Lori Vrba, "Wheatfield"
Va la niña cruzando el campo, y de rubio se le doran las
guedejas. La tarde se imagina ámbar, venteada por la brisa del
valle.
Entre las mieses canta una alondra, y las amapolas,
corola ardiente, manchan de sangre el paso liviano de la niña y sus pájaros. No
vuelan, no, aunque podrían.
Se han quedado, sutiles como el aire, a su vera,
cantándole un rumor de alambre y metal.
El trigo corona de oro el ocaso, y la niña, fugitiva entre las espigas, sueña con nubes
donde posar las aves y ella misma, mientras el cielo se entretiene con sus
pasos.
Juan
Yanes, con su generosidad habitual, cuelga en Máquina de coser palabras mi
relato El coleccionista y lo
adorna divinamente con una foto de Lori Vrba. Esa foto, a su vez, me ha
inspirado estas líneas.
Gracias,
Juan, gracias.
Foto Virgi
Pues que paz y alegría dejan esas inspiradas palabras tuyas, de verdad :))
ResponderBorrarbesos y salud
Un texto muy lírico, leve como el vuelo de las aves leves.
ResponderBorrarBesos
Es que así lees, querido Genín, como eres, no puedo sino agradecer tu jovialidad de cada día.
ResponderBorrarUn abrazo grande y alegre.
Bonito, Mar, gracias.
ResponderBorrarPues besos leves para ti.
Las dos fotos me encantan, Virgi, y el texto una delicia.
ResponderBorrarQue pases un buen verano y hagas muchas fotos bellas y poéticas.
Muchos besos,
ResponderBorrar...sueña con nubes donde posar las aves y ella misma...
Tú, niñanube.
Me gusta cuando vengo, porque es como planear sobre un territorio precioso e inalcanzable. Un abrazo.
ResponderBorrarBuen verano para ti, querida Tesa, pásatelo en grande con la fami.
ResponderBorrarTesoro, muchos besos.
Si un día levanto el vuelo de vera, mi linda Soco, no dudes que me acercaré donde quiera que te encuentres.
ResponderBorrar¡Ah, mi abrazo largo!
Es que los poetas tienen ese privilegio, apreciado Joven, mirar y ver desde lo alto.
ResponderBorrarGracia, Darío, abrazote gordo.
Y es una de las cosas más bonitas de internet, que te hagan un hueco donde compartir lo que se siente, de expresarse, de crear y que lo que das te vuelva en forma de regalos que otras gentes te hacen con su arte... Es perfecta esta forma de cultura.
ResponderBorrarMe gustó mucho la foto y el relato que hiciste.
Besos, Virgi, que pases muy buena tarde:)
Preciosa esa niña y sus pájaros, en la imagen y en tus aladas palabras. Un abrazo admirado, como siempre.
ResponderBorrarSe nota por tus palabras y por la foto que la niña sueña con los pájaros, están totalmente coordinadas.
ResponderBorrarUn abrazo fuerte.
Bellisimo todo, amiga... Todo rebosante de sensibilidad...
ResponderBorrarUn abrazo
Es de humanos el soñar con el volar y si es a la hora del ocaso y bajo los trigales y al son de alondras...
ResponderBorrarBesos
Qué linda eres, Ginebra, y delicada siempre. Un beso bien enorme.
ResponderBorrarTus piropos son conmovedores, Isabel, de veras.
ResponderBorrarMontón de gracias, Profe querida.
Coordinadas en el vuelo, en las ilusiones, en el aleteo de la infancia y sus esperanzas.
ResponderBorrarRosario, besitos muchos.
Antiqua, tan leal en tus visitas...¡y generoso!
ResponderBorrarUn abrazo volador y cariñoso.
Pues eso, trini, un escenario casi perfecto.
ResponderBorrarBesos y besos para ti.
la retroalimentación es vital para el aprendizaje y la heredad
ResponderBorrarbellas fotos
abrazos
Si no parendemos de los otros, poco nos queda.
ResponderBorrarBesos besos
(aprendemos)
ResponderBorrarWow, qué delicia de micro, todo suavidad a pesar del movimiento. Quién pudiera haber hecho esa foto... Y la tuya, toda dorada, tierra de campos, ancha es castilla donde los días abrasadoras dejan paso a noches estrelladas como de leche.
ResponderBorrarbsÖs.
Placidez, en el mejor sentido de la expresión, me dejan estas imágenes y líneas. Hasta ganas de meterme en esas fotos.
ResponderBorrarUn abrazo, querida Vorgi
Una delicadeza etérea.
ResponderBorrarLas ansias de volar van con nosotros, seamos niños o adultos.
Besazo
Sole, esos campos de Castilla, a principios de verano, y al comenzar el día, son espléndidos.
ResponderBorrarY la niña lo sabe.
Y disfruta.
Y sueña.
Besos, besos
Marichuy, linda, me alegra esa placidez, algo similar me produjo la foto.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Sueños eternos, Maria, que nos impulsan a seguir en el intento.
ResponderBorrarBesitos
Precioso y relajante.
ResponderBorrarCuando somos niños contemplamos el cielo para ver como pasan nubes de algodón cargadas de sueños.
