Empezar de nuevo, partiendo de cero.
Incluso le fastidia el trozo de cable o las
manchas en el techo.
La
mirada le conmueve, pero más aún, las leves huellas que nadie seguirá.
Agotada,
se echó sobre la hierba.
El bordón se encargaría de vigilar su sueño.
Al pie
del letrero encontraron la muñeca de sus juegos.
Aún siguen buscando a la niña.
Fotos y texto, Virgi
Como siempre, nos guias por esos senderos mágicos de cuentos ilustrados. Abrazos
ResponderBorrarGracias a ti, Isabel, que te dejas llevar, sin miedo a perrillos callejeros o señales dudosas.
ResponderBorrarBesos y besos, muchos.
Senderos realmente mágicos y a veces incluso misteriosos, añadiría...
ResponderBorrarUn abrazo!
Además de disfrutar con las fotos me has dado una idea con la última foto para poner el número de mi parcela, así si un día tiene que venir una ambulancia -por ejemplo- es mas fácil de explicar la dirección en mitad del campo, ya ves, luego hay gente que dice que los blog no vale para nada y hasta puede salvar una vida :)
ResponderBorrarBesos y salud
Moderato, te me has parecido a los gemelos de Tintín.
ResponderBorrarY sí, algo tienen de misterio, es la atmósfera que quería conseguir, me alegra que lo digas.
Un fuerte abrazo
Y muchísimo que me alegra haberte dado esta idea, Genín. Así también daré yo contigo cuando un día vayamos a visitarte :) :) :)
ResponderBorrarBesos y aplausos para ti.
Breves, sí, pero certeros y grandemente evocadores.
ResponderBorrarUn besote de los grandes, Virgi.
¡¡Increíble!! Me encantó. Eres genial amiga.
ResponderBorrarBesos.
Siguen buscando sus huellas. Las huellas que no dejó.
ResponderBorrarSiempre hermoso
Besos
Dos interpretaciones. Prefiero la de la huida voluntaria, la de la búsqueda de sí misma, olvidando su pasado y borrando sus huellas. Como siempre, Virgi, mucho más que imágenes y palabras.
ResponderBorrarLa niña se hizo nube, se enamoró del azul del cielo y se pasea majestuosa jugando con la brisa.
ResponderBorrarUn abrazo.
Puntería y sensibilidad las tuyas, Isabel, tesoro. te abrazo con ganas, ojalá esa flecha me llevara a hacerlo en vivo.
ResponderBorrarQuerida Aída, gracias por tu empuje, es una linda gratificación.
ResponderBorrarMuuuuuuuuchos besos
Las que quizá borró para que nadie la siguiera. Nunca estaremos seguros de las razones de los otros.
ResponderBorrarTrini, un besote
¡Vaya, Diego, pues me apunto a esa interpretación! Pero hay que tener una sabiduría que aún me falta.
ResponderBorrarUn abrazo grande grande.
Un tierno y dulce final, JuanL, estaría bien que todos fueran así de mágicos.
ResponderBorrarBesos y sonrisas a tu ternura.
ResponderBorrarMúltiples lecturas, artista. Juegas con nosotros.
La niña, ya crecida, salió en busca de sus sueños, con la sola compañía de su muñeca. Tras descansar, se dio cuenta de que la muñeca le ataba demasiado a su infancia, y necesitaba la madurez que nunca tuvo. Con la muñeca dejo una nota: 'no me busquéis'.
¡Que empeño en no respetar la voluntad de otros!
· B·d·S
· CR · & · LMA ·
Imágenes preciosas, sumamente evocadoras...
ResponderBorrarLas niñas crecen... atrás quedó la muñeca. Y siempre, tu sensibilidad y tu arte.
ResponderBorrarBss
Siempre aunas magnificamente las imagenes y las palabras... Y nos haces pensar...
ResponderBorrarUn abrazo fuerte, amiga
ResponderBorrarQue magnífica sucesión de imágenes Virgi, cada una contando también casi independientemente.
