Una historia en escasas líneas y, además, una historia que deja la sonrisa puesta. Como es habitual en ti, a unas fotos bien chulas les añades unas palabras hermosas, así que el resultado es altamente apetecible. Un beso de los grandes, querida Virgi.
La niña tan pequeña en un rincón da más majestuosidad al paisaje.
Las fotos saturadas, con el amarillo que nos recuerda que tu isla tiene sol de sobra. Y la bella pincelada de tu texto me da la medida de lo poco que necesitamos para tener un momento de felicidad absoluta.
Muchos besos, Virgi
Ah, no pude entrar en el enlace que me dejaste, decía que no existía la página. Me quedo con la curiosidad.
¿Cómo haces para encontrar: el color, paisaje y palabras precisas? Me encanta, como también tu reseña tan bien ilustrada de "La piel fría". Hace tiempo que leí este libro y he revivido los espacios gracias a tus fotos.
Me encnta la primera fotografía, apetece entrar y quedarse en ella, bajo esas nubes, qué maravilla de paisaje y 'todo para ella', descriptivo, me encanta. Un abrazo.
Bonito post y el cetáceo ahí alzado...mejor klo vería en su elemento jejeje. sobre tu post de la Piel Fría solo puedo decir que es uno d elos libros más originales que he leído nunca. Y me dejó muy tocado, por no decir impresionado. Un gran sueño o pesadilla fantástica sin duda. de no gustarme al final pasaron a sorprenderme aquellos inteligentes seres marinos...
Me costó encontrar las fotos adecuadas a la reseña, Isabel. Si tú que lo leíste crees que le van bien, me quedo satisfecha. Y gracias por tus apoyos, montonazo de besos
Así es, en la inocencia se puede tener todo un mundo, pero pronto cuando adultos perdemos ese derecho de llave. Ese azul que siempre está presente en tus fotos cuánta infinitud y grandeza da y transmite!!! Besos Artista!!!
La inocencia va desapareciendo sin que lo percibamos, Aristos, hasta que un día...¡bluf!...ya no existe. Un azul muy canario, pero no creas que siempre es así, eh? Hoy mismo no lo encuentro ni arrancado jirones de nubes :) :) :) Besotes besotes
Cierto. Lo tenía todo. Y te tenía a ti, con tu cámara, sacando lo mejor de lo que tenía. No me extrañaría nada que la primera fuera en Famara··· por decir algo···
Está claro, Virgi, si no tienes todo, todo más que la mayoría jaja. Preciosas fotografías y bajo las vértebras de la ballena, una/o se siente protegido.
Bueno, Juan L., no sé si al Maestro le atraerían estos riscos. Las nubes, sí, seguro y el azul, también. La pena es que no hay estanques con nenúfares :)
¡Ah, pillín, Ñoco, qué ojo tienes! En efecto, allí es, la imponente Famara, madre de César Manrique, puro oleaje y volcanes cerca. La niña podría ser muy bien yo misma, hace décadas. Un abrazo, sr. OJO. Y besos, of course.
Es lo que tiene la infancia, Pamisola, que nada se detiene y nada vemos, sólo lo que en cada momento nos interesa. Así se puede ser algo más feliz. Muakmuakmuak!!!
¡Ah, mi Profe querido! Te extrañaba...bueno, sé que estás liado con tanto rodaje, ópera, amigos, nietos. ¡¡¡Pero qué genial sentido del humor que tienes!!! Beso, abrazo, beso, abrazo...
Las apariencias engañan, Esi, no te fíes, no. No es oro todo lo que reluce. aunque bien es cierto que esa playa desconsuela y yo, mira por donde, estaba cerca. ;) ;) ;) Y muchos besos
Ambos, la niña y el perro lo tienen todo. El mundo girando a su alrededor y ellos embelesados en su propio mundo. Todo a sus pies y dentro de ellos mismos. No hace falta más. En conjunción, tus paisajes. Tan viso y personales que hacen siempre el conjunto idóneo de tus historias. Con ese agradable sabor de boca me quedo siempre. Abrazos.
