El
elefante concretó su objetivo, llegar al río antes de caer la tarde.
Se teñía
de ámbar y grana el cielo africano.
La noche
esperaba, un guiño de fuego entre las nubes.
Paso a
paso, el elefante, lento y ceremonioso, leía las piedras del camino.
Sus
colmillos, brillantes, inmensos, pulían el atardecer.
Allá,
tendida sobre el manto negro del agua, lo esperaba la luna.
Fotos Virgi
Es como darle música al color con tus lindas palabras.
ResponderBorrarAbrazos extasiados.
Unas palabras que podrían ser un poema hecho canción o una necesidad transformada en sentimiento...
ResponderBorrarUn abrazo
Isabel, Jan, que los colores del cielo africano les entreguen mis besos.
ResponderBorrarMuchos
Muy original y delicado.
ResponderBorrarUna pareja digna de un apasionado romance. Besos para ti.
Sus colmillos,
ResponderBorrarbrillantes, inmensos,
pulían el atardecer.
Hermosa imagen.
Fiel la luna, aunque dicen que es mentirosa. Nunca deja de asistir -incluso si las nubes la ocultan-.
Afortunado el elefante.
Un abrazo, amiga.
Me alegra que te guste este idilio.
ResponderBorrarBesos, Mar, besos.
La fidelidad es según desde donde se la contemple, no crees?
ResponderBorrarOtro abrazo grande para ti, estimado Mateo.
Qué cosica tan bonica, que dulces palabras encierra. Es un cuento para escuchar a cualquier hora, pero si hay luna llena y destella sobre el mar, mejor.
ResponderBorrarBesicos,guapa.
¿De dónde te sacas estas historias? ¿de las fotos? ¿Es resalmente la silueta de un elefante? Hermosa historia.
ResponderBorrarGracias, Cabopá, besitos montones.
ResponderBorrarJa ja, Juan, me las saco de mí...ja ja...Cuando ví la foto que había hecho, empecé a formar la historia.
ResponderBorrarSon unas hojas de la terraza contra el atardecer y me sugirió lo del elefante.
Un abrazo enorme que espero darte bien pronto en vivo.
¡¡Increíble!! Me encantó querida Virgi y las fotografías excepcionales.
ResponderBorrar¡¡FELICITACIONES!!
Besos amiga.
Delicioso, Virgi. He visto a ese "mastodonte" contando los inconvenientes que lo llevarán hasta su amada.
ResponderBorrarPero, me voy cavilando qué pensará cuando Ese toro... se entere ;)
Te dejo un beso.
ResponderBorrarUna delicia, Virgi. Es atrapar instantes de la vida y convertirlos en magia.
Eres un encanto. Milbesos
Solo me resta escuchar unos compases de Mancini, mientras veo tu elefante dialogando con la Luna.
ResponderBorrarUn abrazo.
Los elefantes juegan por las noches con la luna llena en la línea del horizonte reflejada en el lago.
ResponderBorrarbesos
¡Que preciso poema con esos grandísimos paisajes que lo ilustran!! Como siempre, es un placer asomar por esta ventana.
ResponderBorrarBesicos muchos.
Pues un encuentro emocionante, la verdad. Creo que hacen buena pareja una luna que espera a un elefante. Imaginativo, cálido y estético.
ResponderBorrarBesos
Virgi, has hecho magia, no sabría cómo explicártelo, pero has hecho magia, el elefante, su paso lento, su lectura de las piedras, la luna, el río, Virgi, has hecho magia mujer por Dios.
ResponderBorrarUn beso.
¡Caramba, gracias!
ResponderBorrarMe alegra mucho que les haya gustado.
Abrazos y besos les van a la vuelta del elefante.
Bellísimo encuentro. La luna siempre está presente en las noches de cualquier ser viviente... Un abrazo enorme, querida amiga.
ResponderBorrarEs uno de esos relatos que deseas que no termine nunca, como de niños las películas que me gustaban, no queria que acabaran nunca...jajaja
ResponderBorrarGracias
Besos y salud
Hermosas palabras surgidas de unas imágenes muy sugerentes.
