves, no te parece, Sole?
ResponderBorrarBesos, artista, besos
(despiste el mío, Sole, ya te había contestado...ay, qué cabeza! besitos besitos)
ResponderBorrarSi así lo sientes, Antiqua...gracias y un fuerte abrazo. Un placer, que lo sepas.
ResponderBorrarVolar, volar, volar...gran sueño eterno, querida Patricia. Lo intentaremos siempre, sean las alas que sean.
ResponderBorrarTe abrazo fuerte y cálidamente.
¿Son bellas por ellas mismas o es el espejo? That's the question, apreciada Marichuy.
ResponderBorrarBesitos, cielo.
Un piropo que se agradece, Eva querida. Será la edad lo que produce la serenidad, será. Pues no sé, la verdad.
ResponderBorrarMe quedo con eso, pensando, pensando...
Achuchón bien gordo para ti.
Mercedes...¿eres tú u otra?...es que voy a tu perfil y te me escapas. Dime algo más, porfi.
ResponderBorrarUn besote.
Las gracias he de dártelas yo a ti, Isabel. Me reconfortas en gran medida, siento tu corazón generoso y eso es también un aliciente.
ResponderBorrarUna montaña de gracias, igual de besos y abrazos.
No dejes de venir, no.
Será por eso que en el día de hoy no se ha visto el sol, querido y tierno Gato. Ves? me has hecho comprenderlo, besos y sonrisas.
ResponderBorrarNo andas descaminado, Fus. Efectivamente, algo más lejos, los campos estaban secos y amarillos.
ResponderBorrarAbrazo
He vuelto a ver esa "perfección", JLO. Me agrada que te guste, pero no sé si llega a tanto. Un besote y gracias de veras.
ResponderBorrar
ResponderBorrarNecesitas pocas palabras para hacer un poema... una historia.
Creo que ahora las nubes ya saben lo que buscan.
Hermosas fotos, especialmente la primera.
· B·d·S
· CR · & · LMA ·
Esa intimidad que buscan no les es dada. Está al alcance de todos. Eso sí, al alcance de aquellos que quieran ver con tus mismos ojos. Con tu misma sensibilidad. He venido recorriendo tus anteriores rocas y nubes que no había visitado, pero aquí estoy. Siempre un abrazo cálido.
ResponderBorrarExtraordinarios paisajes y fabulosas imágenes....irrepetibles por otra parte...No solo es su nitidez, es tu personalísima forma de convertir cada instante en perdurable. Un abrazo
ResponderBorrarUn comentario muy gratificante, Ñoco, viniendo de ti, que miras con un ojo experto todos los recovecos y etcéteras.
ResponderBorrarGracias, cielo, besos y besos y besos.
Tu sensible fidelidad es un lujo, querida Tanci. Y un placer cuando visito los rincones por donde has pasado y voy encontrando esas perlas que me dejas.
ResponderBorrarUn abrazo lleno de agradecimiento.
Nos vemos pronto.
Hermoso comentario, Víctor.
ResponderBorrarEs que me dejas casi sin nada que decirte, perdurable es demasiado y me sonrojas ciertamente.
Te abrazo fuerte y con dos buenos besos.
Creo que añoran el mar. O el misterio de filtrarse en el corazón de la tierra en un viaje incierto.
ResponderBorrarTambién creo que su belleza depende de nuestras miradas, y la tuya las hace muy hermosas.
Me gustan mucho la primera y la penúltima foto, Virgi, tienen algo especial.
Muchas gracias por esos comentarios tan estupendos que dejas en el Almacén, crean adicción y cuando estoy un poco desanimada me digoa, "anda nena, leete los comentarios de Virgi, que es un cielo"
Un montón de besos, y feliz día del libro.
Las nubes nos traen mil sensaciones, querida Tesa. Esa penúltima me parecía como una diadema queriendo posarse en las montañas.
ResponderBorrarMe alegras con tus comentarios, son naturales, afectuosos, llenos de vida.
Gracias y más que gracias.
Un beso, un abrazo, una sonrisa.
Lindo flotamiento de nubes...
ResponderBorrarBesos, Vigi
Siempre he pensado que las nubes añoran ser tierra...
ResponderBorrarBesos.
Un azul magnífico el del final...¿es así o tiene truco?
ResponderBorrarMuy sutil y etéreo, besos igual.
Un azul magnífico el del final...¿es así o tiene truco?
ResponderBorrarMuy sutil y etéreo, besos igual.
Buscan a las grullas, que emigran al norte. O a las palomas rabiches, que se ocultan en la laurisilva.
ResponderBorrarDiego me ha hecho sonreír, linda posibilidad, parece el principio de un cuento oriental.
ResponderBorrarBueno, y lo tuyo me encantó, como sueles nos regalas pura serenidad.