ResponderBorrarSaludos!
Gracias, María Jesús, me satisface tu concisión.
ResponderBorrarUn abrazo grande.
Nada más apropiado viniendo que quien viene, Funambulus.
ResponderBorrarBesos :) :) :)
(es que ese foto que tienes en el nick ya lo dice todo)
ResponderBorrar... y el coleccionista, su padre, la mira agradecido y maravillado, desde el Cielo.
ResponderBorrarjejeje te agregué un final, que ambos relatos tuyos me inspiraron.
Besos y muy buen fin de semana, Virgi
A tu foto no le hace falta color, en efecto: lo pones tú con tus palabras. Y hasta el pájaro que canta yo no dudo de que es un triguero. Besico, poeta :)
ResponderBorrarPreciosas fotos y precioso relato El coleccionista. Ya lo lei.
ResponderBorrarUn beso Virgi!
Como si Sue me hubiera quitado la frase. Preciosos los dos textos.
ResponderBorrarBesotes abrazotes
Alhajas dice Juan que son y no se equivoca como su acierto con las imágenes.
ResponderBorrarEvocador es todo lo que escribes, querida Virgi.
Abrazos
Un final esperanzador, querida Myriam. Muchos besos, muchos.
ResponderBorrarSi así lo crees, apreciado Diego, será, será.
ResponderBorrarBesos y me encantan estos arrebatos, sí, sí.
Bueno, Sue, si me lo dices así, tan segura, pues me lo creeré, tesoro, gracias y gracias.
ResponderBorrarTe abrazo con ganas.
Salambó, también mi agradecimiento a tu apoyo constante. Un beso tiernísimo.
ResponderBorrarIsabel, cielo, ¿cómo no halagarme con lo que me dices? Evocador es un buen piropo, me lo tomo en serio, vaya que sí!
ResponderBorrarMe gustas tú.
Muakmuakmuak!!!
Va la niña y se queda absorta y embelesada ente tus historias y las imágenes que la acompañan. Todas esas alhajas que vas atesorando debieras reunirlas ya en un mismo cofre para ofrecérselo a los que te seguimos y otros muchos más.Podría ser en cofre de papel a modo tradicional o cofre moderno digital.Este feedback te quedó de encanto,de joya, de leer y releer.De volver. Siempre llego y me voy con tan buen sabor... Besos, besos y más besos
ResponderBorrarEs lo que tiene el cariño, querida Tanci, que miramos con buenos ojos a los que queremos.
ResponderBorrarAsí que pronto te daré un abrazo de los largos, para corresponder debidamente.
Bueno, en lo que llega el momento, mis gracias, efusivas y calentits.
¿Hace cuánto que no sueño nubes?
ResponderBorrarBesos.
Pues no sé, no creas que yo lo hago con frecuencia.
ResponderBorrar:) :) :)
Preciosas las palabras y la foto es de museo, una maravilla el conjunto.
ResponderBorrarQue caricia para el ser leer tus palabras. Esa niña es casi liviana, como si de repente se pusiera a volar...
ResponderBorrarLos quesitos ( yo les llamo asi) de tu foto son de las fotos que más nos gustan
Besos
Una alegría, apreciado Aro, cada vez que te veo por aquí. Debe ser que El Bosque te tiene muy liado, eh? Besos :))))
ResponderBorrarEsos quesitos, Pluvi querida, también me gustan a mí, cuando los veo al sol, en esos campos infinitos, me emociono.
ResponderBorrarBesitos
No entiendo por qué se me pasó esta entrada.
ResponderBorrarSiempre estoy pendiente de ti.
Besos Virgi, como siempre tus letras y tus fotos hacen que no me aleje de aquí.
Un precioso poema, tu relato.
ResponderBorrarFelicidades por tu blog.
Un abrazo
Mi muy apreciada Aída, se te pasó para mi dicha, ¿sabes? Así ahora puedo saborearte mejor.
ResponderBorrarGracias, cielo, también un beso grande.
Hola Kety, bienvenida.
ResponderBorrarMe alegro mucho que te guste este rinconcito, un abrazo.
Hermoso relato donde se borda vida y universo entre nubes de inocencia.
ResponderBorrarCuando se pinta con palabras tierra y cielo sonríen, como si arrullaran una niña.
Besos!!!
Preciosa tu visita, Aristos.
ResponderBorrarY mi agradecimiento por haber venido hasta este trigal con niña y pájaros.
Un ramillete de besos.
Preciosa tu visita, Aristos.
ResponderBorrarY mi agradecimiento por haber venido hasta este trigal con niña y pájaros.
Un ramillete de besos.
Tú inspirarías hasta a los Dioses...
ResponderBorrarBeso, y besos!!!
Voy a ver...
¡Ay, tesoro de chica, qué sol enorme que eres! hasta aquí me llegan tus rayos.
ResponderBorrarBesos besos besos besos...
Esa foto del campo segado... me tiene sin palabras.
ResponderBorrarFelicidades! preciosa.
Muy bonitas, tanto el texto como las fotografías.
ResponderBorrarUn abrazo
Cristal, José Luis, gracias por recorrer todo este camino.
ResponderBorrarUn buen montón de besos para ambos.