Esa huella nos lleva desde el cálido hogar de tu morada al verde de un tiempo uberrimo de esperanza y vida. Como siempre, muy logradas las fotos y su ilación literaria. Un abrazo.
Le dejó una huella y una dirección y casi sin darse cuenta, llegó la primavera y se le subió la cintura. Y ahí la tienes, retozando sin que se note bajo la hierba.
AAAiiiinnnnssssss.
Qué caprichosa e insolente suele ser la primavera, Virgi. Y qué bonito creas.
Me encanta la composición de la mesa y las sillas, con esos verdes, y las florecillas... me han entrado ganas de vestirme de época, con lánguida pamela en la cabeza, y sentarme a tomar un cortado mientras echo a volar la imaginación...
Las búsquedas que conducen a los regresos de la primavera siempre florecen en su verdor entre vuelos de mariposas, y cantos de pájaros bajo un cielo azul y radiante!!! Besos Artista!!!
Ya te digo... constructora de historias fotográficas, bien secuenciadas. Después de tanto desgaste, como sugiere la primera foto, bien un reposado descanso, como dice la última. ¿Algo fresco para beber?
Me gusta que haya crecido la hieba, que la naturaleza se abra paso en ese lugar muy propicio para la conversación y el picnic. En ocasiones una sola huella es suficiente para guiarnos a territorios tan hermosos como los que nos muestras.
Ando entretenida,sí. Pero a la búsqueda de las cuatro estaciones en una maraña de campo frenético sigo tu huella. De nuevo fotos e historia complementan mi visión de las cosas. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarCómo sabes combinar elementos para la sugerencia...
Un honor ser la primera en abrazarte. Es como estrenar tu ternura de hoy.
Besos, cielo.
El honor es mío...¿tú sabes lo que son tus palabras, seas la primera o la última?
ResponderBorrar¡Ay, mi Soco!
Besos y besos
Tus bellas y esplendorosas imágenes no necesitan de planteamiento y nudo para esta hermosa historia.
ResponderBorrarAbrazos admirados.
Una historia sencilla, de esas que nos suceden sin que nos enteremos, querida Isabel.
ResponderBorrarBesitos :) :) :)
Guárdame un asiento para recibir esta primavera que tanto necesitamos.
ResponderBorrarBesos
(lindo,lindo)
Llega siempre la primavera y nos alegra con su luz y su vitalidad.
ResponderBorrarLos colores de tus fotos la llevan de invitada.
Un beso enorme, Virgi.
Evocador y sugerente post, Virgi. Me transmite sosiego y melancolía a partes iguales.
ResponderBorrarUn beso,
Salambó, Isabel, Tesa, las tengo ya en la lista de invitadas preferentes, las sillas las esperan entre un mar de verde.
ResponderBorrar:) :) :)
¡¡Excelente!! fotografías y texto, una obra de arte.
ResponderBorrarBesos Virgi.
Aún sin dirección hubiese llegado...
ResponderBorrarHermosa composición
Besos
Una huella difusa con memoria propia.
ResponderBorrarBesosss.
Esa huella nos lleva desde el cálido hogar de tu morada al verde de un tiempo uberrimo de esperanza y vida.
ResponderBorrarComo siempre, muy logradas las fotos y su ilación literaria.
Un abrazo.
Yo no he parado de escribir cartas a la primavera, pero se me resiste...
ResponderBorrarBesos.
Pues con lo bien que escribes, me extraña...
ResponderBorrar:) :) :)
El hilo conductor entre imágenes es magistral. Unas fotos sabiamente captadas.
ResponderBorrarBesos de domingo primaveral.
Siempre logras que tu huella se transforme en belleza y sonrisa entre mis labios Vir
ResponderBorrarUn abrazo enorme!!!!
Le dejó una huella y una dirección y casi sin darse cuenta, llegó la primavera y se le subió la cintura.
ResponderBorrarY ahí la tienes, retozando sin que se note bajo la hierba.
AAAiiiinnnnssssss.
Qué caprichosa e insolente suele ser la primavera, Virgi.
Y qué bonito creas.
Y tú, Tecla, qué ocurrencias tan simpática me dejas.
ResponderBorrarUn camino sencillo para llegar a la primavera.
ResponderBorrarBesos y abrazo.
Me encanta la composición de la mesa y las sillas, con esos verdes, y las florecillas... me han entrado ganas de vestirme de época, con lánguida pamela en la cabeza, y sentarme a tomar un cortado mientras echo a volar la imaginación...
ResponderBorrarTe dejo un beso, Virgi.