ResponderBorrarBesitos
Es un cuento bien bonico, me suena a lírico, a secreto, a niñez, a candor, a belleza.
ResponderBorrarEse elefante merece la luna reflejada sobre el agua, la negritud de la noche y su misterio.
Un beso muy grandote, querida Virgi. Eres un sol.
Hoy he roecorrido un par de blogs con un algo especial; las palabras bailaban con un bonito ritmo. Oigo los tam tam que me llegan de Africa, su color, su aroma y tus palabras que me la recuerdan.
ResponderBorrarBesos y abrazo.
Una luna de marfil, sin duda.
ResponderBorrarBesos, Virgi.
Cuánto lo habrá conmovido esa luna, me pregunto...Un abrazo.
ResponderBorrar¿Qué tendrá la luna que parece que a todos enamora?
ResponderBorrarbSöS.
Los amantes más fieles. Me repito: qué bellas tus fotos, querida Virgi.
ResponderBorrarUn abrazo.
La luna ¿cómo no enamorarse de ella?
ResponderBorrarRedonda y luminosa, leal, traviesa.
Sonrisas y besos.
Montón de gracias.
Porque la luna no es exclusiva del toro. La luna también se insinúa al elefante y de paso, a todo aquel que la mira y la admira y la remira.
ResponderBorrarEl miércoles pasado estaba super seductora:)
Besosssss
Eres una poeta, querida Virgi. (No me gusta mucho la palabra poetisa).
ResponderBorrarBesos admirados
Me encanta esta nueva version de los amores imposibles... Muy poetica la actitud del elefante
ResponderBorrarUn abrazo, amiga
Me quedo con ese verso "Sus colmillos brillantes, inmensos, pulían el amanecer".
ResponderBorrarY con toda la belleza de las imágenes y las palabras.
Un abrazo, artista.
La luna siempre acaricia y espera hasta el más remoto de los sueños por cumplir y las pieles por besar.
ResponderBorrarBesos, Virgi.
Eres pura ternura.
Excelentes fotografias que ilustram belo texto....
ResponderBorrarPasse pelo meu blog que tem um Prémio que também é seu....
Cumprimentos
Y el elefante tras beber en la charca, se revolcó pora llenarse de tierra...y la Luna mientras, le observaba tranquila y luminosa
ResponderBorrarPreciosa fotos
Besos
Nadie como tú para trenzar historias tan sutiles como esta. Felicidades por bordar con palabras de oro las imágenes de la vida.
ResponderBorrarBesos.
Es una imagen preciosa: la luna, el elefante, el agua,la oscuridad.
ResponderBorrarUn abrazo.
La luna es muy agradecida, MJ.
ResponderBorrarSiempre nos gratifica.
Besos
leyendo tus letras siento la pena de amor del elefante, es hermoso
ResponderBorrarsaludos querida Virgi
No hay nada más paciente que un elefante (aunque, claro, tampoco es que tenga muchas cosas que hacer durante todo el día :) )
ResponderBorrarfíjate que yo pensé que la foto superior era de una hoja hasta que empecé a leer y descubrí al paquidermo... una historia muy bonita y poética, por supuesto.
ResponderBorrarbiquiños,
Lo que el amor no hace, no lo hace nada ni nadie.
ResponderBorrarBonito y sostenible.
Besotes
Digna amante del elefante, sosegada, inmensa, pulcra e inalcanzable. Siempre enamorados.
ResponderBorrarUn abrazo enorme
Tremendo recorrido te has pegado, Gaia.
ResponderBorrarDigno de un elefante enamorado.
Millones de gracias.
Después de esta original ternura, no me esperaba la "Confesión". Fuerte.
ResponderBorrarBesos
Me he emocionado, la verdad. Este entrada tuya ha tenido para mí la sustancia de los sueños infantiles. Esa imaginación incontaminada, despreocupada, fresca. Podría decirte que eres una poetisa sorprendente, pero no te haría un cumplido tan grande como si te dijese que hoy me has parecido un niña. Besote.
ResponderBorrarNo te he dicho que me encantan los elefantes?.. pues sí.