Que te dure hasta que nos veamos. Digo. :) :) :) Para embelesarnos en el de las tres. Digo. Me alegras y me haces pensar, Tanci, con tus acertadas reflexiones. Besos y besos.
Me gusta el contraste de colores y texturas de la primera foto… y esa niña, tan "pequeñita"… como nosotros, simples enanos ante tanta grandeza de la madre naturaleza.
Las nubes, como una cabellera que quisiera cubrir a la niña y protegerla del futuro. Y el perro durmiendo y la ballena también, cada uno en su estado. Besos besos
Volvo, es que los faros son muy sugerentes...no has leído el libro del post anterior? Gracias al faro sobrevivió el protagonista. Y viviendo en uno de ellos tampoco precisaríamos de muchas cosas,las ineludibles solamente. Besazos muchos.
Por pedir que no sea, Mateo, pero siempre lo necesario, que pedir por gusto no es plato que me agrade, me gusta más la sobriedad que la abundancia. Te abrazo, chiquillo detallista.
Somos como bichitos subidos al caparazón de la madre Tierra, a expensas de mil inclemencias, pero también capaces de fastidiarla bastante. Linda Sole, muchos besos.
muy bien condimentada esta entrada. Cada foto en si misma es una historia. Auténtica inspiración. El mejor amigo del hombre pone mucha serenidad al conjunto. Pero oye, es que la historia también está pero que muy bien...para no desentonar. Por cierto me gusta esa foto del perfil en mi tad de la pradería, que lo sepas...un abrazo
El mejor amigo del hombre se siente emocionado de que lo menciones, V. Y yo de que vengas, de como escribes, de lo que sabes, de lo que nos motivas. Gracias por todo eso. Un abrazo, pero gordogordogordo.
Me encanta tu rincón de letras, te felicito y te saludo desde Italia.
ResponderBorrarClara
¡Ah, la bella Italia!
ResponderBorrarGracias y bienvenida, Clara, un fuertísimo abrazo.
Esa niña de la esquina izquierda de la primera foto dimensiona el mundo.
ResponderBorrarBesos.
Ojalá encontraremos siempre esa posibilidad. Un abrazo, Pedro.
ResponderBorrarcada uno en su sitio, el perrillo en la tierra enroscado y soñando y el cetáceo libre y surcando el viento... me gusta.
ResponderBorrarEs increíble la paz que proporciona esta maravillosa entrada tuya, gracias por ello, guapa.
ResponderBorrarBesos y salud
Qué imágenes, querida avirgi. Esas nubes. Y ese cetáceo es una maravilla.
ResponderBorrarUn abrazo
La niña quiso ser concha, el perro donuts y la ballena, la más utópica y poética, quiso ser gaviota.
ResponderBorrarY al niña feliz al sol, bien protegida. Beauséant, un guiño y un besote.
ResponderBorrarMe alegras, Genín, tesoro, tú sí que eres el que regala dicha y serenidad. Te abrazo con ganas, sí, sí.
ResponderBorrarAlí está, querida Marichuy, contemplando a un tiempo el cielo, el mar y sobre todo, a la niña.
ResponderBorrarBesitos, linda, besitos
¡Jo, Diego, te quedó redondoredondo!
ResponderBorrarEres un hacham pena de comentar tu última entrada, pero bien que te comprendo.
Un fuerte abrazo
Una historia en escasas líneas y, además, una historia que deja la sonrisa puesta.
ResponderBorrarComo es habitual en ti, a unas fotos bien chulas les añades unas palabras hermosas, así que el resultado es altamente apetecible.
Un beso de los grandes, querida Virgi.
Gracias, querida Isabel.
ResponderBorrarYa sé que estás en plena forma y me alegra mucho.
Un abrazo grande, siempre me reconfortas, sabes?
La niña tan pequeña en un rincón da más majestuosidad al paisaje.