Buscando la hermosura, se topó con el esplendor y el entretiempo :)
ResponderBorrartus fotos son únicas.
genial :))
un abrazo
La huella la pilla Charlot y se va a la última foto a darse un banquete...jajaja
ResponderBorrarBesos y salud
Parece que estaba todo el mundo conteniendo la respiración en espera de la primavera, ¿verdad?
ResponderBorrarSospecho que luego no será para tanto, pero la espera ha sido bonita, eso sí...
Aveces, es hermoso seguir una huella que nos lleve a lo deconocido...
ResponderBorrarMe encanta la foto de ña bota
Besos
Son huellas preciosas. Huellas de que estás "ahí". Un abrazo.
ResponderBorrarEra cuestión de tiempo, pero sobre todo de tenacidad, el fruto de la resistencia.
ResponderBorrarOtra serie mágica, una más.
Besos.
La magia de las visitas que nos dejan belleza.
ResponderBorrarBesos para tods.
Como siempre, tus imágenes lo dicen todo y además, con esa luz que llena el alma de vida.
ResponderBorrarBesicos muchos.
ResponderBorrarAy, qué bonito.
Me encantó.
Besos.
Siempre hay en nosotros una huella profunda de aquello que nos hizo florecer.
ResponderBorrarIncluso en pleno invierno, la primavera siempre está.
Precioso conjunto y, como siempre, abierto y sugerente.
Llegar aquí es como llenarse de aire limpio.
ResponderBorrarGracias.
Las búsquedas que conducen a los regresos de la primavera siempre florecen en su verdor entre vuelos de mariposas, y cantos de pájaros bajo un cielo azul y radiante!!!
ResponderBorrarBesos Artista!!!
Ya me gustaría ponerme a leer alguno de mis libros favoritos en ese jardín.
ResponderBorrarAbrazo
Bonito.
ResponderBorrar¡Ah, linds ls que vienen!
ResponderBorrarMás besos
el fin del camino.
ResponderBorrarsaludos
Bello modo de cantar la llegada de la primavera...
ResponderBorrarUn abrazo, amiga
Renacimiento...
ResponderBorrar
ResponderBorrarYa te digo... constructora de historias fotográficas, bien secuenciadas.
Después de tanto desgaste, como sugiere la primera foto, bien un reposado descanso, como dice la última. ¿Algo fresco para beber?
· BdPH
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Como me gusta la fidelidad primaveral que siempre regresa, lo mismo que las huellas que le marcan el camino.
ResponderBorrarBesos, Virgi
...regresó la primavera Y ella, sin darse cuenta, seguía buscando en el pasado.
ResponderBorrarbSöS.
...en el pasado y hasta en el futuro, el asunto es no estar nunca en el presente...¡ay, los humanos como somos!
ResponderBorrar:D :D :D
pues te dejo huella Otoñal
ResponderBorrardesde este lado del pixel y del mapa
:)
muak
Me gusta que haya crecido la hieba, que la naturaleza se abra paso en ese lugar muy propicio para la conversación y el picnic. En ocasiones una sola huella es suficiente para guiarnos a territorios tan hermosos como los que nos muestras.
ResponderBorrarLas huellas se desgantan, las casas se pueden hundir... pero la primavera llega siempre resplandeciente y preciosa.
ResponderBorrarBesos.
Combinaste muy bien las imágenes con las palabras.
ResponderBorrarUnas imágenes para la tranquilidad.
Un abrazo
Tu primavera es como tú: umbrosa, tierna y llena de sorpresas.
ResponderBorrarBeso, Virgi.
(¿y lo del club, qué?)
ResponderBorrar...
Muy bonita y tierna esta historia contada a través de tus fotografías llenas de color.
ResponderBorrarMe gustó, señorita Virgi:)
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe alegra vd. señorita Ginebra, :D :D :D
ResponderBorrarAndo entretenida,sí. Pero a la búsqueda de las cuatro estaciones en una maraña de campo frenético sigo tu huella. De nuevo fotos e historia complementan mi visión de las cosas. Un fuerte abrazo.
ResponderBorrarPrecioso, Virgi. ¡Me hubiera gustado estar en esa mesa, en medio de la hierba! Un abrazo.
ResponderBorrarEntretenida o no, querida Tanci, nunca pierdes la vereda para llegar hasta aquí. Sabes que te lo agradezco requetemucho.
ResponderBorrarY besos rebesos!!!
Y escribiendo sobre Roma..¿a que sí?
ResponderBorrarBesotes abrazotes