ResponderBorrar:)
Un beso.
amo esa palabra
ResponderBorrarAMANTES
este elefante es sabio
besitos
!Uhmmm!Me supo a poco este breve pero intenso encuentro entre amantes. Amantes de la naturaleza, de la luna, del agua, de la tierra, del cielo y del universo. Amantes de un abrazo común. Estrecho, de vida y de amor. Amor que vivifica mis sentidos, parte de mi mundo y mi naturaleza. Sin dejar atrás tus fotos, una bellísima expresión de tu sensibilidad artística. Te doy las gracias y te abrazo.
ResponderBorrarAquí te estoy leyendo y abrazando, querida Tanci. Gracias y sonrisas de luna.
ResponderBorrarLa brújula del elefante son sus recuerdos...
ResponderBorrar
ResponderBorrar· Sabía lo del toro enamorado de la Luna pero tu relato me resulta máa poético. Más geográfico.
· BdPH
CR· & ·LMA
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Ya sabes eso del elefante y la tela de la araña.Lo tuyoes mil veces más hermoso. Me ha encantado la idea de reposar sobre ese manto. Y más aun la de llegar a tiempo de contemplar esa maravila. No se que puedo decirte de las fotos que esté a la altura. Es una relación curiosa con ellas, un impacto sereno...relax al abrigo de tus letras. Un abrazo.
ResponderBorrarqué bonito, todo...
ResponderBorrarSabía del romance del toro enamorado de la luna, pero de un elefante es la primera noticia que tengo y me parece realmente bonito,porque el amor no atiende a razones. Precioso.
ResponderBorrarEres pura belleza...
ResponderBorrarUn gran beso!
Un atardecer maravilloso al que nos transportas. Y romántico. Y salvaje.
ResponderBorrarBesazos
Has cambiado el toro por el elefante.Me gusta más así
ResponderBorrarBesos
Asu romántico elefante.
ResponderBorrarUn abrazo.
David de observandocine.com
Hermoso. Y mucho. Besos.
ResponderBorrarGracias, Alfredo, muy reconfortante tu visita.
ResponderBorrarUn abrazo
Ante esa luna y ese reflejo, el elefante había de tener prisa para llegar, a la fuerza.
ResponderBorrarSuerte tuvo que ella es fiel a su cita.
Besos Virgi.
He pensado: ¿de donde has sacado esta foto? pero ya he leído uno de tus comentarios. No sé si encontrar relación entre los amantes y un elefante blanco, difícil de mantener, costoso y sin apenas utilidad... permíteme seguir soñando en otra dimensión jaja.
ResponderBorrarComo siempre es un gusto y un placer leerte y aprender de ti.
Un abrazo :)
Oi Virgi,
ResponderBorraraté me assustei ante tantos comentários! Penso que o céu de África seduz qualquer ser vivente e ouso dizer que é o cenário perfeito para sua história do Elefante com a Lua que é muito, muito bela.
Agradeço sua explicação em ideália e gostaria de saber como chegou até lá, já que o espaço em que publico os minicontos é o microargumentos.blogspot.com.br/
Um beijo e muito grata. Cultivemos a esperança em dias melhores.
Hola Angela, me alegra verte por aquí.
ResponderBorrarYo fui a visitarte a través del blog de Juan Yanes.
Um beijo grande
No sé como puedes expresar tantas cosas con una economía tan ajustada de medios. Eres fabulosa. Un abrazo de sincero afecto.
ResponderBorrarYa quisiera yo un amante así. Habrá que irse a África.
ResponderBorrarUn besote, Virgi.
Virgi, eres poesía pura querida amiga...
ResponderBorrarEntrar en tu blog es entrar en otra dimensión, nos haces soñar.
Un abrazo cielo.
Gracias, chicas, muchos besos.
ResponderBorrarDan ganas de quedarse a dormir y que a uno se le lleve la luz de la luna.
ResponderBorrarBesos.
¡Qué lindo, Pedro, y tierno!
ResponderBorrarBesos, chico.
ME encanta la relación entre el título y la necesidad de saciar la sed del elefante.
ResponderBorrarBienvenido, Felipe.
ResponderBorrarMe alegra que te encante,
Besos