ResponderBorrarLas fotos saturadas, con el amarillo que nos recuerda que tu isla tiene sol de sobra. Y la bella pincelada de tu texto me da la medida de lo poco que necesitamos para tener un momento de felicidad absoluta.
Muchos besos, Virgi
Ah, no pude entrar en el enlace que me dejaste, decía que no existía la página. Me quedo con la curiosidad.
¿Cómo haces para encontrar: el color, paisaje y palabras precisas?
ResponderBorrarMe encanta, como también tu reseña tan bien ilustrada de "La piel fría".
Hace tiempo que leí este libro y he revivido los espacios gracias a tus fotos.
Abrazos bien gordos.
Desde luego, Virgi, tienes un arte para capturar los momentos y encadenarlos con las palabras.
ResponderBorrar¡Qué insignificantes somos!
ResponderBorrarEsa sombrilla de huesos es muy original.
Besos, Virgi
Me encnta la primera fotografía, apetece entrar y quedarse en ella, bajo esas nubes, qué maravilla de paisaje y 'todo para ella', descriptivo, me encanta.
ResponderBorrarUn abrazo.
Bonito post y el cetáceo ahí alzado...mejor klo vería en su elemento jejeje.
ResponderBorrarsobre tu post de la Piel Fría solo puedo decir que es uno d elos libros más originales que he leído nunca. Y me dejó muy tocado, por no decir impresionado. Un gran sueño o pesadilla fantástica sin duda. de no gustarme al final pasaron a sorprenderme aquellos inteligentes seres marinos...
Besos.
Ella sí que era sabía a la hora de poseer...
ResponderBorrarBesos
Te dejé otro enlace, Tesa, espero que te llegue.
ResponderBorrarY que la niña no llegue a saber de mordazas tampoco. Besitos,cielo.
;) ;)
Me costó encontrar las fotos adecuadas a la reseña, Isabel. Si tú que lo leíste crees que le van bien, me quedo satisfecha.
ResponderBorrarY gracias por tus apoyos, montonazo de besos
Bueno, Ximens, siempre es un placer lo que me dices, abrazote sin retamas, sorry sorry.
ResponderBorrar¡Y tanto, querida Myriam! Somos como granitos de arena que el viento lleva y trae.
ResponderBorrarUn beso grande.
Un placer tu énfasis, MJ, seguro la niña estaría aún mejor leyéndote.
ResponderBorrarUn abrazo largo y algodonoso.
Si, algo así me pasó a mí con el libro, Josef. Al final casi me voy a vivir allí, con aquellas criaturas tan especiales.
ResponderBorrarBesos besos
Todo cosas simples, Trini. Será porque es niña, que ya de adulto nos liamos con tanto! Y total, para qué?
ResponderBorrarBesos y abrazos.
Así es, en la inocencia se puede tener todo un mundo, pero pronto cuando adultos perdemos ese derecho de llave. Ese azul que siempre está presente en tus fotos cuánta infinitud y grandeza da y transmite!!!
ResponderBorrarBesos Artista!!!
La inocencia va desapareciendo sin que lo percibamos, Aristos, hasta que un día...¡bluf!...ya no existe.
ResponderBorrarUn azul muy canario, pero no creas que siempre es así, eh? Hoy mismo no lo encuentro ni arrancado jirones de nubes :) :) :)
Besotes besotes
Creo que todos tenemos algún duende dormitando a nuestros pies y la sombra de unos huesos protegiéndonos de las inclemencias.
ResponderBorrarCurioso comentario me despiertan tus ideas de letra y color: hoy mi mamá hubiera cumplido 84 años.
Por tu trabajo, por tu amistad, gracias, Virgi.
El placer, el descanso y lo que perdura. Como siempre Virgi, es un placer recrearse en tus letras y perderte en tus imágenes.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Si Monet viviera seguro que se quedaba con la primera fotografía, como boceto de un cuadro impresionista.
ResponderBorrarUn abrazo.
ResponderBorrarCierto. Lo tenía todo. Y te tenía a ti, con tu cámara, sacando lo mejor de lo que tenía.