En cualquier cruce nos dejamos abandonada la infancia, tan breve, tan hermosa. Creo que la última es la que más me conmueve.
Besos.
Historias ilustradas que se tejen con palabras y un clic fotográfico... Un placer pasear por estas estampas, Virgi.
ResponderBorrarBesos
Conmovedor el perro y la niña.
ResponderBorrarInquietante ese cable quebrado y el bastón a la espera.
Variadas sensaciones en cuatro líneas, lo consigues plenamente.
Abrazos
Ya, ya, Ñooco, ya se dieron cuenta de la nota.Pero bien sabes que suele molestar cuando los demás están seguros de si mismos.
ResponderBorrarAlgo así.
Besos y graciasgraciasgracias
Consiso, Darío y aún así, poético. Un besito y gracias también.
ResponderBorrarQue me miras bien, Gato tierno. Es lo que tiene cuando nos aprecian.
ResponderBorrarUn abrazo, mi sonrisa y un maullido de cariño.
Una satisfacción lo "hacer pensar", serán reminiscencias profesionales?
ResponderBorrarUn besote de los grandes, Antiqua.
Un lujazo tu entusiasmo, Mercedes. Y ya te dije, la pena es no poder devolvértelo.
ResponderBorrarBesos y besos, gracias y gracias.
El placer es mío, Ginebra, al verte cabalgar por estos prados.
ResponderBorrarBesitos, mujer guapa.
Si te digo, Edgar, a mí el más que me gustó es el de la niña. Aunque yo lo veo más triste que conmovedor.
ResponderBorrarAbrazo enorme.
Preciosas fotos, historia triste. Letrero engañoso.
ResponderBorrarOcurrente siempre. Besos.
La foto del perrillo, me ha encantado.
ResponderBorrarSaludos.
Me fascina tu capacidad para construir mini relatos a partir de imágenes, que por cierto todas guardan muchas connotaciones.
ResponderBorrarBesos.
Cada una de tus brevedades son pura concisión exacta, precisa y aguda que siempre produce un pequeño silencio tras la lectura que, sinceramente, sorprende. No sabría cual de las frases/fotografías elegir todas guardan cierta magia y encanto que impresiona: comenzar una nueva vida, el altruismo o solidaridad, la fantasía y la aventura.
ResponderBorrarun abrazo
Pamisola, lo has resumido con agudeza, sí, sí. Y la tristeza campa en todas las historias.
ResponderBorrarBesitos besitos
A mi me gustó verlo en la calle, parecía desolado y sin rumbo.
ResponderBorrarAntonio, abrazos.
Me alegras, Nómada, te sonrío complaciente, besitos muuuuuuuuchos.
ResponderBorrarEsi, montón de gracias por tu lectura atenta y la dedicación en la visita.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
El perrito está triste porque no encuentra a la niña ni a su amo, que se echó al monte. Y su casa está destartalada.
ResponderBorrarBesitos y aplausos a tu ingenio.
(que sepas que me costó un rato ponerte el comentario, salía error varias veces)
ResponderBorrarEmpezar de cero es difícil pero, a veces, necesario.
ResponderBorrarUn abrazo, querida Virgi.
Qué bien hilas imagen y texto. Te siento feliz.
ResponderBorrarHola Mar, ya me han dicho alguna vez lo de los comentarios. A mí también me pasa a veces, aquí o en otros.
ResponderBorrarEn cuanto a la niña, seguramente pasea feliz por las nubes junto a su perro.
:) :) :)
Besitos
Muy difícil, Marichuy, pero también vital en muchos momentos. Se aprende mucho aunque nos cueste.
ResponderBorrarUn abrazo bien grande.
Hola Ximens, qué alegría verte por aquí...¡claro, es que los Montes de Toledo quedan muy lejos!Una sonrisa enorme y feliz para ti.
ResponderBorrarY abrazos largos.
Un alo de misterio..muy chulo..un saludo desde Murcia..a mi segunda tierra..Canarias..y en concreto Tenerife...