No me digas, Myriam, que no estaría fantástico volar con ellas, sobre ellas, a su lado...
ResponderBorrarBesos besos
¡No me digas, Pedro! Pues a mí nunca se me ha ocurrido, si acaso al revés.
ResponderBorrarAbrazote de algodón.
Así mismito estaba, Mar. Y en Isla de Lobos, un paraje que parecía totalmente desértico. Un sitio sorprendente e insólito.
ResponderBorrarBesitos, querida, besitos
Poético al máximo, querido Diego. Es lo que pone S. debajo, que tiene pinta de alguna historia oriental, japonesa o así.
ResponderBorrarUn abrazo, me encantó esa posibilidad.
Ya ves que coincido contigo en lo del cuento oriental, Salambó. Es que ese chico es pura intuición y sabiduría, te lo digo yo.
ResponderBorrarBesos besos :)))))
ha ido a encontrarse usted con unas nubes la mar de coquetas... por mi zona son más escurridizas ;)
ResponderBorrarPodría muy bien ser yo es personaje que mira el atardecer, esperando quizá la nube que aún no llega.
ResponderBorrarAbrazos largos
Placidez y belleza natural, virgi. Si ese es el entorno en el que vives, para mí eres ya afortunada. Aunque luego, como todos, tendrás tus más y tus menos.
ResponderBorrarLas fotos, preciosas!
UN abrazo.
Coquetas, sí, pero escurridizas como en todas partes, Beauséant. Gracias que las atrapé con la cámara, que si no...
ResponderBorrarUn besito con simpatía y ternura.
Lo que nos suele, suceder, Edgar, que miramos al horizonte por si el día venidero se presenta mejor.
ResponderBorrarUn beso, me alegra que te hayas fijado en esa imagen.
Exacto, Moderato. Mucha placidez en estas islas si buscas los lugares adecuados. Pero ruido, desastre ambiental, basura, desorden...pues también.
ResponderBorrarUn besote, chiquillo.
(así que lo de "mis más y mis menos", existe, of course, otro beso)
ResponderBorrarQuería avisarte por si no es intencionado que no se puede comentar en tu última entrada del 25,y de paso que yo solo quería decir que siempre me epatan tus fotos :)
ResponderBorrarBesos y salud
Gracias, Genín, pero a veces lo hago, así no estoy pendiente de las visitas, ni ellas de comentarme.
ResponderBorrarEres un sol de chico, millón de gracias.
"Nuestro" Tenerife, que es público y mundial, ¿no? :))))
ResponderBorrarBss
Ja ja ja...sí, lo encontré en una pateada y me encantó.
ResponderBorrarUn abrazo, querido Gato
A mi se me hace muy difícil no expresarte mi admiración ante tamaña magnitud, y, también, si me permites, mostrar mi enfado a quienes buscando la riqueza intentan una vez y otra estropear el paraiso.
ResponderBorrarAbrazos.
Isabel, tesoro, es inevitable pensar esas cosas cuando vemos la naturaleza en estado puro, bien sea en una simple florecilla del camino, como en paisajes aún no tocados.
ResponderBorrarAquí se han hecho muchos desastres, pero yo sólo pongo la parte que me gratifica, la que intento caminar y disfrutar.
El paraíso está cerca de nosotros, pero siempre habrá quien lo desee para su beneficio.
Besos y besos
Bajar y desparramarse y esperar a algún montañero despistado.
ResponderBorrarJuntarse todas para quitarnos el sol, por ejemplo. :)
Besos
Las nubes buscan su forma sin cesar, esa forma perfecta de la nube que solo la mano del niño es capaz de discernir.
ResponderBorrarBesos, Virgi.
Me encanta Tenerife visto desde tus ojos.
ResponderBorrarBesos
Cuánta belleza!
ResponderBorrarPor cierto, creo que ya te lo he comentado alguna vez, pero me encanta el color, pero sobre todo la luz que hay en tus fotografías cuando nos muestras tu tierra.
Un beso
Unas veces queriendo que nos den sombra y otras que no lo hagan para broncearnos mejor o que luzca el sol y nos alegre el día. En fin todas las posibilidades, Pamisola, besitos y besitos te llevan las nubes.
ResponderBorrarPoeta y pensador, Xuan, eres tan personal en tus comentarios como en tus blog. Allá voy, a ver si se fue ese gato de ojos de oro.
ResponderBorrarUn besote.
Bueno, pues me alegra, querida Trini, pero no creas que es oro todo lo que reluce, eh?
ResponderBorrarBesitos y sonrisas.
Es que es tierra de luz, querida Alís, incluso en exceso; aquí se recomiendan gafas de sol desde que sales a la calle. Yo no las llevo, pero lo aconsejan continuamente.
ResponderBorrar¿Qué haríamos sin ella?
Un abrazo bien cálido.