No me extrañaría nada que la primera fuera en Famara···
por decir algo···
· BdPH
· CR · & · LMA ·
Paraíso de color, Virgi.
ResponderBorrarMe gusta mucho la primera foto concretamente y las letras que arropan esta tierna imagen.
Besos
Qué suerte tiene élla, y parece que
ResponderBorrarignora el paraíso que la rodea.
Y las fotos, preciosas.
Tanta belleza; tantísimo azul... Y tú.
ResponderBorrarBesosbesos
Virgi, veo que sigues en forma. Me han encantado tus fotos -especialmente la primera- y los textos.
ResponderBorrarUn beso.
Bellas fotos, las tres y bien acompañadas de palabras.
ResponderBorrarAbrazos
¿Qué más se podría pedir? Sí, tu mirada para captarlo y tus precisas palabras para explicarlo
ResponderBorrarBss
hermosas imágenes y me gusta mucho el color vívido que les das... salu2...
ResponderBorrarEstá claro, Virgi, si no tienes todo, todo más que la mayoría jaja. Preciosas fotografías y bajo las vértebras de la ballena, una/o se siente protegido.
ResponderBorrarun abrazo
Cuánta armonía se conjuga entre las palabras y las imágenes, V. Un abrazo.
ResponderBorrarLa satisfacción es mía, querida Patricia.Tu calidez traspaa océanos y cordilleras, gracias por ella.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
Nani, tan tierna y cariñosa! Así da gusto, sentirnos apreciadas, muchos besos, muchos.
ResponderBorrarBueno, Juan L., no sé si al Maestro le atraerían estos riscos. Las nubes, sí, seguro y el azul, también. La pena es que no hay estanques con nenúfares :)
ResponderBorrarBesos besos
¡Ah, pillín, Ñoco, qué ojo tienes! En efecto, allí es, la imponente Famara, madre de César Manrique, puro oleaje y volcanes cerca.
ResponderBorrarLa niña podría ser muy bien yo misma, hace décadas.
Un abrazo, sr. OJO.
Y besos, of course.
(bdF)
ResponderBorrarGinebra, gran fotógrafa, gracias por la luz que siempre viene contigo.
ResponderBorrarUn besote grande.
Es lo que tiene la infancia, Pamisola, que nada se detiene y nada vemos, sólo lo que en cada momento nos interesa. Así se puede ser algo más feliz.
ResponderBorrarMuakmuakmuak!!!
Y tú, Soco, y tú.
ResponderBorrarSobrevolando como una gaviota que va regalando plumones de felicidad y belleza. Te abrazo fueeeeeeeeeeeeeeeerte!!!
¡Ah, mi Profe querido! Te extrañaba...bueno, sé que estás liado con tanto rodaje, ópera, amigos, nietos.
ResponderBorrar¡¡¡Pero qué genial sentido del humor que tienes!!!
Beso, abrazo, beso, abrazo...
Esmeralda ¡ya quisiera yo hacer esas fotos nítidas, refrescantes, inmensas que haces!
ResponderBorrarMas si te gustan, gracias y besotes.
Y la niña y el perro, deseando que los dejen en paz.
ResponderBorrarYo estaba allí de casualidad, querido Gato.
Un abrazo, lindo minino.
JLO, hacía tiempo que no venías, me alegras, un beso, luego voy a verte.
ResponderBorrarLas apariencias engañan, Esi, no te fíes, no. No es oro todo lo que reluce. aunque bien es cierto que esa playa desconsuela y yo, mira por donde, estaba cerca.
ResponderBorrar;) ;) ;)
Y muchos besos
Hola Darío.
ResponderBorrarSi así lo sientes, a ver si me llega algo entonces ;)
Un besote, apreciado Joven.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarAmbos, la niña y el perro lo tienen todo. El mundo girando a su alrededor y ellos embelesados en su propio mundo. Todo a sus pies y dentro de ellos mismos. No hace falta más. En conjunción, tus paisajes. Tan viso y personales que hacen siempre el conjunto idóneo de tus historias. Con ese agradable sabor de boca me quedo siempre. Abrazos.