ResponderBorrarTienes una buena manera de apuntar a los lectores a ver lo que realmente cuenta en las imagenes.
ResponderBorrarSaludos y un placer.
Recorro con ese perro los paisajes que nos dejas, sus huellas son las mías, besotes.
ResponderBorrarMe encanta eso de que Tenerife sea tu segunda tierra, Alp.
ResponderBorrarUn beso y gracias.
Bienvenida, Beatriz, me satisface tu observación.
ResponderBorrarUn abrazo, vuelve cuando quieras.
Pues a ver si nos encontramos, salambó, estaría del diez!
ResponderBorrarBesitos muuuuuuchos.
"Escapar": una decisión difícil de tomar,pero muy necesaria cuando los demás no aceptan que la niñez tiene un plazo de caducidad.
ResponderBorrartD1b, Virgi.
El paseo por "Tu Tenerife"... me lo dejo para el fin de semana :)
ResponderBorrarOtro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe dió tristeza ese perrillo que no encuentra ni a la niña ni al amo. Y para colmo, la casa está deshabitada.
ResponderBorrarEspero que estés bien, un abrazo grande.
Qué pena que dejemos la inocencia en un lugar recóndito que ya tanto nos cuesta volver a encontrar...
ResponderBorrarBesos, tesoro.
"Escapar", Volvo, tan difícil! Y la niñez, intuitiva como pocas, nos impulsa a hacerlo.
ResponderBorrarUN beso
...ah, ya paseaste? :))))))
ResponderBorrar¡Oh, sí, María, estoy bien! Tranki, un beso, los tuyos se los daré a la niña y al perrito.
ResponderBorrar;)
Un lugar al que ya no podemos volver casi ni con los recuerdos. Quizá no tanto, no, pero algo así, muy querida Eva.
ResponderBorrarTe abrazo con ganas de verte.
Todo ok, bien, bien, besines felices.
ResponderBorrarYa han encontrado a la niña, que parece que no era tan niña, pero se ha vuelto a perder, porque prefiere empezar de nuevo, reinventarse, y caminar por el borde de la aventura, que tenerlo todo programado o dejar sus huellas bien marcadas para que siempre la encuentren y le organicen la existencia.
ResponderBorrarMe encantan y me inspiran estos post que tienen tantas lecturas como miradas le eche a tus fotos y a tus palabras, Virgi.
Muchos besos,
me ha encantado el perrete esta invitando a seguirle, ¿verdad?
ResponderBorrarGracias por volver, María, más besos para ti.
ResponderBorrarUna niña así como tú, Tesa, creativa al máximo, con recursos inesperados, rodeada de ideas que están desesperadas porque las realices. Esa niña que ya es adulta y es un tesoro.
ResponderBorrarUn abrazo, un par de besos y mi agradecimiento.
Exacto, Beauséant, es lo que quiere...bueno, más bien, quiere seguir a alguien que lo quiera.
ResponderBorrarBesitos besitos
La foto del árbol me encantó. Besos Virgi, estoy pendiente de subir una entrada para tí
ResponderBorrarMe alegras, Alí.
ResponderBorrarTranki, no tiene vd. ninguna obligación, es más, mejor lo olvidas, porque cuando nos forzamos a una cosa así, luego nos resulta una carga.
Un fuerte abrazo.
Bellos, muy bellos.
ResponderBorrarEl último, un latigazo insuperable. Bravo, Virgi!!!
Cariños!
Admirada y querida Patricia. Percibes el latigazo como pocos, es lo que tiene tener olfato, capacidades, sensibilidad.
ResponderBorrarGracias siempre, un fuertefuerte abrazo.
Todas esas señales son guías para mi camino. Y al tiempo, emprendo una nueva singladura de pensamiento y de emoción. Gracias. Bellas fotos, buenas instantáneas, buen ojo. Besos muchos.
ResponderBorrarTu fidelidad es una gozada, querida Tanci. Sólo se me ocurre decirte: Gracias siempre.
ResponderBorrarY un abrazo enorme.