ResponderBorrarQue te dure hasta que nos veamos. Digo.
ResponderBorrar:) :) :)
Para embelesarnos en el de las tres. Digo.
Me alegras y me haces pensar, Tanci, con tus acertadas reflexiones.
Besos y besos.
En realidad no necesitamos mucho para ser felices, no se necesitan tantas posesiones, sin embargo nos empeñamos en lo contrario y así nos va.
ResponderBorrarAprovecho para confesar lo mucho que me gustan los faros de tus anteriores entradas.
Qué bueno que volviste!
tD3b, Virgi.
¡Quién fuera ese perrillo, feliz y dorado, durmiendo al sol!
ResponderBorrarTe extrañaba, un gran beso
Tierra, aire, fuego y agua...y bonitas fotos. Qué más pedir? Besos, amiga.
ResponderBorrarMuy buena combinación.
ResponderBorrarSaludos
David de observandocine.com
Me gusta el contraste de colores y texturas de la primera foto… y esa niña, tan "pequeñita"… como nosotros, simples enanos ante tanta grandeza de la madre naturaleza.
ResponderBorrarbsÖs.
Las nubes, como una cabellera que quisiera cubrir a la niña y protegerla del futuro.
ResponderBorrarY el perro durmiendo y la ballena también, cada uno en su estado.
Besos besos
Mamíferos al sol... almas felices...
ResponderBorrarUn beso, crack!
Volvo, es que los faros son muy sugerentes...no has leído el libro del post anterior? Gracias al faro sobrevivió el protagonista. Y viviendo en uno de ellos tampoco precisaríamos de muchas cosas,las ineludibles solamente.
ResponderBorrarBesazos muchos.
Ah, los perros, tan tiernos y tan tranquilos al sol!
ResponderBorrarYo también extrañaba, sí, Edgar, sí.
Gracias por tu cariño, un beso grande.
Por pedir que no sea, Mateo, pero siempre lo necesario, que pedir por gusto no es plato que me agrade, me gusta más la sobriedad que la abundancia.
ResponderBorrarTe abrazo, chiquillo detallista.
Gracias por venir, David, un beso.
ResponderBorrarSomos como bichitos subidos al caparazón de la madre Tierra, a expensas de mil inclemencias, pero también capaces de fastidiarla bastante.
ResponderBorrarLinda Sole, muchos besos.
¡Caramba, Salambó, qué sugerente eso de la cabellera!
ResponderBorrarMe cautivó, sí, sí.
Besitos besitos
¡Jo, Cristal, no había caído! Efectivamente, qué agudeza, mamíferos chupando calcio para sus huesos.
ResponderBorrar:) :) :)
Un abrazo de los admirados.
¡Al fin regresan tus historias! Son relajantes y luminosas y me llevan a cavilar o a recordar.
ResponderBorrarBesotes renovados.
muy bien condimentada esta entrada. Cada foto en si misma es una historia. Auténtica inspiración. El mejor amigo del hombre pone mucha serenidad al conjunto.
ResponderBorrarPero oye, es que la historia también está pero que muy bien...para no desentonar.
Por cierto me gusta esa foto del perfil en mi tad de la pradería, que lo sepas...un abrazo
Que entrada tan mágica!
ResponderBorrarUn placer si así te resultan, Mar, besos, gracias por esperarme.
ResponderBorrarEl mejor amigo del hombre se siente emocionado de que lo menciones, V.
ResponderBorrarY yo de que vengas, de como escribes, de lo que sabes, de lo que nos motivas. Gracias por todo eso.
Un abrazo, pero gordogordogordo.
¡Qué bien, Bohemia, siempre me sorprendes!
ResponderBorrarBesitos y besitos.
Hermosa paz en días de incertidumbre. Todos a la intemperie ;) pero saludable.
ResponderBorrarBesos
Eso, eso, María.
ResponderBorrarQue la naturaleza nos devuelva la paz que nos quieren arrebatar.
Besotes